☄ᴡɪɴᴡɪɴ☄

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No tenías idea de cómo Sicheng y tú habían terminado encerrados en un cuarto de servicio. Desde que se bajaron del carro había estado molestándote para que le dieras una mamada; verte con ese vestido rojo vino había despertado muchos pensamientos sucios y su mente lo llevó al máximo, necesitaba liberarse.

Estabas peinada con una coleta alta, él jalaba de ella dándote pautas de como quería que se la mamaras.

Comenzaste lamiendo la punta de su pene, lentamente metiste toda su longitud en tu boca.

- Dios, tu boca se siente tan bien.

Winwin siempre te elogiaba, decía que eras la mejor, la única que podía complacerlo.

Los sonidos grotescos no faltaron, los gruñidos te prendían, gemiste alrededor de su pene y eso lo excitó. Tenías temor de que entrara algún empleado y los viera en una escena tan vergonzosa, pero por la adrenalina valía la pena exponerse un poco.

Pudieron haber llegado a algo más, pero no querías mandar al caño las 4 horas que pasaste metida en el salón por el maquillaje y peinado; además el vestido era algo incómodo, no era apto para tener un rapidín en el cuarto de servicio.

Te cansaste de lamer a profundidad así que solo dabas lamidas a su punta; escupías en tu mano y con el presemen que salía de su polla lo masturbabas.

Winwin soltando gemidos con la cabeza hacia atrás era lo máximo.

Te dijo que estaba a punto de correrse, así que, metiste su pene nuevamente en tu boca para saborear su semilla.

Era una especie de salado dulce, no le tenías asco, siempre que tenían sexo terminaba en tu boquita.

- Arréglate el saco, tu hermana nos debe estar esperando, somos los padrinos de su boda.

▪One Shots | NCT▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora