-Hola, Sara, Ellie-Saluda Dalia con tres libros gruesos y de tapa dura entre sus brazos sentándose junto a nosotras en la cafetería-¿Qué tal todo?-deja los libros sobre la mesa y da un suspiro de cansancio acomodando bien sus lentes en el puente de su nariz.
-Pues, bien ¿y tú cómo vas con lo del reto de álgebra?-Sara le pregunta y le da un mordisco a un ponquesito.
-Bien-Dalia mira los libros con una expresión dudosa-en realidad estoy un tanto nerviosa, clasifique para representar a nuestra preparatoria en los Estatales.
-Eso es genial, felicitaciones-pronuncio y ella sonríe.
-Gracias.
-Sabia que lo lograrías. Ella es una genio con las matemáticas- menciona Sara.
-No hables que tú también eres todo un cerebrito-Sara hace un falso gesto de indignación, mientras mastica su postre.-Por cierto,¿hoy no trabajas en el Supermercado, verdad?
-No, a partir de ahora no trabajo los viernes, decisión de la amable gerente del super. ¿Por?
-Oh, bueno estaba pensando si podrías, no sé. Acompañarme a la Biblioteca del pueblo cuando salgamos de clase, es que la de aquí no tiene los libros que necesito.
-Si, esta bien te acompañare.
-¡Genial! Ellie ¿te gustaría acompañarnos?-escucho a Dalia.
Intercalo mi vista entre las dos y parpadeo pensando en la invitación, sin saber que decidir, me gustan mucho los libros, pero no sé, ya estar aquí en la cafetería con la compañía de ellas es algo que resulta nuevo y extraño para mi. La soledad casi siempre a sido mi compañera, al principio no por elección propia, pero luego terminó siendo la única en mi inexistente lista de amigos. Pongo un stop a mis pensamientos, me decido, y aunque me cuesta logro pronunciar un simple, cargado de valor y fuerte:
-Si
En ese momento suena el timbre indicando que el receso acabó.
-Entonces, nos vemos.-sonrie y se levanta junto con sus libros y se va.
Respiro profundo, al parecer decir un simple sí, me costo más de lo que imagine, pero por algo se empieza supongo.
Entramos a clases, luego de dos horas nos encontramos con Dalia para ir a la Biblioteca. En el camino a la Biblioteca me siento más cómoda, Dalia habla sobre el reto que había ganado y de lo nerviosa que le pone competir con otras instituciones del Estado. Con curiosidad y un poco de vergüenza debido a mi ignorancia sobre el tema, le pregunto en que consisten los retos porque a pesar de haber escuchado sobre ello en varias oportunidades no sabía de que trataban. Amablemente y con una sonrisa ella me responde que se trata de ideas innovadoras que los estudiantes participantes en el reto proponen para mejorar y optimizar el método de enseñanza de una materia o área en específico, en su caso ella decidió optar por el Álgebra en el área de matemáticas y proponer unas ideas para un método de enseñanza un poco menos tradicional y a la vez dinámico y eficaz, para una mejor y fácil comprensión de dicha área matemática. Mientras me explica lo hace con una sonrisa y un deje de emoción un poco contagiosa.
Por lo que va de trayecto el camino a la biblioteca resulta cercano a la preparatoria aunque en dirección contraria a mi casa, me mantengo un poco relajada, convenciendo a mi mente de que todo es real, y lo es, estoy caminando junto a Sara y Dalia mientras intercambio palabras, aunque pocas, con ellas. No estoy sola, y eso me empieza a resultar reconfortante de una manera que hasta ahora desconocía.
-En fin, muchos chicos tuvieron ideas geniales también-Finaliza Dalia con una pequeña sonrisa- hable demasiado.
-N-no hay problema, y tu idea me parece muy buena -le digo
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More Strong
Ficção AdolescenteEllie es una chica que en su vida no conoce realmente la amistad, no porque no quisiera intentarlo, realmente ella lo desea pero le hacen falta fuerzas, ya que mientras para otros es sumamente fácil iniciar una conversación. Para ella es todo un ret...