Los primeros rayos de sol bañaron la aldea. Hacía días que la luz no se dejaba ver en Beacon Hills.
Gerard y sus hombres por fin nos dejaron salir de la iglesia después de haber tenido que pasar toda la noche allí encerrados. La gente se encontraba concentrada en la plaza, donde poco a poco iban llevándose en carros de madera a los cadáveres de los pobres infelices que habían tenido que padecer el ataque del lobo, entre ellos, Cristopher, a quien su mujer e hijos lloraban desconsoladamente. Nos habíamos quedado sin un líder, y ahora todo el peso de defender nuestra aldea, quedaba sobre los hombros del padre Argent.
Conseguí reunirme con mis padres, quienes habían permanecido sin salir en el interior de nuestro hogar, Derek ayudaba a arreglar los desperfectos en las cabañas que había provocado la persecución, supuse que junto con otros alfas se había pasado la noche intentando ayudar en la caza al lobo, y vi a Scott intentando consolar a su anciana abuela, probablemente también se habían mantenido encerrados en casa.
-Jamás he visto una bestia tan fuerte, debe de pertenecer a una línea de sangre larga e ininterrumpida- Escuché hablar al padre con uno de los gemelos que siempre le acompañaban- Cada generación es más formidable que la anterior... Debemos encontrarlo en su forma humana
-Pero, ¿Cómo? Podría ser cualquiera de ellos- Preguntó su acompañante.
-Si ha sobrevivido por tanto tiempo es por su astucia- Dio media vuelta, y se dirigió hacia el cúmulo de personas que le observábamos atentamente- Mirad por todos sitios, ¡Buscad alguna señal!- Comenzó a pasearse a nuestro alrededor, siguiendo todos y cada uno de nuestros más leves movimientos- Aislamiento, brujería, magia negra, comportamientos sospechosos, olores extraños... ¡Se registrarán vuestras casas, saldrán a la luz vuestros secretos! Si sois inocentes no tenéis nada que temer, pero si sois culpables... ¡Juro por Dios todo poderoso, que seréis aniquilados!
Un tenso silencio se instaló entre los allí presentes, esquivando y mandando miradas acusatorias unos a otros, hasta que de repente, una ronca tos y varios jadeos se hicieron presentes. Provenía de uno de los rincones donde se acumulaban los cuerpos sin vida.
-¡Sigue vivo!- Gritó el gemelo corriendo hacia el resucitado cadáver, quien era su hermano, más pálido de lo normal en aquel momento, y que intentaba luchar contra su propia sangre estancada en su boca.- ¡Necesita agua! ¡Deprisa!
Rápidamente me acerqué al pozo y saqué un cubo lleno de agua, dejándolo a un lado del pobre moribundo para que su hermano pudiera lavarle las heridas.
El sonido de una espada siendo desenvainada nos hizo levantar la mirada a ambos de donde estábamos arrodillados. Argent señalaba con el arma al hombre tendido en el suelo.
-Aiden, hay luna de sangre, así que debe...
-¡Es Ethan! ¡Es mi hermano!- Aiden se levantó con furia y encaró al anciano.
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Caperucita Roja» Sterek
FanfictionDurante décadas, los habitantes de Beacon Hills han mantenido un pacto con el lobo: para saciar su apetito, le ofrecen un animal cada mes a cambio de su promesa de no herir a ningún humano, hasta que la bestia incumple el pacto y vuelve a matar. La...