1, 2, 3... Tocó La Pared 👻 || «Malec»

Epílogo - Fin del Juego.

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¡Volviste! ¿Me recuerdas?, soy Max, te conté la historia desde el principio.

Imagino que quieres saber lo que realmente sucedió...

Te cuento...

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Con la llegada de los Lightwood Bane, a la casa todo era distinto. Había una claridad cómoda en cada lugar. Un día decidí salir y baje a la cocina, allí estaba un hombre moreno. Intenté acercarme, pero escuché un ruido en el dormitorio. Subí rápido y fue cuando lo encontré. Su cara se me hizo familiar.

Entre a la habitación, él me miró y me dijo que su nombre era Raphael. Con emoción yo le dije el mío. Hablamos por un rato. Termine de confirmar mi sospecha cuando me dijo que su papi le decía Arándano, me causo gracias y comenzamos a reír.

Abrieron la puerta rápido, me asuste, no tuve otra opción que irme, no quería que se enojaran conmigo. Regresé a la habitación, Arándano estaba dormido. Un poco triste me iba a ir cuando escuché un grito. Creí que era mi mami que había vuelto por mí. La llamé pero no contesto.

Cris y Emma empezaron a jugar a las escondidas, me uní a ellos me encanta ese juego. Aunque no queríamos molestar porqué ya sabía que vivían dos hombres en casa. No sé por qué, pero me recordaban a mis papis. El moreno tenía el mismo color de piel que mami y él otro tenía los ojos azules de mi papi. Por un segundo recordé que mis papis eran dos hombres también.

Seguí visitando y jugando con Arándano, hasta que un día, note que su papá había llegado tarde y estaba nervioso. Para esos días muchos de mis amigos estaban nerviosos porque habían visto al hombre malo merodear por la casa. Era cierto el papá de Arándano, pasaba horas hablando con esa persona. Un día Rapha estaba triste, porque no veía a su papá. Le conté la verdad su papá ya no lo quería.

La voz de su papi se escucho. Lo retuve para avisarle que estaba en peligro. La voz volvió a sonar con molestia y se fue. No puede quedarme a esperar tenía que hacer algo, debía evitar que el hombre malo entrará a la casa. Bajé a una casita que podía ver desde la ventana. Sabía que papá estaba ahí. Con cuidado entré, algo en mí tembló, era el hombre malo.

Papá se veía molesto por algo, estaba de espalda. El hombre malo se acercó y lo abrazó. Quería soltarse, pero Ragnor era más persuasivo, movía sus dedos en forma extraña. Llevó sus labios al cuello de papi y lo empiezo a besar poco a poco fue subiendo su camisa.

Lo volteó y la mirada de papá estaba pérdida, no era él. Ragnor se sentó en el sofá y lo subió a sus piernas. Quito el botón del pantalón. Había una resistencia por parte de papá, pero no tan fuerte, para acabar con eso. Ya estaban sin ropa, cuando Ragnor cambio de lugar. Se sentó en él, comenzó a gritar y brincar como si jugaban, pero papá solo llamaba al nombre de mami. Eso hizo molestar a Ragnor, quién lo tomó por el cuello dejando una marca.