Spring is (not) pretty | Geraskier

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Ver a Jaskier mimando tanto a Roach nuevamente se sentía demasiado irreal, como si en cualquier momento fuera a despertar y se diera cuenta de que sólo era un sueño, uno de tantos otros que había tenido sobre él y que lo dejaban con un agridulce sabor en la boca.

El fauno estaba interpretando una canción para la yegua, y verlo tocando el instrumento mientras cantaba lo hizo querer abalanzarse contra él y abrazarlo con todas sus fuerzas, sólo para comprobar que de verdad estaba ahí, sonriendo y brillando en medio de la nieve. No importaba qué estación fuera o qué colores lo rodearan, él era como una luz en medio del bosque y Geralt sólo podía mirarlo y disfrutar de su calor.

Ni siquiera pudo prestar mucha atención a la letra, pero sus elogios fueron sinceros y pensó que debía hacerlo más seguido cuando Jaskier se acercó a él con una enorme sonrisa, volviendo a frotar sus mejillas antes de darle un cariñoso beso en la boca.

Aquello era tan nuevo como acogedor. Jaskier sólo frotaba sus mejillas al saludarlo o despedirse, pero acababa de hacerlo otra vez y, ahora, también lo había besado; lo hizo sentir que todo el maldito tiempo esperado había valido completamente la pena.

Las astas firmes y elegantes llamaron su atención, y se preguntó por qué el fauno estaba aquí si no las había mudado todavía. No se quejaba, claro que no, pero le gustaría saber cuánto tiempo se había perdido de estar con él por no venir antes, y si cabía la posibilidad de que Jaskier lo acompañara a Kaer Morhen el próximo invierno. Pasar juntos seis meses al año sonaba mucho más atrayente que tres, aunque él quisiera tomarlos todos.

Entre el parloteo alcanzó a captar cómo Jaskier había presumido su laúd ante Valdo y, de paso, lo había retado a un duelo en el que salió victorioso, pero en medio del relato un ruido cercano los alertó a ambos, y rápidamente se posicionaron a la defensiva uno al lado del otro.

Geralt gruñó, y justo cuando iba a ordenar que la persona saliera ésta lo hizo por sí sola, mostrándose a unos metros de distancia con una confiada sonrisa.

—¡Pris! —gritó Jaskier, corriendo a abrazar a la mujer de su misma especie. Geralt se tensó; la hermosa rubia atrapó al ojiazul en sus brazos y el cariño en sus ojos fue evidente, pero le cortó la respiración verlos frotar sus mejillas uno contra el otro, y toda la agradable nube que lo había rodeado hasta ahora desapareció por completo.

—No te he visto en un tiempo, botón de oro, ¿quién es tu compañero? —preguntó la rubia, alzando la vista hacia él. Geralt apretó los puños pero optó por acercarse, esforzándose por calmar sus pensamientos. Con su personalidad tan sociable, el fauno seguramente conocía a muchas más personas aparte de él.

—Es Geralt, mi amigo —presentó el ojiazul, volviendo a su lado con una orgullosa sonrisa. El brujo aprovechó la cercanía para poner suavemente una mano en su hombro, asintiendo a modo de saludo mientras deseaba internamente tener siempre esa atención sólo para él.

—Priscilla —se presentó ella, extendiéndole la mano para estrecharla—. Folla-amiga de Jaskier, es un placer —sonrió con astucia, y la momentánea felicidad de Geralt se derrumbó en un segundo. Quiso romper todos sus dedos en ese momento, pero lo que ellos hicieran no le incumbía y no dejaría que eso lo alterara, o al menos no lo demostraría.

—¡Pris! —chilló el fauno, bajando sus orejas y sufriendo un fuerte sonrojo.

Intentó calmarse respirando con lentitud. Jaskier no debía avergonzarse por satisfacer sus necesidades sexuales, él lo hacía con las prostitutas en los pueblos, era normal... Aunque no se hacía amigo de ellas, mucho menos tan cercano como la rubia parecía al jalar a Jaskier contra sí misma de nuevo, frotando sus mejillas y marcándolo con su olor. Incómodo, el ojiazul sonreía e intentaba alejarla disimuladamente, y Geralt se preguntó cuánto duraría ésto.