—¡Geralt, ten cuidado! —lloriqueó el fauno, viendo con exagerado asco el viscoso líquido que le había salpicado el brujo al degollar un ahogador. Geralt rodó los ojos, viéndolo correr al río para limpiar su traje, y rápidamente lo siguió para cuidar que un monstruo no lo hundiera.
Las astas de Jaskier ya estaban a mitad de crecimiento, pero aún eran inútiles en combate, por lo que el fauno debería estar siendo más cuidadoso. En cambio, últimamente parecía arrojarse de cabeza hacia el peligro, y Geralt se preguntó por qué de pronto se había vuelto tan confiado.
El ojiazul estaba acuclillado frente al agua, fregando la mancha con un gran puchero en sus labios, y Geralt agradeció estar cerca cuando vio su pezuña resbalar en el barro, tomándolo justo antes de que su espalda diera contra el lodo. No sobreviviría a un Jaskier quejándose por su traje arruinado, no de nuevo.
Desde que había roto el azul, el fauno había cuidado el rojo como oro, y desde entonces se había vuelto un fanático de la elegancia. En el bosque no usaba las botas, pero cuidaba su traje casi tanto como a su laúd, por lo que Geralt ya no sólo se preocupaba de protegerlo del peligro, sino también de la suciedad.
—Gracias —tartamudeó el fauno mientras lo estabilizaba, frotándose luego contra su mejilla y dándole un beso como agradecimiento. Geralt sonrió; estaba sucio y apestaba como el infierno, sin embargo, no importaba cuán quisquilloso se hubiera vuelto Jaskier, el ojiazul se pegaba a él con la misma normalidad de antes.
Adoraba al nuevo Jaskier tanto como al anterior, pero los nuevos gestos entre ellos hicieron que, cuando despertó por segunda vez con el sonido de algo rascando contra un árbol, su pecho doliera más que antes.
Esta vez no se levantó en seguida. Cerró los ojos y alargó el momento todo lo posible, fingiendo estar dormido mientras escuchaba al fauno caminar alrededor, ordenar algunas cosas y, finalmente, sentarse a su lado para trenzar su cabello, antes de levantar las frazadas y acurrucarse frente a él, besándole suavemente la nariz.
No pudo seguir aguantando; abrió los ojos lentamente, y los azules lo recibieron con ternura. Sonrió, porque aunque sentía que su pecho estaba siendo apuñalado no podía evitar sonreír cuando miraba a Jaskier, y suspiró con resignación mientras lo envolvía entre sus brazos, besando su frente largamente y enfocándose en sentir su calor, en recordar el tamaño de su cuerpo, la fuerza de sus latidos y la tranquilidad en su respiración.
—¿Nos vemos en el invierno? —susurró Jaskier contra su pecho, y él se tomó unos segundos antes de asentir lentamente.
✺✺✺
El otoño recién comenzaba cuando se encontró con un fauno en su camino. Desgraciadamente, no era Jaskier.
—¿Qué tal, brujo? Te ves horrible.
—Priscilla —masculló a modo de saludo. Si bien la rubia no le desagradaba, tampoco era una compañía encantadora.
—Supongo por tus ojeras que lo tuyo con Jaskier no funcionó —sonrió alzando una ceja, y se acercó a él para seguir el paso de Roach.
Geralt se preguntó qué demonios estaba haciendo un fauno en medio de la carretera, y supuso que sólo era debido a su extraordinaria habilidad para atraer la mala suerte. Eso, y que le había quitado sin querer a esta fauna su folla-amigo.
—Acordamos reencontrarnos en invierno —murmuró, sin saber por qué le estaba dando explicaciones.
—Oh, entiendo, toda pareja necesita tiempo a solas, estar juntos día y noche puede ser estresante, ¿no? ¿Quién se cansó primero del otro?
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Spring is (not) pretty | Geraskier
FanfictionLa primavera es la peor estación para Geralt, hasta que conoce a una criatura que ama las flores.