𝚁𝚞𝚖𝚘𝚛𝚎𝚜 || • ꜱᴀꜱᴜꜱᴀᴋᴜ •

Confesiones

– ¿Lee? – habló sorprendió Neji, viendo a través de la red al resto de su equipo en ese bosque.

– ¿Cejotas-sensei? – Naruto habló con los ojos abiertos como plato, no se lo podía creer – ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?

– ¡Que la llama de la juventud no se extinga nunca! – exclamó el hombre mayor con cabello en forma de casco, con su peculiar sonrisa.

– ¿Cómo es que supieron que estábamos aquí? – preguntó Tenten realmente confundida.

– Deja eso, primero que nos quiten esta red – interrumpió Kiba. Los recién llegados se acercaron a ayudarlos a quitarse la pesada red, que inexplicablemente no se la habían podido quitar antes.

– ¿Por qué esta cosa pesaba mucho cuando estaba el otro anbu?, bueno, si es que es verdaderamente un "anbu" – Naruto entre cerró los ojos el haciendo comillas con sus dedos, al mismo tiempo que apuntaba acusadoramente a Guy y Lee.

– Oh si, él es un verdadero anbu – interrumpió Tsunade –. Y la red pesaba porque yo puse un poco de mi chakra en ella.

– Aldea de locos – susurró Suigetsu al ver que a todos les faltaba un maldito tornillo, principalmente a la Hokage.

–Hokage-sama, me podrían explicar cómo es que ellos están aquí, y ¿quién fue el que se llevó a Sakura? – preguntó Sai. Esto no podía estar más enredado –. ¿Cómo es que está aquí tan tranquila?

Tsunade iba a responder, pero la interrumpieron.

– A ver, a ver ¿Quiénes son estos dos con traje ridículo? – dijo Suigetsu mirando a los de las cejas grandes, levantándose del suelo y sacudiéndose el polvo

– Ningún traje ridículo, este traje es de juventud, de espíritu, de nobleza – hablaba Lee con gran entusiasmo alzando sus puños mientras decía su pequeño discurso – ¿no es cierto, Guy-sensei?

– ¡Así es, Lee! – y al mismo tiempo que decía les salió un respaldo de un atardecer con un gran mar a lado de él.

Suigetsu los miraba con bichos raros.

–Muy bien, muy bien, ya basta – bufó Tsunade después de ver ese teatrito que ya todos conocían.

– ¿T-Tsunade-sama? ¿Quién se llevó a Sakura? –preguntó con preocupación la Huyga, la rubia volteó a verla y se acercó a Shizune y empezaron a cuchichearse cosas entre ellas, asintieron un par de veces y caminaron de regreso hacia Hinata.

– Esta bien, les explicaremos – empezó a hablar Shizune –. Ahora siéntense... – no terminó de hablar cuando ya todos estaban alrededor de ellas como si les fueran a contar algún cuento, incluso Guy y Lee quienes ya sabían todo pero ellos querían volver a escucharlo, en cuanto a Suigetsu, también se sentó queriendo oír el chisme.

Horas antes.

– ¿Pero qué...? – poco a poco fue abriendo sus ojos, agarrándose la cabeza, le dolía de una forma diferente, se enderezó lo que pudo y su vista comenzaba a tener más claridad, giró su cabeza hacia la izquierda, viendo a su mano derecha inconsciente – ¡Shizune! – se acercó lo más rápido que pudo y empezó a aplicar su técnica medica en su amiga, pasaron los segundos y los recuerdos volvían a su mente como una ráfaga.

– ¡Maldita sea! – vio la celda de Suigetsu y Sasuke – ¡Se escaparon! ¡Esos malnacidos! ¡Me las pagarán muy caro! ¡Malditos sean el emo vengador y el dientes de serrucho!

– ¡Peligro! – gritó alterada Shizune al despertar, Tsunade rodó los ojos.

– Que peligro ni que nada, Shizune estos desgraciados se escaparon, nos aventaron un gas para hacernos dormir – se levantó del suelo, ayudando a su compañera también a incorporarse.