𝒮𝑒𝓇𝓋𝒾𝒸𝒾𝑜 𝒹𝑒 𝓅𝓇𝑜𝓉𝑒𝒸𝒸𝒾𝑜́𝓃

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Servicio de protección

Reporteros

Periodistas

Gentes de televisión

Todos ellos afuera de Kappa Kappa Gamma queriendo tener la encadenadora entrevista con nosotras.

Son como una peste

— ¡Chicas!— Amelia bajó corriendo las escaleras.

Lily y yo estábamos sentadas en la ventana viendo por pequeños espacios de la cortina como tomaban fotos, uno de ellos estaba en un reportaje grabando hacia la casa. Maddy estaba escuchando ese reportaje en la televisión.

— ¿Lograron entrar?— Sky estaba echa bolita a un lado de Maddy.

— No— estaba realmente nerviosa:— Mi padre viene para acá.

Ruppert Johnson

Enigmático empresario, famoso entre los negocios.

Perseguido por la prensa siempre

Padre de nuestra querida Amelia.

— Más prensa.— Lily cerró la cortina.

— Lo siento si suena feo.— le dije a Am:— pero ¿a qué viene tu padre?

— Digamos que vió uno de los reportajes de ellos.— apuntó a la ventana:— Y ya viene entrando al campus.

— ¿Debemos preparar algo?— pregunté.

— No, supongo que es de entrada por salida.— Amelia se veía triste.

Un claxon sonó fuera.

La prensa rodeó el carro, sabían perfectamente de quien era.

— Que raro.— estuvo un momento observando a través de la ventana.— Viene un camión blindado atrás.

Amelia la cerró, dió un respiro hondo y fue con todo hacia la puerta. Traía ese aire de jefa, con una cara de: "soy dueña de todo, ¿no lo ves?"

Apuesto todo a que también por dentro es insegura.

— Señorita Johnson, nos puede explicar porque las amenazas.

— Señorita Johnson, una pregunta

— Señorita Johnson, ¿qué significa muerte por muerte?

El coche negro se abrió y de él salió un hombre bastante atractivo, su cabello ya tenía indicios de canas, con su traje perfectamente pulcro, unas gafas oscuras en sus ojos y un cigarrillo en su mano.

— Lo que pasó aquí, solo fue una broma estudiantil, señores.— Ruppert Johnson tomando el control:— Pueden irse. No son más que juegos.

— Señor Johnson, ¿nos permite un momento?— una de las reporteras se acercó.

— Con todo respeto, señorita.— se quitó las gafas y la vió duramente:— Tengo mejores cosas que hacer.— y con eso el enigmático señor Johnson entró a la Sororidad Kappa Kappa Gamma.

Él entró y el bullicio de los reporteros se escuchaba demasiado. Lentamente cerré la puerta y todo ese ruido se fue apagando.

— Un gusto en conocerlas niñas.— se quitó su saco y lo colgó del perchero de la entrada:— Ahora, ¿quién me va a explicar que pasó?— su voz poco a poco fue cambiando a ira.

— Sol escuchó el vidrio quebrarse de la puerta trasera.— Amelia dijo calmada.

— ¿Y quién es Sol?— nos miró expectante.

El Caso De S.MillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora