Feliz Día a Ambas.

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Con la llegada del día predestinado, todos los allí presentes se encontraban nerviosos de ver ya la celebración en su pleno apogeo en el altar, pero todo a su debido ritmo, pues ahora mismo la pareja tenía un lío enorme al tener que ir a visitar constantemente a sus dos amigas sin dar spoilers a la otra sobre como estaba la contraria.

Los niños seguían a sus padres o se quedaban con sus tías, de vez en cuando salían con autorización para ayudar o saludar a sus tíos.

Seven estaba junto a V comprobando que todos los preparativos estuviesen en su sitio.
Yoosung y Saeran traían la tarta.
Vanderwood comprobaba la lista de invitados y la seguridad cada dos por tres.
En definitiva: un caos bastante bien organizado.

Por ello, empecemos con nuestra querida Mc, que se encontraba con Jumin viéndola por atrás y ayudándola con el vestido para que la hiciera lucir las curvas que ésta misma portaba en su silueta.

Girándose para ver mejor a uno de sus mejores amigos, Mc no pudo reprimir su pregunta y tuvo que lanzarla al aire. —¿Cómo me veo? — preguntó mientras dejaba sus manos reposadas a la altura del vientre, jugando con sus dedos por el nerviosismo que le causaba todo aquello y lo que las tocaría hacer después en el propio altar.

Jumin reflexionó sus palabras mientras veía una vez más a su amiga enfrente suya sonreír con claros nervios y con las manos inquietas.

No negaría que el vestido le quedaba al guante, pues él mismo lo había propuesto a pesar de ser ajustado y conociendo a su amiga de vestir con ropas anchas.

Con la parte de adelante terminada en un escote de hombros abiertos con mariposas bordadas que disimulaban la linea final del mismo, bajando por el mismo, se podía ver como las mangas del vestido eran largas y llegaban hasta el dorso de la mano que acababa en forma de flechas con el mismo acabado de mariposas que arriba. La cintura portaba unas pequeñas costuras y lineas que caían del pecho, haciendo ver todo aquello muy acolchonado pero sin desmoronar la figura de la joven. La falda sirena que levaba y que dejaba una estela caer al suelo, tenia decorados a medida que bajabas la mirada con flores, mariposas, hojas y hermosas aves tejidas a mano en un bordado precioso que no era para nada soso ni barroco.

Pidiendo a la chica que girara una vez más, Jumin pudo observar la espalda abierta que traía la chica y como esta terminaba al igual que el escote: con un bordado de mariposas delicado y precioso que desaparecía casi a la altura de la cintura.

De nuevo la pidió darse la vuelta para observarla de mejor forma, encontrándose de nuevo con la hermosa figura y vestido de por la parte de adelante, decidiendo al fin su respuesta para la novia. —Perfecta. — declaró con sinceridad, haciendo que la novia delante suya, soltara todo el aire reprimido.

—¿Tú crees qué a Jaehee le gustará? — preguntó preocupada la joven sin mucha confianza de mirar a su amigo a la cara.

—¿Te disgusta el vestido? — preguntó mirando a su amiga.

Mc negó casi de forma apresurada. —¡Qué va! ¡Me encanta! Es muy cómodo y hermoso. Solo... Tengo curiosidad... — dijo de nuevo con una sonrisa nerviosa.

Acercándose a la joven matojo de nervios, Jumin posó sus manos encima de los hombros, de la joven. —Estas hermosa, a Jaehee le encantará. — animó con una sonrisa el de cabellos carbón.

—Gracias. — dijo en voz baja la joven con unas ganas tremendas de llorar por la emoción y los nervios.

Unos toques sonaron en la puerta y poco después ésta fue abierta, dejando ver a Seven que parecía entrar con pudor a la habitación por si veía algo que no debía.
—Mc, ¿estás-...? — y sin habla es como se quedó el pelirrojo al ver a su amiga lucir el vestido.

Familia [Zen X Jumin] [Mystic Messenger]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora