heartbreaker ✧ jung jaehyun

eres para mí ✧ 15

Las semanas siguientes transcurrieron de manera relativamente normal, si es que así se podía decir. A pesar de que de alguna manera Sunhwa parecía querer interponerse siempre que Jaehyun y yo estábamos juntos, nunca lo lograba, de cualquier manera me aliviaba y hasta admiraba que al menos fuera un poco discreta en su intento de intromisión.
Y aunque siempre trataba de humillarme o hacerme sentir mal, no me lo tomaba personal, inclusive a veces me daba hasta risa que su atención se centrará tanto en mí, al menos agradecía su llegada y tener a Jaehyun a mí lado, pues eso me había dado agallas para volverme más segura de mi misma.

Hoy por hoy Misoo yacia recostada en su banca, dormía como una bebé, le coloqué un suéter encima y pareció agradarle; yo admiraba las ojas que caían del árbol cerca de la ventana, nos encontrábamos a finales de septiembre y la brisa otoñal ya se podía sentir en el ambiente.
El profesor de Matemáticas estaba ausente pues se había enfermado, por lo que seguramente durante toda está clase Misoo dormiría y yo estaría aquí sentada sin tener alguien con quién platicar, decidí salir y dirigirme a comprar alguna golosina a la máquina dispensadora.

Así lo hice, al llegar a la máquina elegí comprar un pastelito de chocolate, cuando iba a ingresar los billetes lo pensé dos veces y preferí comprar dos, le regalaría uno a Jaehyun, sonreí frente a la máquina mientras ingresaba el dinero, los pastelitos fueron cayendo poco a poco de está, los recogí y me dispuse a alejarme de allí.

— Hola. —escuché decir a una voz.

— ¡Ahhh! Me asustaste. —dije con el corazón latiendo velozmente.

Jaehyun estaba en la típica pose de siempre, agachado para lograr que su cara quedará a la par de la mía.

— No era mi intención, perdón Min. —contestó un poco apenado por lo que me abrazó y pude notar como sus orejas se tornaron rojas por la pena que le había generado, él trató de cubrirlas pero yo quite sus manos para poder admirarlo y calmarlo.

— Está bien, tranquilo, sólo que fue repentino y... Esto es para ti. —repliqué al recordar el pastelito que le había comprado.

Jaehyun lo tomó sonriente y me agradeció por el detalle. Caminamos de regreso a nuestros respectivos salones mientras comíamos los pastelillos y platicábamos un poco.

— Los chicos y yo iremos hoy al karaoke, me dijeron que sería bueno si vinieras así que estaba pensando en invitarte. ¿Qué dices? —cuestionó.

— ¿Yo? ¿Contigo y tus amigos? —pregunté medio confundida.

— Exactamente, oh vamos, les caes bien y creen que eres simpática. —dijo asintiendo y con una sonrisa en su rostro.

— Supongo que en ese caso debería aceptar acompañarlos. —aseveré finalmente.

— Genial ¿Debería pasar por ti? —dijo con incertidumbre.

— Oh no, no hay problema, dame la dirección y veámonos allá. —repliqué.

Seguimos caminando hasta nuestros salones, nos separamos para tomar las últimas clases y nos prometimos vernos por la tarde en el karaoke.

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Miré la dirección en mi teléfono rectificando que fuera el lugar correcto, así era por lo que entré. Jaehyun estaba esperando en la recepción y me saludó desde lejos, me acerqué a él y me llevó consigo hasta la sala dónde estaríamos todos.

— Gracias por venir. —dijo plantando un beso en mi frente.

— No es nada, sólo no me podía perder este momento contigo y tus amigos. —recalqué mientras sonreía.