fuimos amor ✧ 19

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La suntuosa melodía de las hojas al caer que marcaban la peculiaridad otoñal se volvían menos comunes a medida que pasaban, los días, semanas y el mes.
Noviembre acaecia, me encontraba sentada en aquella banca donde siempre esperaba a que llegara el autobús que me llevaría del trabajo a mi casa, estas últimas semanas la presencia de aquel chico que se había enmarcado los últimos meses dentro de mi vida se había esfumado, él y su compañía habían desaparecido de la faz de la tierra.

¿Qué si lloré? ¿Qué si sufrí? Como una loca, el fin de semana siguiente a aquel incidente me costó levantarme de la cama de mi habitación, mirando a la nada, con la mente en blanco y el corazón apachurrado.
Misoo llamaba una y otra vez al teléfono, también lo hacían Mark y Lucas pero en ese entonces decidí que lo mejor sería no pensar en nada más, cerrar mi mente, y precisamente eso fue lo que sucedió.
Al regresar a la escuela los cuchicheos se hicieron presentes, por supuesto que así fue. Entonces, trataba de hacer oídos sordos a todo aquello; Misoo ni siquiera llegó a cuestionarme respecto a la situación, sólo se cercioraba de que me encontrará bien, Mark hacia chistes y contaba anécdotas que según él tenían por objeto hacerme reír, pero su plan fracasaba continuamente, Lucas por su parte, parecía igual de apesumbrado que yo, y a pesar de que le había asegurado que él no tenía la culpa de nada, esto no pareció tranquilizarlo hasta mucho después.
Jaehyun, el susodicho, se aparecía de vez en cuando en la cafetería, el pasillo de los casilleros, el patio, en cuanto lo veía me daba media vuelta y salía huyendo de ahí con las mejillas infestadas por un tono rojizo, a veces tenía la sensación de que él se volvería hacia mí, me tomaría de la mano e intentaría hablar conmigo, pero eso jamás sucedía y cuando relajaba la mirada para cerciorarme de aquello, él ni siquiera parecía notar que yo estaba ahí. Él se había alejada de mi vida y al parecer yo también lo había hecho de la suya, actuaba como si desde aquella noche, yo hubiera dejado de existir para el.

Al principio, aquellos viajes de regreso a casa, en camión, sin la compañía de Jaehyun, me parecían eternos, agotadores y aburridos, pero después de un tiempo caí en cuenta de que esa había sido mi hábitat natural por mucho tiempo, mi manera de sobrevivir y jamás me había sentido mal al respecto, así que poco a poco me acostumbré se nuevo.

Esta vez, al llegar a casa, mi madre no me recibió con las típicas preguntas que había formulado al inicio de la situación: ¿Has hablado con él, ya? ¿Por qué no arreglas esto? Se notaba que él te quería de verdad.
Pero sí me hubiera querido, no habría decidido creerle a Sunhwa, aunque claro, yo llevaba algunos meses en su vida y ella me ganaba por años.
Cuando ya hube entrado por la casa, mi madre me recibió, charlamos juntas de nuestros días mientras comíamos un gran pastel de zanahoria, no había ocasión especial para consumir un pastel, pero me vino de maravilla y por alguna extraña razón, quedé saciada y renovada.

Después, subí a mi habitación, me tumbé en la cama, del cajón en el buró de al lado, saqué un broche de cereza de color rojo.
No lo había usado en mucho tiempo y la sensación de volver a ponerlo en mi castaña cabellera hacia que mi estómago diera un vuelco, indudablemente, me hacía pensar en Jaehyun, otras veces, alejaba con un manoteo, aquella imagen de una cálida sonrisa, enmarcada por dos hoyuelos, con los ojos brillando, pero está vez, aquello no sucedió, seguí pensando en él y en todo lo que aún provocaba en mí.
Me quedé dormida profundamente, con el broche entre mis manos.

El lunes por la mañana, no me venía nada bien, salí corriendo de mi hogar, para poder alcanzar el autobús que me llevaría al colegio, el aliento se me iba, lo único bueno de correr con aquel apuro fue que logré llegar a mi destino.
Caminé por los pasillos, con la vista fija en el suelo para evitar que pasará alguna situación que amenazara mi tranquilidad y que tuviera que ver con cierto chico. No la levanté hasta haber llegado al salón, Misoo estaba ahí, volteó su mano hacia mí y la agitó para regalarme un saludo, le sonreí de la forma más gentil que pude y me acerqué hasta ella.

heartbreaker ✧ jung jaehyun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora