Tú, mi prólogo de vida

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¡Hola!
Vuelvo a publicar esta historia, que fue una de las primeras que escribí hace muchos años atrás (no es la gran cosa, pero le tengo mucho afecto ♥️ porque el NaruSasu siempre ocupa un lugar especial en mi cora xD)

En fin, ojalá les guste (a los que la leen por primera vez ) pese a no estar muy bien escrita 👀🤣🙌🏻

🦂 Sasorito 🦂

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Los veranos suelen ser especiales, llenos de anécdotas y recuerdos que quedan plasmados en la memoria de uno por un largo tiempo, para bien o para mal. Con algo de suerte, logran grabarse para siempre en el corazón.

En mi caso, sin duda, lo que viví en el último verano me dio una gran razón por la cual vivir y luchar. Había conocido lo que es amar incondicionalmente, más allá de cualquier límite o dificultad, entregándome completamente en cuerpo y alma a la persona destinada para mí.

No me arrepentía de nada. Nunca lo haría. A pesar de todo, volvería a elegirlo a él una y otra vez.

Esta es mi historia...

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Un año atrás

—Sasuke, no olvides que después tenemos la cena con unos amigos —me recordó mi padre mientras yo tomaba mi celular y las llaves de la cabaña —. No vuelvas muy tarde.

Él siempre se pone nervioso cada vez que salgo solo a algún lado.

—Descuida, a las siete estaré de vuelta —se suponía que eran vacaciones y que tenía permitido volver a cualquier hora pero, a mis queridos padres, se les ocurría invitar amigos a cenar casi todas las noches.
Eso no sería problema, si tan sólo no me obligaran a comer con ellos.

¡Necesito tener una vida urgente!

A veces me siento realmente solo, sin amigos ni nadie con quien compartir mis cosas. El hecho es que, al ser un doncel de unos 17 años, mis padres me sobreprotegen de forma desmedida y absurda. Por ello es que se me dificultaba hacer amistades, más que nada del sexo masculino. Ellos creen que los hombres sólo me verán de forma lasciva y tendrán "malas" intenciones conmigo. Yo no creía que fuera tan así, pero no podía hacer nada para evitarlo. Cada vez que llevaba a un amigo a casa mi padre lo incomodaba con su severa mirada y comentarios fuera de lugar, e incluso hirientes, por lo que no volvían a hablarme o visitarme.

Por otro lado, estaba el sexo femenino, el cual solía ignorarme o rechazarme a causa de mi condición. Decían que "por chicos como yo es que a ellas las están haciendo a un lado", y por ende, me ven como una amenaza.

¡Puta vida!

Asentí de mal humor, abrí la puerta y salí rápidamente en dirección a la playa. Habíamos alquilado una acogedora y humilde cabaña a poca distancia del mar a las afueras de un pueblo que solemos visitar casi todos los veranos. Amo este lugar, realmente lo hago. Su tranquilidad, sus paisajes y la suave brisa del atardecer me completan y me relajan. En la ciudad suelo estar siempre irascible, irritado y con muy poca paciencia. Soy un maldito bastardo con los demás. Pero es que, en el fondo, me generaba rabia que todos me vieran como si fuera una cosa rara o alguien a quien hay que quitar del medio –como pasa con muchas de mis compañeras del colegio –, y al estar a la defensiva constantemente respondía de mala manera a todo aquel que osara hablarme. Por suerte éste sería mi último año de preparatoria y ya no tendría que seguir padeciendo ese tipo de rechazos.
Realmente esperaba que la universidad vaya a ser distinta y, al fin, pueda tener amigos como corresponde.

NaruSasu: Eterno Amor de Verano [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora