Su celular sonó de pronto, interrumpiendo la situación. Claro, parecía no querer tomarlo, no quería fijarse quién era, pero la persona en cuestión estaba siendo muy insistente. Al parecer era algo urgente, y Naruto debía atender el llamado sí o sí.
Con las lágrimas aún cayendo por mis mejillas, le pedí entre pequeños hipidos que contestara. Él volvió a negarse pero, al haber sido tan determinante con el tono de mi voz, terminó aceptando.
—Hola, Hinata —saludó de mala gana ni bien deslizó su dedo sobre el botón verde que aparecía en la pantalla del móvil. Ese nombre hizo eco en mi mente con tanta fuerza que me devolvió a la realidad. No podía confesarle nada. No podía arruinarle la relación a una chica tan bondadosa y gentil como ella. Hinata no tenía la culpa de tener a un mentiroso como novio, que la engañó y embarazó a otro. Yo no voy a ser la razón de la destrucción de aquello que formaron a lo largo del tiempo que llevan de conocerse —. Estoy algo ocupado ahora. No puedo atenderte, 'ttebayo —fue lo que le dijo rápidamente.
"¿Algo ocupado? Oh no, Naruto. Ya no estarás más ocupado conmigo.", tajé para mis adentros, mirándole mal. Entonces me sequé las lágrimas como pude (no recordaba haber llorado tanto en mi vida como últimamente. Ni siquiera por las burlas y ofensas de mis compañeros, sobre todo las de Sakura), y me dirigí hacia la puerta de mi habitación para abrirla de par en par. Y mientras Naruto escuchaba a su novia del otro lado de la línea, me miraba con atención y hacía gestos con su rostro a la vez que modulaba con su boca "por favor, no". Sabía que pensaba echarlo de mi casa. Pero ni pidiéndomelo de rodillas dejaré que se quede.
—Sí. Luego iré, tranquila —apresuró la comunicación —. Adiós.
Ni bien colgó, vino hacia mi dando grandes zancadas y me sujetó del rostro pero yo lo alejé dándole unos manotazos para que me soltara.
—Vete, Naruto —le ordené con firmeza traspasándolo con la mirada.
—No, quiero explicarte todo-
—¡¿Qué parte de que ya no quiere tener nada contigo no se entiende?! ¡Ya lárgate de aquí!
Pero él se rehusó a hacerme caso y me besó. Era un beso demandante y desesperado. Sin embargo, yo no estaba dispuesto a corresponderle. Tenía que hacerle entender que sólo me lastimaría más de lo que ya lo había hecho si seguía aquí.
Así que intenté apartarlo sin ser muy brusco pero al ver que él se mantenía firme mientras continuaba con sus posesivos besos, lo empujé con más fuerza.
—Sasuke...—susurró dolido —. No me alejes de tu vida, te lo pido.
Negué con mi cabeza e hice un ademán con mi mano en gesto de que no deseaba seguir escuchándolo.
Intentó convencerme un par de veces más con palabras pero yo sólo le señalaba con mi dedo índice la (conocida) salida. Resignado, agachó la cabeza y salió de mi habitación. Antes de dejarme en la soledad que me brindaban las cuatro paredes que me rodeaban, me había susurrado con tristeza un "te juro que no fue mi intención lastimarte".
Por mi parte me había rehusado a mirarlo, quizás creyó que no lo había escuchado pero sí lo hice. Oí perfectamente sus palabras.
—Aunque no lo hayas querido hacer, me lastimaste, Naruto. Pero a su vez me diste el mejor regalo que alguien puede recibir en la vida —balbuceé mientras apoyaba ambas manos sobre mi vientre.
No era irónico, en lo absoluto. Si bien en un principio no supe qué hacer con mi embarazo, considerándolo más un problema que otra cosa, ahora estaba seguro de que daría todo de mí por cuidar aquello que formamos juntos. Amaré a mi hijo y le daré una vida llena de cariño y contención. Lo haré yo solo, por los dos...
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NaruSasu: Eterno Amor de Verano [AU]
RandomCuando menos lo esperas, cuando menos lo crees posible, el amor puede aparecer frente a tus ojos sin siquiera darte cuenta. Así de inesperado. Así de mágico. Esta es la historia de un bello doncel llamado Sasuke Uchiha, quién durante sus vacacione...