Deshecho

113 16 19
                                    

La semana pasó más rápido de lo que me hubiese gustado. Había disfrutado cada día y cada noche junto a él. Mi amor por Naruto había crecido abismalmente y mi inseguridad al tener que separarnos lo hizo de igual manera.

No quería que el día llegara y tener que despedirme de él hasta nuevo aviso. Era claro que cada uno estaría ocupado con sus cosas y no tendríamos tiempo suficiente para vernos.

Aún así, estaba más que feliz por los hermosos días que me hizo pasar, y eso es lo que me llevaría conmigo de vuelta a la ciudad: el recuerdo de un mágico amor de verano. Sé que no iba a ser fácil, pero a su vez me dejaba más tranquilo saber que podríamos seguir manteniendo la comunicación a través de Whatsapp. Además, no todo era tan malo, tenía el delicado colgante que me había regalado. Y como él dijo aquella vez: "el verde es un color relajante que produce sensaciones de tranquilidad y armonía [...] Por ello el detalle del cristal es para que te genere paz...para cuando te sientas triste o preocupado por algo. Así, estaré cuidándote de cierta forma". Así que, solamente con verlo, podría sentirme cerca suyo y todo se volvería más llevadero...

Era de noche, y ésta sería la última vez que nos veríamos aquí en la playa. Caminábamos tranquilamente tomados de la mano como una pareja normal y, en cuanto llegamos a un pequeño muelle, nos detuvimos para apreciar la vista que nos brindaba el mar debajo del cielo estrellado.

Era en verdad hermoso. El oleaje era definido por la delicada luz que la luna generaba sobre él y, a causa de ello, parecía brillar haciendo el panorama aún más perfecto de lo que ya era.

Tras una enorme tanda de besos, abrazos y bonitas palabras, nos miramos fijamente a los ojos. Ambos estábamos más que felices y repletos de energía por habernos entregado en cuerpo y alma en su casa hace tan sólo una hora atrás.

Naruto, de por sí, ya es una persona positiva y vitalista, por lo que me terminó contagiando esa parte tan especial de su forma de ser. Amo cómo es...más bien, amo todo de él.

—Sasuke...—musitó de pronto nostálgico, provocando que mi corazón diera un vuelco al verlo como si estuviera sufriendo por algo que yo desconocía.

—¿Qué sucede?

—Nada, es sólo que he estado pensando mucho en nosotros y...

—Descuida, nada destruirá esto que tenemos ahora —le interrumpí a la vez que acariciaba una de sus mejillas —. Cuando estemos allá, todo seguirá igual. Ya lo verás.

No contestó. De cierto modo, mis palabras parecían haberle hecho sentir peor. Lo podía ver en sus ojos, pero no entendía qué es lo que tanto le desanimaba.
Miré entonces sus manos, las cuales parecían moverse con cierto nerviosismo, y me decidí por tomarlas para generarle tranquilidad.

—Confía en mí —le dije con una sonrisa suave —. Mi amor por ti seguirá intacto, Naruto.

Noté que sus hombros se relajaron y luego, tras sonreírme también, me besó.

—Te amo, Sasuke —por fin volvió a hablar, abrazándome con más fuerza que antes —. Y que nada te haga dudar de lo que siento por ti.

No pude evitar sonreír como tonto enamorado. Nunca creí que podría sentir algo así por nadie, con tanta pasión y deseo.

Naruto me revolucionaba el alma por completo.

Gracias a él estaba conociendo lo que es ser realmente feliz...

•••

Al día siguiente sonó el despertador a eso de las 6.30 de la mañana.

NaruSasu: Eterno Amor de Verano [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora