—Vamos hijo, ya debes levantarte —oí la voz de mi madre una vez que ingresó a mi habitación. Ella comenzó a entreabrir las persianas para dejar que el ambiente estuviera más iluminado —. Llegarás tarde a clases —añadió quitándome unos cabellos del rostro cuando se sentó a mi lado.
—Hoy no iré —dije con voz adormilada mientras me cubría más con las mantas, cubriendo casi la totalidad de mi cabeza —. Me siento mal.
Honestamente, no estaba mintiendo del todo. De verdad me sentía mal, pero sobre todo me sentía deprimido. No estaba con fuerzas ni con ganas para soportar las burlas de Sakura y su séquito de inadaptados, por lo cual prefería evitarlos el día de hoy. Además había dormido pésimo anoche, dado que sentía mi estómago revuelto y no podía quitar de mi mente mi actual estado. ¿Cómo iba a decirle a mis padres lo de mi embarazo? ¿Cómo se lo tomarán? ¿Cómo voy a sobrellevar todos estos meses de gestación? ¿Qué iba a hacer yo solo con un bebé? Porque esa es mi realidad, Naruto no iba a hacerse cargo del bebé, eso era más que seguro. Él está con esa chica y, obviamente, no va a dejarla por mí.
—Pues entonces te llevaré al hospital para que te vea un médico.
—¡No! —exclamé rápidamente incorporándome sobre la cama y lanzando las cobijas a un lado —. Ya me siento mejor.
Soportaría cualquier clase de humillación por parte de mis compañeros con tal de que no me llevaran al hospital. ¡Debo evitar que sepan de mi embarazo como sea! Claro que en algún momento tendré que ir a una revisación y demás, pero lo haría solo y en un día en el que mis padres lleguen tarde a casa.
—Bien. Me alegro —ella se puso de pie luego de darme un beso en la cabeza y se dirigió hacia la puerta —. Te quiero listo en diez minutos —dijo antes de retirarse, sin esperar que yo le respondiera.
De mala gana me levanté y fui directo al baño para asearme y arreglarme.
Una vez que terminé de desayunar, mi madre estaba esperándome junto a la puerta para llevarme en su auto. Por suerte papá ya se había ido al trabajo, así que no tuve que escuchar reproches de su parte por mi llegada tarde a clases.
—¿Sasuke? —me llamó ella sin quitar la vista del camino. Faltaba poco para llegar a la preparatoria. Yo la miré sin ningún gesto en particular —. ¿Te sucede algo? Te noto algo decaído.
—No es nada.
—¿Pasó algo con Naruto? ¿Pelearon?
Con sólo escuchar su nombre, me sobresalté. No quería hablar de él, mucho menos con ella.
Inconscientemente puse mis manos sobre mi vientre y bajé la vista hacia esa zona de mi cuerpo, como si con ello pudiera menguar la tristeza que sentía al saber que tendría que atravesar un embarazo a solas.
No era cómo había imaginado mi vida, o más bien, mi futuro. Pero las cosas eran así ahora...
—¿Te duele la panza? —preguntó entonces con tono de preocupación.
—No —respondí negando con la cabeza —. Es sólo que creo que desayuné mucho.
—Escucha...—ella no pareció creer en mis palabras —. Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, hijo —estaba prácticamente suplicando para que le contara lo que me pasaba, y comencé a sentir pena por ella —. Siempre voy a estar para apoyarte —susurró cariñosa —. Por algo soy tu madre...
—Lo sé —le sonreí. Y empecé a pensar que quizás sí debería decirle la verdad, no vendría mal tener a alguien con quién contar...—. Mira —le dije antes de bajar del coche una vez que ella aparcó el auto junto a la vereda, ya habíamos llegado. Pero al final, me acobardé cuano la vi directo a los ojos —...te agradezco tu preocupación pero estoy bien, en serio. Si llegara a tener algún problema, tú serás la primera en saberlo.
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NaruSasu: Eterno Amor de Verano [AU]
RandomCuando menos lo esperas, cuando menos lo crees posible, el amor puede aparecer frente a tus ojos sin siquiera darte cuenta. Así de inesperado. Así de mágico. Esta es la historia de un bello doncel llamado Sasuke Uchiha, quién durante sus vacacione...