~SasukeEsa noche no podía dejar de pensar que Naruto se había ido con esa chica. No tenía ganas de comer, no sabía cómo las cosas se tornarían desde ahora. Quizás ya era momento de cortar la relación, después de todo, estamos en una situación desagradable hace ya bastante tiempo, el hecho de que se vaya con una desconocida que lo agarra del brazo delante de mí, solo me demuestra lo poco que le interesa resolver las cosas.
Ya no quería seguir en mi casa, cada vez que Itachi se iba a la casa de Deidara recuerdo que Naruto pasaba la noche conmigo, no tengo ganas de estar en una casa vacía. Tomé un abrigo, mi celular y mis llaves y salí de mi casa.
Ni siquiera hice dos pasos fuera de casa que me topé de frente con Naruto.
-¿Vas a ver a tu chica? – me dice-.
-¿Qué tonterías dices? – le digo molesto-.
-Sí, tu chica, la que acompañaste en la tarde.
-Karin no es mi chica, ni siquiera la conozco, pero si razonas así, entonces Konan ahora es tu chica- le reprocho-.
-No juegues con eso Sasuke – me dice levantándome la voz-.
-Yo no empecé nada, fuiste tú el que se fue con ella, fuiste tú el que dijo que sí primero incluso delante de mí-.
-Pero tú hiciste lo mismo, te fuiste con Karin ¿Por qué no le dijiste que no?
-¿Por qué yo tengo que decir que no mientras tú dices que sí en mi cara?
-¿Por qué tienes que hacerlo si yo lo hago? ¿Acaso te obligué a decirle que sí a Karin?
-¿Quieres hacerme la contra Naruto? – le digo ya harto- ¿Sabes qué? Vete con Konan o con Karin o con quien quieras, a mí no me importa. Adiós –le digo mientras me doy la vuelta-.
-¿Con que no te importa si me voy con alguien más? – me dice a mis espaldas-. ¿Por qué no directamente cortas ya tu relación conmigo?
-… -no supe que decir, solo me detuve, paralizado por lo que acababa de escuchar-.
-¿Por qué no dices nada? – continua- ¿No es acaso lo que quieres, pero no te animas a decir?
-¿Hace cuánto tiempo que quieres cortar conmigo, Naruto? – le pregunto por lo bajo-.
-No te escucho –me dice-.
-¿Hace cuánto no quieres saber nada de mí? – me doy vuelta y se lo digo alto frente suyo-.
-Yo nunca dije eso – me dice mientras clava su mirada en la mía-.
-¿Por qué piensas que quiero cortar contigo? –le vuelvo a preguntar-.
-Porque las cosas están muy mal, la última vez te fuiste de mi casa, te fuiste a tomar con extraños y me dejaste tirado en mi casa y al día siguiente ni siquiera te importó que no fui al instituto. Me evitas y encima dejas que Karin se te pegue frente a mí; se llevaron muy bien, conversaron largo y tendido – me dice mientras poco a poco baja la voz-.
-Esa vez de tu casa yo quise acercarme, eras tú quien me ignoraba, solo estabas en tu cuarto y no te importó si yo estaba allí o no. Al día siguiente no fui a clases, así que no sabía que no habías ido; con respecto a lo de la cafetería, ¿Qué más querías que hiciera? Ya había leído todo y tú tenías a Konan de tu lado, no puedes quejarte si estabas igual.
-Aun así, te fuiste con Karin
-Y tú con Konan – le reprocho-.
Pasaron algunos segundos, solo mirábamos al piso, no decíamos nada.
-¿Quieres pasar? Le pregunto con voz baja-.
-¿Para qué? – me pregunta-.
-Quizás ya sea momento de resolver esto definitivamente – le digo-.
-Bien – me dice él, sin levantar la mirada del suelo-.
Entramos, vamos a mi cuarto y nos sentamos en los extremos de la cama.
-¿Puedo tomar tus manos? – le pregunto-.
-Si quieres… - me contesta desanimado-.
-Naruto yo… - le digo, tomando sus manos- yo nunca dije que quería cortar contigo-.
-¿De verdad?
-Tú me conoces, si ya no quisiera estar contigo, no lo estuviera. No hago cosas que no quiero hacer.
-Quizás sentías que no sabías cómo decírmelo, intentabas ser suave por el cariño que me tuviste alguna vez; o sólo evitabas el tema.
-¿Acaso escuchaste lo que te acabo de decir? – le pregunto con un tono de voz un poco más alto-. Si no quisiera estar contigo, no lo estuviera y punto.
-Hmmm.
-Pero no puedo decir lo mismo de ti, quizás eras tú el que no sabía cómo cortarme.
-Yo nunca dije eso, pero no puedo negar que ya me estaba haciendo la idea de que podríamos separarnos.
-Se nota que entre los dos, el que tiene menos esperanza en nosotros, eres tú. ¿Acaso no fuiste tú quien se enamoró primero? ¿Cómo puedes rendirte primero también?
-No mezcles las cosas, tú no tienes idea lo doloroso que fue enamorarse primero. Tú estabas por el instituto como si nada desde que llegaste y sólo supiste de mí en segundo año cuando nos hicimos compañeros. Lo único que hicimos fue chocarnos y hablarnos en la cafetería, pero sólo porque yo me acerqué.
-No hables si no sabes –lo interrumpo- yo fui consciente de ti desde que llegué, así que ambos llevamos en esto más o menos el mismo tiempo. Yo intenté con todas mis fuerzas no enamorarme de ti porque sabía lo que esto traería, pero aun así no pude. Quizás tú te enamoraste primero, pero claramente yo me enamoré más profundamente, porque soy yo el que sigue intentando hablarte para que no nos separemos.
-Sasuke… ¿Acaso crees que quiero cortar?
-No parece lo contrario – le digo mientras suelto sus manos-.
-Y encima ahora me sueltas ¿Ves que lo que dices y lo que haces se contradice?
-¿Acaso tú no puedes sostenerme a mí por un momento? Si no quieres que nos separemos ¿Por qué no haces algo para demostrármelo?
-¿Acaso no es una muestra el estar aquí hablado contigo justo ahora? ¿No te parece una prueba el hecho que haya venido a tu casa después de que tu hermano fuera a mi casa?
-¿Qué tiene que ver Itachi en esto?
-Cuando llegó a mi casa me dijo que no habías llegado con buena cara…
-Normal, si te fuiste con otra – le interrumpo-.
-Cállate y déjame hablar – me dice subiendo el tono de voz-. Le pregunté si estabas solo y me dijo que sí, por eso vine a verte. ¿No te parece algo acaso?
-¿A qué quieres llegar con esto le pregunto?
-¿Acaso eres idiota? – me dice mientras me grita-. No quiero terminar contigo y me molesta muchísimo que te hayas ido con una chica que no conoces delante de mí-.
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Giro Inesperado
RomanceNaruto y Sasuke tienen la misma edad, ellos iniciaron en caminos muy alejados que terminaron juntándose definitivamente luego de unos giros que la vida les proponía mientras transcurrían sus años de instituto. Ellos ni siquiera sospechaban lo que l...