~SasukeHermano, no tengo idea de qué estará pasando entre Deidara y tú, pero les deseo lo mejor y les agradezco esta oportunidad.
Mientras Naruto hablaba por teléfono con su hermano, yo también escuchaba y estuvimos más cerca que nunca el uno del otro, podía ver sus hermosas pestañas, adornando mi precioso celeste, ese celeste de sus ojos que tanto me gusta.
La llamada concluyó con la noticia de que tendré a Naruto tres días y dos noches conmigo. El corazón me palpita tan fuerte que tengo miedo de que me escuche. Sé que el motivo es estudiar, pero será difícil contenerme con él tan cerca, los dos solos, en mi territorio.
Trato de actuar normal, porque sé que él ya está lo suficientemente nervioso, no hace falta que yo lo haga poner más incómodo. Además, yo sé el motivo, lo escuché anoche, así que debo ser consciente y pensar mis jugadas.
Vamos hasta su casa, queda relativamente cerca del Instituto, lo espero en la cocina mientras él sube:
- Así que tú eres Sasuke –me dice Deidara-.
- Así es – le contesto – un gusto, al fin te conozco.
- Lo mismo digo – me contesta mientras me sonríe-.
- Dime, ¿Hay algún ingrediente específico que no le guste a tu hermano?
- No, no hay nada que le disguste particularmente, suele comer todo mientras esté bien acompañado.
- Sí, eso pude notar en este tiempo. Sería mucho más fácil si solo tuviera algo que no le gusta así lo evito, antes que tratar de que todo esté equilibrado a un gusto incierto – me dice-.
- Ciertamente, es un poco más complicado.
- ¿Y tú tienes algo que te guste particularmente? ¿O alguien? – me mira con un poco de astucia.
- Oi Sasuke, aprovecharé para darme una ducha rápida, recuerda que tuvimos deportes hoy –interrumpe Naruto gritando desde el pasillo-.
- Apúrate antes que se haga de noche. Eso pasa porque no te duchas en el colegio- le contesto-.
- Sí, sí. Enseguida nos vamos – me contesta.
- ¿Y? –me mira Deidara - ¿Tu respuesta es?
- Yo te contesto si tú me das primero tu respuesta a esa misma pregunta – le digo, doblando la apuesta como siempre-.
- Sí que sabes jugar – me dice – bien te diré. Definitivamente es Itachi, aunque espero obtener un poco más de información de parte de él.
- Me alegra esa respuesta, espero que sepan cuidarse, y no te preocupes tanto, si no le interesaras a mi hermano, lo sabrías de inmediato. – le digo sonriendo de lado-. Mi respuesta aún no es tan firme como la tuya, aún tengo algunas dudas, pero espero poder responderlas positivamente estos días que estaré con él.
- Vaya, respondiste muy indirectamente. Espero que la próxima vez que te haga la misma pregunta, tengas algo más firme como respuesta.
- Yo también - le contesto -.
- Listo, tengo todo, vamos –me dice Naruto con su bolso en mano entrando en la cocina-.
- Muy bien chicos – nos dice Deidara – vayan con cuidado y llamen cuando hayan llegado. Suerte – me dice guiñándome un ojo-.
- ¿Suerte con qué? – pregunta Naruto.
- Es un secreto – le dice-. Ahora vayan, tengo cosas que preparar antes que llegue.
- Bien, bien, ya nos vamos. Suerte esta noche –le dice Naruto mientras ambos salimos de la casa-.
- Adiós – le digo-.
Deidara no nos contesta, solo nos saluda con la mano y luego cierra la puerta.
~Naruto
Salimos de mi casa, eran cerca de las 7, miro a Sasuke y le digo
- ¿Ahora, hacia dónde?
- A la estación, mi casa queda a un viaje del Instituto – me contesta-.
- Vaya, necesitas tomar el tren –le digo- ¿Por qué elegiste un Instituto que te queda algo lejos?
- Sonará mal decir algo así de mí mismo, pero estaba harto de las chicas. – me dice tratando de no darle importancia-.
- Ah, chicas – le digo algo desganado-.
- Sí, no me gustan en un sentido romántico, es más, no tengo ninguna amiga mujer, solo considero amigos a Juugo y Suigetsu. No soy muy sociable.
- Bueno eso se puede arreglar con el tiempo – le digo-. Vaya, debió ser duro cambiarte sólo por eso a mitad de año.
- ¿Cómo sabes que fue a mitad de año? –me dice-.
En eso llegamos a la estación y tomamos el tren.
- Lo de tu cambio lo supe porque unos amigos de Shikamaru del curso en el que estabas nos dijeron que habías llegado, que tenías buenas notas y podías hacerle pasar un mal momento a Shikamaru, y de hecho así fue con los puntajes a fin de año. – le digo, huyendo un poco de la pregunta-.
- Ah, así que desde ese momento ya había rumores de mí – me dice riendo un poco-. En esos exámenes tuve que poner un poco más de empeño en los estudios, me estaba costando concentrarme.
- Yo igual –le digo sonriendo- odio estudiar, pero no quería hacer clases extra ni perder mis vacaciones.
Continuamos charlando cosas sin importancia hasta que llegamos a su casa.
Entramos, nos acomodamos en la sala, preparó algo para que tomemos y coma mis dulces. Me dijo que saque los apuntes que tenga de Shikamaru, que los iba a leer mientras yo comía. Le hice caso, los saqué, se los di y me dispuse a comer.
Luego de un rato le pregunto
- ¿Estás bien?
- Sí – me contesta- ¿Por qué la pregunta?
- Ah, solo recordé el día de la cafetería y esperaba que el olor de los dulces no te haya mareado.
- No te preocupes, ese día el olor era excesivo. Éstos huelen mucho menos empalagosos – me contesta sin desviar la vista de los apuntes-.
Yo no podía desviar mi vista de él, de sus ojos. Afuera ya estaba oscuro, eran las 9 de la noche, y era la primera vez que podía ver el oscuro del cielo, sus ojos y su pelo, juntos. Tantas veces que una cosa me recordaba la otra, ahora tenía todo frente a mí.
No sé ni cuánto tiempo estuve así, solo sé que me perdí en él. Lo malo, él también lo notó.
- Naruto ¿Pasa algo? – me pregunta mirándome a los ojos-.
- No, solo estaba esperando que termines de leer los apuntes para que me digas algo de ellos – le digo lo mejor que puedo, me había sorprendido-.
- Ah, no te preocupes, pronto los termino, pero por la hora que es, seguro hoy solo te diga los temas que vamos a volver a tocar, cómo y de qué manera, así ya sabes que lo haremos mañana cuando vengamos luego del Instituto – me dice retomando los apuntes-.
- Está bien – le digo mientras me recuesto en el suelo-.
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Giro Inesperado
RomanceNaruto y Sasuke tienen la misma edad, ellos iniciaron en caminos muy alejados que terminaron juntándose definitivamente luego de unos giros que la vida les proponía mientras transcurrían sus años de instituto. Ellos ni siquiera sospechaban lo que l...