Sᴛᴇᴘ Sɪx

5.2K 718 295
                                    

  Christopher no esperaba que las cosas terminasen de esa forma, es decir, ¿se suponía que lo había superado verdad? Comenzó a preguntarse por qué demonios había elegido hacer eso, de entre todas las opciones disponibles, él había escogida esa. En su defensa, pensó que luego de cinco veces no le afectaría tanto; pero ahí estaba, escondido en el baño a las nueve con diez minutos de la noche llorando lo más bajo que podía para evitar que MinHo descubriese que le afectaba una película para niños. ¡Jamás superaría la muerte del papá de Hipo!

  Luego de terminar de ayudar a su vecino a desempacar sus cajas restantes de la mudanza, lo cual había resultado tanto divertido –porque MinHo tenía un gusto un tanto variado– como agotador, terminaron en su apartamento para ver una película. Debido a la presencia de Felix, quien se veía muy energético a las siete de la noche, decidieron ver algo animado. Chris propuso “Cómo entrenar a tu dragón” pues había conseguido la colección completa en alta definición, aunque afirmó que su tía se la había dejado para que la viese con su primo por miedo de resultar demasiado infantil a pesar de tener 20 años.

  Felix se había colocado entre ellos en el sofá y Chris casi sufre un ataque al corazón por lo tierno que resultó ver a su primito tapar sus ojos con sus manitos cada vez que salía un dragón mientras MinHo le susurraba que no debía tener miedo y que los “animales alados” eran buenos.

—¿Estás bien? —MinHo le preguntó luego de dar un par de golpecitos en la puerta, se notaba preocupado.

—S-Sí estoy bien —quiso golpearse por tartamudear.

—¿Seguro?

—Sí, sí, solo… se me cayó una lentilla, ¡eso! —Chris ni siquiera usaba lentillas, pero era lo primero que había cruzado su mente y ni se detuvo a pensarlo antes de decirlo.

—¿No necesitas ayuda? —MinHo inquirió—Sé lo molesto que es perder una lentilla, odio cuando me pasa; tal vez si te ayudo la encuentres más deprisa.

  Por su mente pasó la imagen de un MinHo con gafas y se dijo que realmente necesitaba confirmar si se vería igual de adorable que en su imaginación. Se dio una cachetada mental. No era el momento para eso.

—No, tranquilo, creo que… ¡sí, la encontré! —se sentía ridículo, pero eso mejor a que notaba que lloraba por una animación ¿verdad?

—Okey… —MinHo no sonó muy convencido, pero le dejó ser.

  Chris demoró un minuto y medio en salir del baño, se había asegurado de eliminar cualquier evidencia de lágrima en su rostro. Cuando llegó a la sala vio a Felix intentando mantenerse despierto, sus ojitos se cerraban con parsimonia, pero el pequeño los volvía a abrir lo más rápido que podía, solo para repetir el proceso.

—Creo que es hora de que alguien se vaya a la cama —MinHo susurró con su voz aterciopelada mientras aguantaba la cabecita de Felix y colocaba al pequeño en su regazo.

  Chris se fijó en la hora, eran casi las diez de la noche. MinHo conectó su mirada con la suya lo que hizo que se quedase embobado un segundo, su vecino era realmente guapo hasta con ropa de andar.

  “Leche”. Vio a MinHo gesticularle con los labios mientras apuntaba a la cocina. Chris asintió y cogió lo que le pedía su vecino para dárselo luego de calentarla.

—Una suerte que la hayamos puesto el pijama desde antes —Chris dijo mientras acariciaba la cabecita de su primo con cariño luego dejarle en su cuna.

—Demoró bastante en dormir teniendo en cuenta que se pasó la tarde jugando con Soonnie —MinHo sonrió y, luego de apagar la luz de la habitación, regresaron a la sala.

Pasos de bebé 『ᴮᵃⁿᵍⁱⁿʰᵒ/ᴹⁱⁿᶜʰᵃⁿ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora