Sᴛᴇᴘ Oɴᴇ

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  Cuando Christopher Bang aceptó cuidar de su primo no espero que todo terminara así. Veinte años no es una buena edad para cuidar de un bebé. Él lo sabía, Dios sabía que él lo hacía, pero al parecer al mundo le gustaba ponerle pruebas difíciles; más que al mundo, a sus padres.

   ¡¿Por qué demonios se les había ocurrido dejarle a cargo de Felix?! ¡Por dos semanas!

  Es cierto que él mismo se lo había propuesto a sus tíos cuando estos hablaron de querer celebrar su décimo aniversario de bodas con un viaje a una isla exótica, pero había sido su mamá quien había dado el sí definitivo al ella planear con su padre alguna escapada romántica en el mismo tiempo. ¡Chris solo se había ofrecido para ser amable! ¡pensaba que serían más inteligentes y declinarían su oferta!

  Christopher amaba a su primito, Felix era como un rayito de luz adorable y de mejillas rechonchas llenas de pecas que te incitaban a hundir el dedo en uno de los hoyuelos que se le formaban al sonreír; sin embargo, solo tenía año y medio, no podía ir al baño solo y él era un desastre cambiando pañales, por no hablar de que no tenía idea de cuál temperatura era la adecuada para la leche. Iba a matar a su propio primo porque sus padres y tíos creían que él era adecuado para cuidar de un niño pequeño cuando apenas y sobrevivía él mismo.

  Felix llevaba llorando desde hacía ya dos horas y nada parecía calmarlo. Le preguntó qué le pasaba, pero su primito solo decía incoherencias entre las lágrimas. Probó comida, baño, pero nada. Chris se alegró que al menos todo esto sucedía durante su semana libre de la universidad, no sabía que se haría cuando entrara la próxima, pero no quería atormentarse más o él también comenzaría a llorar y sus vecinos vendrían a quejarse.

  Chris amaba a los niños, pero se alegraba que su sexualidad le imposibilitaría tener alguno de improviso porque realmente no podría ser padre y estudiar en la universidad a la vez. Una victoria para los gays, suponía.

―Lix, ya, no llores pequeñín ―intentó limpiar alguna de las lágrimas del pequeño, pero su mano fue aporrada con fuerza ―. ¿Qué te pasa, Lix? Dime, porque aquí tu primo no tiene la más mínima idea ―suspiró ―. No tienes hambre, no tienes ganas de ir al baño, ¿por qué lloras?

  Felix siguió llorando, el volumen de sus gritos cada vez más altos. A Chris no le gustaba verle llorar, pero realmente no sabía cómo calmarle. Los niños nunca se le habían dado muy bien, ChangBin ―uno de sus mejores amigos ― se burlaba de él porque aun siendo el mayor de su grupo, a veces se comportaba como uno solo para molestarle, tal vez por eso no tenía ni idea de cómo tratar con uno. Quizás debería llamarle, no es como si su amigo tuviese experiencia en el ámbito, pero tal vez su hermana mayor sí y a este punto Chris haría lo que fuese por algo de ayuda.

   Se dispuso a cargar a Felix, la loca idea de que tal vez darle un paseo lo calmaría acababa de pasarse por su cabeza, cuando el timbre resonó por el todo su apartamento. Las paredes eran realmente finas así que supuso que era uno de sus vecinos. Rezó porque fuese Chen, después de todo su hija había nacido el año anterior y debería poder ayudarle a detener los llantos de su pequeño primo.

―Siento todo el escándalo, dejaron a mi primito a mi cargo y realmente no sé cómo hacer que deje de llorar―abrió la puerta, disculpándose por adelantado con el vecino que iba a quejarse por la bulla.

―Eso pensé cuando noté que no dejaba de llorar ni pasada dos horas―una voz que no conocía le respondió.

  Chris no conocía a ese chico, nunca le había visto y estaba seguro porque recordaría a alguien con facciones tan bonitas. Era pelinegro, ojos chocolate semejantes a los de un felino y traía una sonrisa pícara en los labios que contrastaba con la imagen tierna que irradiaba con ese suéter de puntos que le quedaba inmenso.

  Se hubiese quedado más tiempo embobado viendo al chico frente a él, pero el grito de su primo justo en su oreja le devolvió a su lugar. El chico bonito se rió por lo bajo al ver su reacción.

―Me llamo MinHo Lee, soy tu nuevo vecino del 4419 ―se presentó, Chris notó que no tenía el típico acento australiano y arrastraba alguna que otra palabra, no era un nativo ―, me mudé hace un par de días y he estado liado desempacando todo así que no debes haberme visto.

―Un gusto, soy Christopher Bang ―ladeó la cabeza como saludo ― y este pequeño llorón en mi primo, Felix. Es una idea loca y hasta atrevida de mi parte, pero por alguna casualidad ¿serás bueno con los niños? ―preguntó, desesperado.

  Sintió como si un reflector se prendiese detrás de MinHo cuando el chico asintió con una sonrisa.

―Hoy es tu día de suerte, de hecho, cuidé muchos niños durante preparatoria como trabajo de medio tiempo.

―Por favor, ayúdame ―le rogó ―, te pagaré lo que sea, solo ayúdame a calmar a mi primo antes de que me quede sin oídos, el casero me lance fuera por tanto ruido o yo mismo me lance por el balcón; lo primero que venga ―MinHo rió aunque él hablaba en serio, pero prefirió no rectificar al chico bonito o quedaría como un loco, ya se daría cuenta más tarde, cuando Felix estuviese tranquilo.

―Claro que puedo ayudarte ―dijo, sin dejar de sonreír, tenía una sonrisa muy bonita―, y no tienes que pagarme nada, me gustan los niños ―hizo el además para que le dejara cargar a Felix.

  Chris se lo pensó, ni siquiera conocía a MinHo, no sabía si podría ser un traficante de niños encubierto o algo por el estilo; no le daba ese aire, pero ChangBin se vestía como un chico rudo y oscuro y su amigo era más dulce que una rosquilla. Aun así, dejó que MinHo le cargara, porque realmente necesitaba ayuda y lo que menos quería era que el recuerdo de haber matado a su primo por deshidratación le persiguiera de por vida, eso sí, Felix podría aspirar a ser nadador con esos pulmones.

  Le invitó a pasar y MinHo paseó por la sala moviendo al pequeño un poco de forma lenta. Por arte de magia, Felix se calmó luego de un par de minutos.

―Solo tenía sueño ―le susurró su vecino, sin dejar de mover a su primito entre sus brazos.

  En ese momento Bang Chan decidió que su vecino era un ángel descendido del cielo para ayudarle a sobrevivir esas dos semanas en las que tendría que cuidar de su pequeño primo y el hecho de que MinHo fuese tan bonito como un ente del cielo solo aumentaban sus ganas de que no dejara su apartamento por un buen tiempo.






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¿Recuerdan cuando dije que el show japonés de skz con niños me dio ganas de escribir al banginho con bebés? Pos aquí está :D

Serán principalmente capítulos cortos, una trama soft y a las actualizaciones realmente no les podría poner día fijo como con el HyunIn (martes) porque estoy escribiendo esto para pasar el rato, sin una trama fija y voy subiendo luego de terminar.

Espero que les guste esto tanto como a mí escribirlo, baby lixie me pone soft🥺.

See you~

Pasos de bebé 『ᴮᵃⁿᵍⁱⁿʰᵒ/ᴹⁱⁿᶜʰᵃⁿ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora