Primero Jordi:
—Esos malditos occipitales no aprenden más!!!!!, Maldita sea Dieter!!!.
—Calmate Jordi, hay que pensar con la cabeza fría lo que haremos.
—Pero, ¿Qué se puede hacer? Ahora mismo Wollcraft debe de estar decretando la eliminación del parlamento.
—Mi informante no me ha dicho nada, y tengo una idea pero tiene que ser ya.
—¿Qué es?
—Decirle a los del MIS que vayan a tranquilizar a Shawn y organizarse.
—Hay que hacer que el Enclavista renuncie. Y hay que decirle a los del MIS, que se reúnan con Wollcraft ahora mismo.
—Los llamo ya.
—Por culpa de estos occipitales ya nos quedamos sin parlamento y ahora otra vez.
A Jordi le agarró la desesperación.
El oficialismo
—Dimitri!!! Otra vez los occipitales!!!
—Bueno. Ya sabes que hacer.
—No lo sé. Es 1 contra 7 y es recién empieza todo, cuando avancemos bien eliminaremos las dudas.
—Tienes un escenario casi perfecto y aun así perdiste en un distrito y la próxima vez serán 2 y luego 3 y cuando te des cuenta te estarán desplazando.
—Es un poco extremo lo que dices. Hay un año y tenemos el poder y la mayoría la mantendremos unos años más. Además si las cosas se salen verdaderamente de control tengo mis recursos.
A Dimitri se le agotaba la paciencia y Shawn parecía estar completamente tranquilo.
—Shawn, no lo hagas, no puedes ceder.
—No me digas que hacer, porque aquí el Primer Ministro soy yo.
—Solo intento hacer que no te derroquen.
—Tranquilo que eso no pasará. Tengo todo bajo control.
—Realmente no sabes a lo que te expones.
—¿Ahora a qué te refieres?
—Se que no estás al tanto de la historia del país pero en el Distrito Occipital pasó algo muy parecido y desde entonces la izquierda no volvió a ser la misma.
—¿Y quien dice que no estoy al tanto de la historia? Por quién me estás tomando.
—Eres de Münengarten, eso pasó hace mucho tiempo y aquí no se habla de eso.
—Estás muy asustado.
—Y como no estarlo y tú deberías estar así. A largo plazo esto te condenará.
Y así las tensiones aumentaron entre Shawn y Dimitri ya que este último quería abolir la democracia otra vez y todo tuvo un fin.
—Shawn Wollcraft no dejaré que te entregues así al olvido.
—Entonces, ESTÁS DESPEDIDO!!!!
—BIEN!!!! ME LARGO Y NO VOLVERÉ, SOLO RECUERDA ESTO CUANDO TE ECHEN DEL PUESTO.
—Lárgate. Si a fin de cuentas, eres un loco paranoico.
Y en ese momento llegó el despido más caro para la izquierda y la indecisión llegó a la cabeza de Shawn, ¿Qué hago, ¿Elimino parlamento o que siga la democracia?
Pero llegó una llamada.
—¿Primer Ministro Wollcraft?¿Está ahí?
—Soy Shawn, ¿Quién habla?
—Soy Marco Kestington, congresista electo de Münengarten.
—¿Congresista Kestington? ¿Qué quiere?
—Estoy con la gente del MIS y queremos reunirnos para gestionar la asunción y acordar sobre qué haremos con Phineas Greene.
—De acuerdo, en una hora en la casa azul.
—Gracias Sr. Wollcraft
E inmediatamente Jordi Strandton llamó a Phineas Greene el único ganador enclavista.
—¿Phineas Greene? Soy Jordi Strandton.
—Mucho gusto Jordi.
—Primero, Felicidades por ganar y segundo, renuncia ahora.
—Espera,¿QUÉ?!!!
—Hazme caso, tú estabas en la conferencia y sabes el plan.
—Llegamos al parlamento, es extraño.
—Estamos en riesgo que el gobierno haga lo mismo que hizo cuando ganó Bouliard.
—De acuerdo.
—Llama a los periodistas y canales de televisión. Tiene que verlo Shawn.
—¿Cómo lograrás eso?
—Los del MIS se reunirán con Wollcraft y ahí mostrarán tu renuncia.
—Lo haré.
ESTÁS LEYENDO
El país de las emociones
FantasyUna historia sobre el derrumbe ideológico de un chico visto desde el punto de vista de un universo paralelo en el que los cerebros son países y las corrientes de pensamiento son políticos. La oposición busca hacerse con el poder, pero para eso debe...