Capítulo 4: Planes de paz y contraataque

20 4 0
                                    

Llegó el momento de la reunión entre Cadillac y Strandton en la cantina de la avenida 33 y la calle Monte Liso "La Fonda de Britta".
—Esto no puede ser Dieter, justo cuando creía que podía ser primer ministro, viene este perdulario cínico de Wollcraft a establecerse como el “Líder Eterno”.
—¿Qué vais a hacer entonces?
—Hay que darle lo que quiere.
—¿Perdón?
—Así es, hay que relajar los ánimos, hacer que Wollcraft baje la guardia, hacerle creer que todo regresa a la normalidad y cuando menos lo espere, obtener el poder.
—Puede ser.
—Hay que avisarle a todos los derechistas, empezaremos con una moderación de los discursos.
—Cuando nos reunamos en la conferencia hay que dar el mensaje.
—¿No habrá otra alternativa?
—Por si las dudas, te aclaro que no usaremos la fuerza, no es nuestra esencia y no nos conviene, mirad si nos encarcelan a todos.
—Y tendríamos suerte si es lo único que hacen.
—¿Qué quieres decir?
—Por el "Orden", la izquierda es capaz de cualquier cosa. Y cuando hablo de cualquier cosa, hasta habló de muerte.
—Espero que mi idea resulte o estaremos colgados de la plaza principal de Münengarten antes de que nos demos cuenta.
—Antes que nada, ¿Cómo obtendrás el poder?
—Habría que montarse un partido de izquierda, más moderada que la de Wollcraft, si Shawn vé que todo regresa a la normalidad restituirá el parlamento, ahí entra el partido, colocamos gente desconocida que le agrade a Wollcraft, pero cuando llegue la hora de actuar, el primer ministro se llevará una sorpresita.
—Vale, vale, pero ¿Qué haremos con las encuestas?, Wollcraft no bajará la guardia hasta que se le garantice estabilidad.
—Ya tengo una idea, en la conferencia hay que decirle a la militancia que voten a Wollcraft en las encuestas.
—Eso sí es raro Jordi, pero mientras funcione no importa.

El país de las emocionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora