Unos días después llega la conferencia del partido del Enclave, los derechistas.
Después de la cháchara de inicio llega el momento en el que Jordi Strandton les dá aviso de planes a todo tanto candidato como militante.
—Gente, quedó en claro que las ideas de la libertad y la informalidad se están haciendo sentir, pero esto nos juega en contra, la izquierda tiene el poder, revocaron los poderes del parlamento. Hay que darle a Wollcraft lo que quiere, hacerle creer que todo regresa a la normalidad, moderar el discurso, para que cuando baje la guardia, dominemos el parlamento y destituiremos a Wollcraft.
¿Alguna duda?
—¿Y si no funciona?—Pregunta Bouillard que apareció por primera vez en varias semanas.
—Si no funciona, significa que no hemos hecho bien las cosas.
—¿Alguna otra opción?—Justo aparece Oliver Hendrikburg.
—No vamos a usar la fuerza, no nos conviene.
—Ah! Y otra cosa, en las encuestas votad por Wollcraft o por la izquierda.
—¿Qué acabas de decir?
—Jordi, definitivamente te has vuelto loco.
—No podremos actuar si no hay democracia, y no la habrá hasta que se le garantice a Shawn, la estabilidad del poder, y eso lo mide con las encuestas, además dejen de escándalos que solo son encuestas.
—Tiene sentido.
—Retiro lo dicho, pero Jordi hay que hacerlo bien.
—Recuerden, votar a la izquierda en encuestas y hacer de cuenta que todo regresa a como era antes.
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El país de las emociones
FantasiaUna historia sobre el derrumbe ideológico de un chico visto desde el punto de vista de un universo paralelo en el que los cerebros son países y las corrientes de pensamiento son políticos. La oposición busca hacerse con el poder, pero para eso debe...