Capítulo 3: Oficialmente dictadura y un poco sobre la Nación Mental

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Llega Jordi Strandton, referente de la oposición, líder del Enclave, a la corte electoral de la Nación, para presentar su papeleo para su candidatura a Primer Ministro.
Llega a la oficina donde recibían el papeleo pero ve en la puerta un aviso bien grande.

NO HABRÁ ELECCIONES HASTA NUEVO AVISO. NO INSISTA

Cuando Strandton se percató de la situación llama a su asesor Dieter Cadillac para preguntarle si tenía idea de lo que pasa porque no habrá elecciones.
—Dieter, ¿Tienes idea de que narices pasa? Ya que no habrá elecciones.
—Jordi, estoy en las oficinas de Panal 5, el canal de TV, y según me dicen, Wollcraft no dejará el poder hasta que se garantice la estabilidad del control.
—Ya veremos cuanto le dura el “Mandato Eterno”, Dieter, ¿Nos reunimos en una hora?
—Vale, En la cantina de la 33 y Monte Liso.
A todo esto los medios plagaron a la sociedad con la noticia del establecimiento de una dictadura en la Nación Mental.

  ESTAMOS EN DICTADURA
Según informaron varias fuentes, el gobierno de Shawn Wollcraft que no lleva ni una semana en el poder, ha decidido abolir la democracia del país, esto sumado al bloqueo parlamentario, hicieron de esta gestión, un gobierno centralizado en los simpatizantes del primer ministro y su gabinete, dejando suspendidas las elecciones previstas para el próximo mes.

Aunque no duraron mucho, ya que el gobierno intervino por lo menos las noticias que lo tilden de dictadura.

Traducción a humano:
Cierre total, ideas monótonas, rechazo absoluto a nuevas experiencias, limitarse a lo conocido.

La Nación Mental, el cerebro de un sujeto llamado Hektor, esa Nación estaba orientada a lo calificativo, lo que le dió a la izquierda (Ahora Wollcraft, antes Johnson) rienda suelta para poder gobernar por años, a fin de cuentas, las cualidades de la izquierda le vienen bien al sistema mental orientado a lo calificativo.
Pero dónde desequilibrio hay, intentos de cambiarlo hay, y esos intentos estuvieron encabezados por El Enclave, y su líder Jordi Strandton, dichos intentos siempre fracasaron, perdían en casi todos los distritos y cuando ganaban, la izquierda se encargó de borrarlos del mapa político de la Nación Mental bajo el pretexto de 'Preservar la estabilidad' lo que los convirtió en dictadores que se atornillaron al poder, aunque es verdad que tenían apoyo casi absoluto.

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