Aprendiendo a quererte | Mario Ruiz.

"No podrías vivir sin mí. "|Capítulo 6|

                       Lucy (Point Of View) 

               El gran bendito profesor de cátedra me ha enviado a dirección por llegar media hora tarde, pero Jesús, siempre soy puntual y por una estúpida resaca con unos amigos de la cuadra llegué tarde, ni siquiera recuerdo qué pasó ayer, el punto es que estoy camino a dirección, me encantaría no darle importancia a esto pero es imposible, le doy demasiada atención a mis estudios. Pero a la final soy amiga de la coordinadora, el chingón hijo de su madre no saldrá ganando.

— Pase. —Escuché la voz de la coordinadora, luego de tocar la puerta. Pasé y ella acomodaba unos papeles pero los dejó a un lado. — ¿Lucía? ¿Cómo estás? ¡Siéntate! Deberías estar en clases. —Dicho esto le obedecí y quedé callada.

— Bien, Maria, ¿y tú? —Pregunté y ella me sonrió.

— Apura pero bien, y eso qué haces aquí? —Dijo mirando sus hojas pero a la misma vez prestándome atención

— Llegué media hora tarde y el profesor Muñoz me regañó, entonces lo insulté y por obra y gracia del Espíritu Santo he llegado acá por mi castigo —Al terminar ella no hizo más que reír.

— ¿En verdad, por qué? —Enarcó una ceja y le miré.

— Es primera vez que me pasa, en verdad, siempre soy disciplinada y lo sabes. —Hice una pausa y ella asintió. Esa sensación de ir a castigo no me gustaba.

— Te entiendo, además Muñoz es de los profesores más intensos, por eso no te daré ningún castigo, a cualquiera le puede pasar. —Me guiñó el ojo y un gran alivio vino a mi. —  Claro, omitiendo que tengo una reunión con la directiva en pocos minutos. —Las dos reímos y ella acomodó unos papeles para luego posar la palma de sus manos en la madera del escritorio.

— Gracias en verdad, sólo tienen que cambiar a Muñoz, es todo. —Salí de la sala con ella y en cuestión de segundos se fue.

               Fui en marcha al salón, me dolía la cabeza y el sueño me invade, ando de malhumor, odio el mundo, ando con mareos y debo aguantarme, todo esto por tratar de pasar un buen rato. Pasé al salón y me senté, al parecer el profesor ni me notó, todo pasó rápido y Muñoz se fue, el salón quedó  sin representante y todo el mundo hizo lo que le placiera, claro, dentro del salón, me puse en posición de descanso sobre la mesa, a los minutos sentí un ruido a mi lado, al voltear era Mario sentado a mi lado y rodé los ojos, volviendo a mi posición de descanso.

— Muy mal Victoria, muy mal. —Comentó negando con su cabeza y volteé los ojos, de nuevo.

 — ¿Qué quieres, Andrés? —Pregunté, sin mirarle.

 — ¿En serio quieres empezar el día con tu odiosidad? —Susurró muy sutil, estúpido.

 — No sé si fue en mis sueños, pero en la madrugada me dijiste que me jodiera, ¿cierto? Ya déjame tranquila —Escupí en una falsa sonrisa al alzar mi vista a él.

 — Dejaré que se te pase la borrachera que cargas. —Comentó y rió, yo rodé los ojos.

— Vuelve a tu asiento y deja el fastidio. —Comenté y lo miré, quedé en silencio por varios segundos. — Amaneciste de buenas, ¿no? Porqué no vas y la pagas con Janel?

—Dios, ¿vas a seguir? Sé que estás celosa per-- —Antes de terminar exploté en risas y algunos me miraron.

— ¿En verdad crees que estoy celosa? Inútil, estás drogado  —Comenté tratando de no reír.

— Sabes que si, sino no me sacarías en cara a Janel cada vez que intentamos hablar. —Sonrió sin mostrar la sonrisa y fruncí el ceño.

— Porque me da risa que te revuelques con la que se te pase al frente. —Respondí lo primero que viniera a mi mente.