Aprendiendo a quererte | Mario Ruiz.

"¿Entonces estás tratando de conquistarme a mi?" |Capítulo 7|

Ante todo, les informo que este capítulo será corto. xx.

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     En unos minutos llegamos al restaurante donde solemos venir con nuestros amigos casi siempre, era tantas las veces que veníamos que ya sus empleados nos conocían. Al sentarnos de inmediato llegó uno de los empleados, uno de los más jóvenes, tomó nuestra orden y atravesó una puerta que decía Solo personal autorizado. Volví mi vista a la de Mario que no paraba de mirarme. Creo que me sonrojé un tanto no más.

        — Me dijo Juan que te bajaron puntos por insinuarte a la profesora Glendi, ¿cierto? —Comenté riendo y él sonrió como si hubiese ganado un premio.

        — Le dije que quería azotarla como en 50 sombras y hacerle el dulce amor aunque ya esté viejota para ir al cuarto rojo —Al escucharle mis ojos se pusieron blancos y estallé en risas. Todos me miraron raro pero siguieron con su comida. Mario reía conmigo. — Fue un reto para uno de los vídeos, me regañaron y tal vez me envíen a detención, pero ya se le pasará —Alzó sus hombros.

        — Pobre profesora, esa vieja no tiene la menor culpa —Dije en forma de lamento

        — ¿Usted qué hizo? —Preguntó con Su mirada en mi.

        — No mucho, estuve hablando con Juan y perdiendo mi tiempo de clase tratando de disculparme contigo —Respondí a Mario y suspiré

        — ¿Y Sebastián porqué no vino? —Frunció un poco el ceño y relamí mis labios

        — Invitó a Paula a almorzar —Dije casi en susurro con una sonrisa en mis labios.

        — Gay ese —Rodó los ojos y yo fruncí el ceño

        — No lo es bobo, le gusta ella y trata de conquistarla, no como tú que yo soy la que tiene que invitarte a comer. —Dije seria y él rió.

        — ¿Entonces estás tratando de conquistarme a mi? —Comentó riendo algo alto. Puedo jurar que estoy roja de la pena, no lo sé. — Además fui romántico al aceptar tu invitación, te lo merecías después de todo, pendejota. —Murmuró y rodé los ojos. — Si me pagaran por cada vez que volteas los ojos tal vez ya tuviese el IPhone 6 —Comentó y fruncí el ceño. — Espera, ya lo tengo —Hizo su típica sonrisa de "yay" y sacó su teléfono del bolsillo, yo rodé los ojos, de nuevo, entonces él rió. — ¿Ves? —Preguntó y negué.

        — Cállate. —Lo fulminé con la mirada.

        — Cállame. —Comentó más cerca de mi

        — ¿Hasta cuando me dirás eso cada vez que te mande a callar? —Enarqué una ceja — Pareces gay —Entrecerré los ojos y reí levemente.

        —Hasta que me calles —Dijo como si no fuese lógico. Llevé mi mano a sus labios y los restregué creando gesto en su rostro.

        — Listo —Dije retirando mi mano de su boca y acomodándome en mi puesto.

        — No así no —Murmuró mirándome a los ojos con algo de seriedad. — Debes besarme —Yo solamente reí

        — Olvídalo. —Susurré —Eso no va a pasar       

        — ¿Porqué no? —Me miró en un leve puchero y puso su atención en el celular

        — Porque no — Aunque en lo único que pienso es en tus labios, pendejote. Pensé en lo más profundo. — Y no dejaré que me beses. —Comenté firme. Mario esbozó una sonrisa de lado y se acercó a mi oído poco a poco..

        — Lucy, bebé —Susurró algo ronco. "Bebé" Ohhh se escuchar tan, tan, Dios, no tengo palabras. — ¿Sabías que existen los besos robados? —Levantó su mirada y me miró a los ojos. Apoyó sus codos en la mesa de manera que en verdad estábamos muy cerca. — Y dicen que los besos robados son los mejores. — Me miró al rostro y yo a él. En ese momento relamió sus labios seguido de una sonrisa esbozada en sus labios y mi atención fue directo a ellos. Algo de mi quería probar esos labios, pero otra parte de mi también tenía miedo, es decir, nervios.

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Está muy en verdad muy muy corta, peeeero yo les publico entre hoy o mañana, posiblemente hoy porque mañana tal vez no me conecte, las quiero, gracias.

Acá su querida anónima (: