Aprendiendo a quererte | Mario Ruiz.

"No me destroces" |Capítulo 16|

Lucy.

Habían pasado dos días en las que no nos vimos ni nos hablamos. Dos días en las que hasta en los sueños escucho su voz diciendo "Mis sentimientos están confundidos desde el momento que te vi".

No he podido dejar de pensar en él ni en lo que me dijo, juro querer olvidarlo y borrar estos sentimientos que cada día florecen más hacia él, pero creeme que es imposible cuando te dice cosas así. No hemos hablado ni nos hemos visto desde entonces, y no sé porque, es como si quisiera alejarme de él, o como si tuviese miedo de expresar sus sentimientos; eso o solo fue una mentira. Todo esto es muy extraño, no nos peleamos para dejarnos de hablar, es decir, ni siquiera discutimos ese día. Solo hubo una confesión... Dicha confesión nunca habíamos tenido.

Me la mantuve pensando día y noche de lo que ambos nos dijimos, pero sobre todo lo que dijo él. ¿Como era posibe que me dijera eso? Y, ¿Qué pasaría con nosotros ahora? Por lo visto, nada.

Al pagar me bajé del taxi y cerré la puerta del auto, entré al edificio rápidamente que no me fijé si su camioneta estaba ahí. Me dirigí al elevador... ¿Estaría él ahí?

Pues claro. Era una fiesta de despedida de una de nuestros amigos y todo debíamos estar presente.

Estaba nerviosa, mis manos no paraban de jugar entre ellas y no dejaba secar mis labios.

La puerta estaba abierta ya que unas personas estaban entrando, antes de que cerrara me apresure a meterme dentro del apartamento donde la bulla era reconocible en todo el salón. Trate de buscar a mis amigos con la mirada pero no los conseguía entre tanta gente.

La silueta de Mario se hizo presente ante mis ojos y bendije al cielo una vez más por hacer a Mario tan... Guapo. Estaba riendo mientras hablaba con algunas personas, llevaba un vaso color rojo y noté que alguien lo abrazaba por la cintura, los brazos de Janel lo rodeaban y la tipa llevaba una sonrisa que no crecía mas en sus labios. Mis labios formaron una linea recta, mi semblante estaba nostálgico.

Y mi corazón se destrozó, una vez mas.

¿Lo hacia a propósito?

Es increíble que una de las personas que más te importa, logre buscar la manera de causarte tanto daño y sin embargo, lo logre.

Prácticamente vine a esta estupidez por él y al llegar, luego de dos días -lo que parecía un siglo- sin saber de él, estaba enlazado a Janel. Todo estaba claro, solo que yo no veía la realidad. Él estaba jugando conmigo y yo como estúpida estaba cayendo. Me di la vuelta para hacer camino hacia afuera y alguien tomó mi mano. Si era Mario yo...

- ¿A donde piensas que vas? -Logan llevaba una sonrisa de lado y abrí mi boca para decir algo, quedando sin palabras. No podía creer que Mario estaba con ella de nuevo.

- Yo... Hola. -Sonreí fingiendo estar bien, aunque por dentro estuviese hecho un mar de lágrimas.

- Eso no responde a mi pregunta - Rió levemente y sonrió con ternura.

- Me iba ya-- -Solté mi mano de su agarre sin haerlo notar mucho.

- Pero si apenas la fiesta va comenzando, quedate un poco más -Pidió. Miré a un costado y ahora Janel estaba en el regazo de Mario, él estaba feliz ¿Porqué yo no?

- No sé si sea buena idea. -Hice una mueca con mis labios

- ¡Te acabo de ver llegar! -Exclamó con una risa que me causó gracias a mi también. Era lindo.

- Está bien, me quedo -Me encogí de hombros. - Pero no estaré por mucho, eh.

Así que asentí con mi cabeza. Hoy no me daría mala vida por Mario, hoy no.