Capítulo Nueve.

103 8 1
                                    


Al día siguiente por la tarde, Joohyun se ató el top de cuello halter y se ahuecó el pelo. Dedicar una hora a arreglarse, probarse múltiples vestidos y perfeccionar el maquillaje le impedía mirar el teléfono cada cinco minutos. Tan decidida estaba a no hacer caso del odioso artilugio, que no solo lo había apagado sino que demás lo había guardado en el frigorífico para más seguridad.

Junmyeon le había enviado tres mensajes de texto a lo largo del día. Una serie de notas provocativas que el día anterior habrían conseguido que mojara las bragas y curvara los dedos de los pies. Pero Yunho había plantado la semilla de la duda en el suelo fértil de su mente. Y su dilema sobre si contarle a Junmyeon la aventura de sus padres la dejaba sin la poca energía que le quedaba. Solo quería olvidar el lío que había hecho con su vida en un periodo de tiempo relativamente corto. Con su vida personal y profesional.

Probablemente por eso había aceptado la invitación de ir a un club con Ji Hye, que celebraba un ascenso en Velvet Holdings. Había algo que sí se podía decir de Bae Seung Heon, que creía en que sus hijos fueran subiendo por sí mismos hasta la cima. Nepotismo en su mejor versión.

Joohyun se sobresaltó cuando sonó el teléfono, anunciando la llegada de su hermana y sus amigas, y buscó su bolsito de noche.

Ji Hye había elegido uno de los clubs nocturnos más chic de Seúl, un lugar que frecuentaba la élite. Cuando salieron del coche y echaron a andar hacia la entrada, saltándose la cola, una serie de fotógrafos dispararon sus flashes detrás de la zona acordonada. En las raras ocasiones en las que iba de fiesta con sus amigos, Joohyun prefería clubs más tranquilos, donde fuera menos probable que hubiera famosos y, por lo tanto, paparazzi. Pero aquella noche mandaba Ji Hye.

Apartó la cara y siguió a su hermana hacia la entrada. Cuanto antes llegara a la pista de baile, antes podría empezar a quemar la energía nerviosa que la embargaba.

El club estaba lleno de gente glamurosa con ganas de divertirse. Ji Hye había alquilado un reservado VIP, lo cual facilitaba que Joohyun se metiera en el ambiente, cosa que le costaba bastante, aunque esperaba que supusiera una distracción de sus dudas sobre Junmyeon y su decepción consigo misma. Tomó un par de chupitos, intentando divertirse por el bien de su hermana. Pero sus reservas y miedos la cubrían como una capa de ropa extra, gruesa, que producía picores y era difícil de quitar.

Después de beber un rato con las amigas de Ji Hye, se dirigieron a la pista de baile. Joohyun cerró los ojos y sucumbió al ritmo de la música, que inundaba la pista y se le metía hasta los huesos. La combinación de vodka y baile cumplía su función. Con la mente relajada, dejó de pensar en Junmyeon y en su maldito negocio con él para dejarse llevar por el ritmo y las luces intermitentes.

Abrió los ojos cuando unas manos se posaron en sus caderas. Esperaba ver el rostro sonriente de Ji Hye y vaciló cuando el dueño de las manos entró en su campo de visión.

Bo Gum.

El estómago le dio un vuelco. No era extraño que él estuviera allí. Soltero perpetuo, su ex coleccionaba citas y bellezas trofeo. Su lucrativo sueldo en Velvet Holdings y su sentido de las cosas a las que eso le daba derecho implicaban que los clubs como aquel fueran el terreno de caza perfecto para él.

Le sonrió de un modo muy poco amistoso. No la había perdonado por romper su compromiso. De no ser por ella, Bo Gum habría heredado una parte importante de la fortuna Bae y eso habría garantizado su acceso a la cima.

Los pies de Joohyun se detuvieron. Su primer instinto fue alejarse sin hablar con él. Se disponía a hacerlo cuando él retiró las manos de sus caderas y se apartó de ella bailando.

If It Is You [SURENE] -ADAPTADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora