Capítulo Siete.

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Joohyun reprimió un bostezo y volvió su atención al hombre que la tenía cautiva. El señor mayor, un colega de negocios de su padre, que afirmaba que la recordaba con coletas y juguetes, había monopolizado su compañía los últimos treinta minutos con un monólogo sobre las ventajas de hacer negocios con Bae Seung Heon.

La gente socializaba a su alrededor, pero el anciano no daba señales de soltarla. Sus adulaciones no le servían de nada con Joohyun, aunque Yunho andaba por allí en representación de los Bae.

Joohyun miraba de vez en cuando a su alrededor, desde los techos elaborados y pintados a mano del salón hasta las mesas, decoradas con miles de lucecitas. Lo único que la mantenía en la gala Mujeres para Mujeres, una vez que la parte de recaudación de fondos y concienciación había terminado, era la prometida aparición de Junmyeon.

¿Llegaría? ¿Estaba ya allí? Cada pocos minutos sentía escalofríos, como si la observara sin ser visto. Reprimió un estremecimiento, que le puso carne de gallina. «Ya te gustaría».

Repitió una vez más en su mente la nota de él, escrita con la caligrafía firme que recordaba a la de las cartas de amor que le había enviado desde Francia durante los largos meses entre unas vacaciones familiares y otras.

Te imaginaré desnuda cada segundo hasta que vuelva a verte. Esta noche me emplearé a tope. Será mejor cada vez.

J

Le temblaron las piernas. La idea de que hubiera algo mejor que lo de la última vez, cuando la había follado tan a conciencia en su vestíbulo, hacía que se le aflojaran las rodillas. Pasó la vista una vez más por el salón de baile en busca de la figura alta de él, vestida con alguno de sus trajes caros de corte impecable.

Volvió los ojos a su tedioso compañero de conversación, maldiciendo su educación innata, que le impedía alejarse sin más e ir en busca de Junmyeon.

Y de pronto allí estaba. A solo tres metros de distancia.

Contuvo el aliento y se le humedecieron los ojos. Algo visceral se movió en su interior cuando vio el aire de sofisticación varonil que lo envolvía.

Él conversaba con la presidenta de Mujeres para Mujeres. Cuando sus miradas se encontraron, enviando electricidad a través del espacio que los separaba, a ella se le aceleró el pulso. El calor que afloraba a su vientre amenazaba con incinerarla en el sitio.

El esmoquin negro le sentaba de maravilla y el brillo de sus ojos cuando le lanzó una sonrisa sexy taimada eclipsaba el de las luces del ambiente.

Joohyun apartó la vista y suplicó para que su rostro no mostrara la excitación que hervía en su cuerpo. Si el anciano interpretaba mal su entusiasmo, no se libraría nunca de él.

Escapó poco después, con burbujas de anticipación tamborileando en su sangre. Junmyeon había desaparecido del lugar donde estaba momentos antes. Decepcionada, lo buscó con la vista. Estiró el cuello por encima del mar de cabezas que llenaban el salón.

—Una gala estupenda —Yunho la tomó por la cintura y le dio un beso en la mejilla. Ella sonrió, distraída, y se esforzó por mirar a su hermano y no seguir buscando a Junmyeon entre la masa de invitados glamurosos.

—Esta noche estás guapísima. ¿Este vestido es tuyo? —su hermano, su mayor fan, observó el vestido, una creación sin hombreras con una apertura hasta el muslo.

Joohyun asintió y miró con admiración a su atractivo hermano.

—Tú también estás muy bien. ¿Has venido solo? —Yunho nunca iba muy lejos sin alguna belleza escultural del brazo. Aunque nunca le duraban lo bastante para que Joohyun descubriera sus inclinaciones políticas o sus aspiraciones en la vida. Yunho había sufrido un desengaño fuerte en una ocasión.

If It Is You [SURENE] -ADAPTADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora