¿Cuál es nuestro designio?

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Una vez subidos al navío, con sus maletas en el interior del barco y con todo listo para zarpar; decidieron por fin abandonar el puerto y adentrarse en mareas desconocidas.

—Oye, y... ¿ Qué nombre deberíamos ponerle?—Preguntó Yunho mientras controlaba los precisos movimientos de la embarcación.

—Mmmm... a mí me da un poco igual mientras sea bonito.—Opinó Seonghwa, sin embargo, lo que Seonghwa reconocía como "bonito" era totalmente diferente al significado de la misma palabra para el contrario. Y, como cabía esperar, se pasaron más de 20 minutos pensando en un buen nombre para el navío.

—¿Y si le ponemos "Vita"?—sugirió Yunho.

—O sea, quieres llamarle "vida" en alguna lengua romance a nuestro barco. Me parece una idea maravillosa—Dijo Seonghwa con ironía, aunque, realmente era el mejor nombre que tenían hasta ahora; y aunque él lo negara, el nombre no le disgustaba.

—A mí me parece muy significativo, ya que este navío va a ser quien nos cambie de vida para siempre.—Habló Yunho, defendiendo su postura.

—Bien, pues "Vita" será—Dijo el de tez clara con sencillez, dando por zanjado el tema.

Todo estaba tranquilo a su alrededor.

Sin embargo, nada mas adentrarse en algún punto del mar arábigo, divisaron otro barco más grande que el suyo y, con una peculiar bandera, que ondeaba en el punto más alto del palo mayor.

—Oh ¡Dios mío!—Exclamó Yunho al ver a ese barco tan cerca.

—¡Yunho, si nos alcanzan estamos muertos! ¿¡No podemos hacer que este barco vaya más rápido y escapar?!—Dijo Seonghwa gritando, esperando que Yunho le escuchara desde su posición.

—Siento decirte Seonghwa, que si somos su objetivo, que no podremos escapar. Ellos tienen al menos el doble de velas que nosotros, sería inútil hasta el intento de huída. Lamento decirlo Hwa, pero puede que este sea nuestro fin.— Contestó Yunho con una voz triste y quebrada, fruto de la desesperación.—Te he encaminado a un destino aún más desgraciado que tu antigua vida— dijo con lágrimas formándose en sus hermosos ojos.

Al notar que su amigo estaba a punto de romper en llanto, el de cabellos oscuros fue hacia el de mayor estatura, para finalmente abrazarle y decirle lo que podrían buenamente ser sus últimas palabras.

—No, no es cierto y lo sabes Yunho. Me has sacado de la realidad que yo he vivido hasta ahora y, aunque fueran menos de 6 horas en la mar, este ha sido el mejor día que he tenido en años. Aunque suene enrevesado,las autoridades ya habían comenzado a buscarme en el pueblo, así que... Prefiero morir siendo libre antes que morir a manos de los que me condenaron.—Dijo Seonghwa sacando su vena sentimental por una vez en su vida, mientras consolaba a Yunho –el cual lloraba como una magdalena–y esperaba su destino. Después de todo, no había hecho tan mal en dejar el huerto a cargo de Yoongi.

—Seonghwa... Si estos son mis últimos momentos... Quiero que sepas que siempre has sido mi mejor amigo, desde que te conocí yendo a por agua a esa pequeña fuente hasta hoy, y, aunque estemos de mierda hasta el cuello, quiero que sepas que siempre fuiste una persona importante en mi vida y, que si dios así lo quiere, espero encontrarte en el cielo.—Se desahogó Yunho, soltando unas últimas lágrimas antes de borrarlas de su rostro y separarse del abrazo; pues su destino estaba a punto de llegar.

No hay destino que valga || [Seongjoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora