Entonces... ¿Nos lanzamos?

22 2 0
                                    

Era una nueva semana, y con ello, Seonghwa debía volver a casa de su amigo para conseguir más "de sus cultivos". El de pelo oscuro llamó a la puerta y su amigo lo recibió –como siempre– con una encantadora sonrisa e invitándolo a que se adentrara en la casa.

—Vienes a por tu pedido, imagino— Dijo el de gran estatura con sus característica adorable sonrisilla.

—Mentiría si dijera lo contrario y eres consciente de ello.— Dijo Seonghwa para despues soltar una leve risa.

—Pues déjame darte una mala noticia, entonces.— Declaró el chico risueño, llevándose consigo una mirada dudosa del de cabellos oscuros, pero indicándole que prosiguiera. —Déjame decirte, amigo, que me retiro del mercado de sustancias ilegales, pues tengo echado el ojo en un magnífico navío que, además de ser espacioso, tiene un asequible precio.— Divagó el de cabellos cual cascada de oro rosa, con un semblante rebosante de ensoñación y esperanza.

—¿No decías que querías comprar un barco junto a mí?— Dijo Seonghwa, aún sorprendido por la declaración del menor.

—Así es. Entonces... ¿Compramos el barco?— Manifestó Yunho emocionado por la idea de compartir un navío junto a su amigo y empezar de cero en otra ciudad.

La idea desde luego era tentadora, para qué mentir.

—Yunho, sabes que es una decisión complicada para mí...— Expresó con inseguridad el de mayor edad. Pero tal vez estaba sobre actuando ¿No? Quiero decir, empezar de nuevo y tener la opción de cambiar su destino era más de lo que Seonghwa tal vez podría soportar.

—¿En serio prefieres quedarte aquí, condenado a vivir como un animal y forzado a tomar malas decisiones? Si compramos el velero, nos marcharemos de aquí antes de lo que canta un gallo y jamás volverán a asediarnos.— Expresó Yunho una vez más. —Escucha hyung, sé que no quieres dejar tu hogar, pero ¿Realmente estás dispuesto a vivir una vida desgraciada? Solo necesitas mirar a tu alrededor. ¿Es así como deberíamos vivir? ¿Es este destino aquel sin escapatoria? Las respuestas a esta pregunta caen en saco roto de no contemplar la posibilidad de que, tal vez, nuestra actual existencia no sea la que merezcamos.— Inquirió Yunho, con mirada decidida y rostro firme,rozando suavemente el brazo de su amigo esperando una respuesta de su parte.

Diablos, no me extraña que sea un conocido vendedor, él sí que sabe como engatusar con palabras.

—Está bien, lo compramos,pero... ¿Cuándo nos iríamos?— Dijo Seonghwa, sin más remedio convencido por su amigo en cuestión de un abrir y cerrar de ojos.

—Mañana mismo, si así lo deseas.—Dijo Yunho con una sonrisa en su rostro, cambiándolo rápidamente de la anterior expresión decidida.

—Bien, pues haré las maletas y saldremos mañana cuanto antes.— Espetó Seonghwa con una expresión de seguridad en su cara.

A la mañana siguiente, le entregó a Yunho el dinero necesario que habían hablado para poder comprar el barco,no era ningún secreto de donde procedía tal suma de monedas. Y, por si las moscas, le dijo a Yoongi que si cuidaba de su huerto, que podría coger todos los alimentos que éste le proporcionara. Y, digamos que Yoongi no estaba como para rechazar esa oferta.

Nuestro protagonista y su fiel amigo Yunho se encaminaron a la tienda náutica como destino, y , sin más, compraron el barco del que Yunho había hablado. Era un barco verdaderamente sublime... Un barco de estilo Español, con madera de la mejor calidad posible, unas magestuosas velas blanquísimas y con la cubierta tan reluciente que brillaba como un diamante. Poseía una belleza sin igual.

El precio fue abaratado después de que Yunho hablara con el vendedor, después de todo ¿Quién resistiría a la gran labia de Yunho? Sencillamente nadie, incluyendo a Seonghwa, puede capearlo.

—Oye... Yunho, ahora que lo pienso... ¿Tú sabes manejar uno de estos?— Expuso su preocupación a su amigo, teniendo una respuesta negativa.

—Por supuesto que sí, si no supiera no lo habría mirado— Dijo Yunho fingiendo estar ofendido, –lo cual ciertamente tranquilizó a Seonghwa– para, finalmente realizar la compra y, segundos después montar al barco con sus maletas.

No hay destino que valga || [Seongjoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora