Querido Ravn.
Como si fuera ayer logro revivir el día en que nos conocimos. Un día soleado y caluroso, tu escuchando música mientras mirabas por la ventana de la camioneta, tu quejándote por tu pie dormido y lanzándome miradas de enojo por reírme de eso, pero sonriendo en cuanto volteabas.
Incluso recuerdo a la perfección los momentos que vivimos juntos durante esa semana: las caminatas, nuestras platicas, nuestras pequeñas discusiones que se resolvían con un simple, pero tierno "pudín", nuestras manos entrelazadas, las sonrisas que nos sacábamos, tu mirada... Cada parte de ti me hacia sentir seguro, fuerte y libre, aunque tus manos no eran suaves, me daban una sensación de seguridad, sensación que a pesar de el paso del tiempo no ha desaparecido.
El día que tuvimos que despedirnos realmente pensé que nunca más volvería a verte, pero a pesar de eso siempre llevaba conmigo aquella foto, la foto que tomamos el día de la lluvia y me pediste que te diera una copia, tenia la esperanza de que llegaría el día en que nos volveríamos a ver, pero con el paso de los días y las semanas fui perdiendo esa esperanza, hasta que por fin volví a verte y tuve la oportunidad de darte la foto. Aquel día no pude dormir, ni al siguiente, ni siquiera a la semana siguiente. No podía creer que te habías transferido de escuela. Por un buen tiempo no pude dormir bien, no comía, no me concentraba; no podía dormir por que cada segundo pensaba en ti, no comía por que con solo verte me sentía lleno, completo, no me concentraba por que te robabas toda mi atención y mis sonrisas. Quería verte todo el tiempo, estar a tu lado, y más allá de estar a tu lado, amaba tu compañía, me hacías ser yo mismo y era libre; gracias a ti he hecho cosas que nunca me imagine que haría y no sabes cuanto te lo agradezco.
Me diste el valor para enfrentarme a mi mismo y alejarme de las personas que me lastimaban. Fue entonces cuando comencé a amarte, comencé a amarte de una forma que nunca me imagine que amaría a alguien, supongo que te sentías igual, ya que de pronto comenzaste a robarme besos en la mejilla y la frente, cada que lo hacías mi corazón latía hasta no poder más, mi respiración se entrecortaba y ponía una sonrisa boba que no podía quitar de mi rostro. El día en que bese tu mejilla te veías tan torpemente tierno, sonreías y tenías las mejillas rojas -una imagen que no he podido borrar-, después de eso comencé a ser más abierto contigo y finalmente llego ese día, el día en que me robaste mi primer beso, me sentí como en un cuento de hadas, un cuento en donde tu eras ese príncipe que llegaba a rescatar a la princesa, por que literalmente me rescataste. Llegaste en los momentos más difíciles de mi vida y me ayudaste a salir adelante. Cuando te conté mis secretos pensé que te alejarías, pero no, me abrasaste fuertemente y dijiste "No te sientas triste, yo estoy aquí, no puedo prometer estar siempre a tu lado, pero lo que si puedo prometerte es un apoyo incondicional." Esas palabras, fueron muy bonitas y fueron reales, por que lo cumpliste.
Semanas después de eso comenzamos a salir, mi primera relación, tu, la primera persona a la que he amado verdaderamente. Siempre fuiste de pequeños detalles, pero esas cosas tan simples hacían mi corazón latir.
El día en que mis papás supieron de lo nuestro y me corrieron de casa, ustedes me abrieron las puertas de su casa (tú mamá y tu). Siempre aprecie mucho a tu mamá, incluso ahora, a dos años de su muerte sigo apreciando los momentos que viví con ella, momentos dorados, seguro tu también lo haces. Es una pena que haya vivido solo unos pocos años con ella, nunca acabe de conocerla. Siempre decía que estaba tan feliz de que nos hubiéramos conocido, siempre me pedía que cuidara bien de ti, pero la verdad es que tu cuidas más de mi que yo de ti, pero aún así siempre dices que el simple hecho de que este a tu lado es suficiente, pero siento que no, por eso decidí escribirte esta carta. Mis papás me dejarón y me abandonarón, pero ahora tu eres mi familia y siempre enfrentaremos la dificultades juntos, nos apoyaremos, nos consolaremos cuando estemos tristes y viviremos los mejores momento juntos. Ese es mi deseo.
Íbamos en la preparatoria cuando nos conocimos, en ultimo año cuando comenzamos a salir y me mudé a tu casa, tres años después tu mamá murió, pero eso no impidió que nosotros saliéramos adelante y seguiremos así, por que después de cinco años seguimos juntos, claro, hemos pasado momento malos, pero hemos sabido afrontarlos. Y ahora que estamos por unir nuestras vidas para siempre me siento... Creo que no sabría decírtelo con palabras, pero no podía sentirme tan emocionado, contento, felíz... Enamorado.
Recuerda que yo viviría cada segundo, cada minuto y cada hora por ti.
P.d: Espero que en un futuro podamos adoptar a un bebé, sabes que amo los bebés.
Con cariño.
Hwanwoong.
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Querido... [Hwanwoong x Ravn]
Short StoryMomentos felices, momentos dolorosos, momentos estresantes y odiosos, momentos inolvidables. Eso es lo que define una relación, pero otra de las cosas que definen una relación es la confianza que se tienen el uno al otro y que el amor que se tienen...