Capítulo 13

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Manuel y Mangel entraban en la mansión del "jefe" de los héroes sonriendo y sintiéndose mejor con ellos mismos. Necesitaban hablar con alguien de esas cosas.

Dentro de la habitación ya no estaban jugando al atrevimiento o verdad. No sabían si habían acabado de jugar en el momento o por otro lado habían estado jugando más tiempo. Tampoco es que les importase.

Lo que si estaban seguros es que habían bebido bastante más de lo que deberían. No por el olor a alcohol porque eso podría haber sido provocado por  los vasos o las botellas abiertas.

No, lo que se lo indicaba eran Álex y Alexby encima de la gran mesa del comedor perreando hasta la superficie de esta. Cosa que era admirada por todos, la mayoría animandolos a seguir, todos menos David y Fargan que miraban con la boca abierta y alarmantemente cerca de un derrame nasal.

No se lo pensaron demasiado, ambos tomaron el primer vaso con vodka de limón y empezaron a beber. Después se separaron y fueron en busca de sus parejas para avisarles que habían vuelto.

...

Apenas había pasado una hora cuando todos estaban borrachos, muy borrachos. El más sobrio era Samuel y seguramente no sabría decir si algo era simétrico o no. Así que imaginar.

- Rubius! - Grito Raúl.

- Que! - Contesto Rubius.

- Tu no, me refiero al calvo tóxico de mi dimensión!

- Ah, vale... Lo siento!

- No pasa nada hombre!

- Que me querías decir, calvo!- Dijo esta vez Rubén.

- Ya no me acuerdo.

Esta frase fue secundada por estruendosas carcajadas, y un Raúl que sacudia la cabeza intentando acordarse de lo que quería decir.

- Podéis dejar de gritar estáis al lado... Sois como niños pequeños...

Era verdad, los tres estaban casi al lado y, aunque la música estaba muy alta, no hacía falta ponerse a gritar de la manera en la que lo hicieron.

Aun así pronto todos se olvidaron del tema de los gritos, sin darse cuenta del verdadero problema que todo eso suponía. Los chicos no pensaban con claridad.

Bueno más bien no pensaban, nunca piensan con claridad, son tontitos. Pero se les quiere igual porque son divertidos.

Iban a ser ya las 4:00 de la mañana. Y otra conversación se escuchaba en el comedor donde estaban todos juntos, si todos juntos sin matarse.

Se podría considerar un gran avance si no estuvieran todos borrachos como cubas. Aunque no iban a ponerle quejas por lo menos en ese momento.

- Guille... - Dijo Samuel.

- Que tienes.- Dijo Guillermo.

- Me refiero al otro, a mi novio de aquí.

- Ah, vale yo, dime.

- Que por favor le digas a Doblas, mi Doblas, que soy una maravilla en la cama.

A lo mejor en otro momento habría tenido pudor y habría dejado la pequeña riña que había tenido con su prometido para otra situación, lo que variaba era la cantidad de alcohol en vena.

- Doblas, no te puedes quejar de un dios griego.

- Ves...

- En fin, si tú lo dices... Bueno, vale, tienes razón.

De dónde salió esa discusión, nadie lo sabe, cómo llegaron hasta ella, menos. Si Samuel tenía razón solo lo sabían uno o dos afortunados.

Ya llegando a las 5 de la mañana todo el mundo empezaba a bostezar y rascarse los ojos, por lo que decidieron que ya era hora de irse.

Vegetta preocupado les dijo que se podían quedar a dormir, no era ningún secreto que las noches en aquel lugar eran de lo más peligrosas.

El resto la verdad es que está un poco confuso. Cómo llegaron a dormir a donde llegaron a dormir lo saben las dioses.

Así fue como al día siguiente los únicos que se levantaron en una cama fueron Vegetta y Willy. Ya que el resto de sus amigos se encontraban desparramados por la casa.

Álex estaba dormido sobre el regazo de David que, al mismo tiempo estaba apoyado en las piernas de Borja.

Borja sentado en el sofá también soportaba el peso en el hombro de Guille y, entre sus piernas estaba dormido Auron, que tenía acurrucado a Raúl en sus brazos.

Lolito descansaba sobre la mesa abrazado a Manuel, en la esquina de esa misma mesa estaba Rubén con medio cuerpo fuera, de manera que con un leve movimiento podría caerse.

Rubius dormía en el suelo y su estómago era usado de almohada por Miguel y Mangel que al mismo tiempo se abrazaban entre ellos.

A poca distancia estaba Samuel dormido en una silla con Alexby sentado sobre el. Fargan tenía agarrada la mano de Alexby mientras descansaba debajo de la silla hecho bola.

La verdad es que era un panorama bastante divertido. Y aunque parecían posiciones muy incómodas todos dormían a pierna suelta como si estuvieran en un hotel 5 estrellas.

Soñando cada uno con cosas distintas y peculiares. Por ejemplo Rubén soñaba con que estaba al borde de un precipicio y tenía que evitar caerse porque cosas venían rodando hasta el y tenía que saltar las.

Borja soñaba con un futuro con Raúl en el que tendrían varios hijos y vivirían felices en su casa.

Por otro lado Mangel soñaba que aquellas personas de otra dimensión nunca se iban y se quedaban en Karmaland, haciendo que nada volviera a salir mal.

Como veis todos soñaban distinto colocados de distinta manera. Lo único que tenían en común era la resaca que tendrían la mañana siguiente.

...

Así fue mientras el sol salía entre las montañas del pueblo algunos de los héroes empezaban a despertar.

Obviamente con un dolor de cabeza que les taladraba el cerebro sin apenas dejarlos pensar.

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2/7 Es más corto que los demás, tampoco demasiado pero así deja un poco de intriga.

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