Styllins~ A New Beginning

Víbora

Los colegas no tardaron en llegar a un bar bastante bueno, deseosos de empezar a beber, a hablar, a pasarlo bien y a celebrar sus victorias y el regreso de Colby. Se sentaron en una mesa todos juntos y pidieron sus bebidas respectivamente.

—Ah, —Becky paró al camarero— y tráigame unos nachos, si es tan amable. —el hombre se fue con todo el pedido apuntado, mientras que Fergal se quedó mirando a su novia.

—Pero Becky, no sé si podré pagarlo. —le dijo, ya que él era quien pagaba las consumiciones de ambos.

—Anda, Fergie... —la pelirroja le puso cara de cachorro suplicándole con la mirada.

El Duende Irlandés no tuvo más remedio que suspirar y acatar lo que le pedía su novia. Ante esto, Chad se rió de él.

—¡Jajajaja! ¡Te tiene dominado! ¡Jajajaja!

—¡Tú cállate! —le espetó Fergal.

—Va, no pelearse. —logró pararlos Colby— Que hemos venido a pasarlo bien.

—Es verdad. Siento mucho lo que te dije. —le sonrió Chad a Fergal, aunque ambos sabían que no era verdad y que el Machine Gun seguía vacilándole.

Las bebidas y los nachos de Becky llegaron y así los amigos siguieron charlando amenamente, riendo, haciéndose bromas, Rebecca compartiendo sus nachos con su novio...

En una de esas risas colectivas que abordaron al grupo, Pamela sin darse cuenta acabó recostándose de lado contra Chad, pero este sí se percató y la miró. Quería reñirla pero la vio reír y se vio tan bonita, tan linda, que dejó que se quedase así. Colby siguió riendo con sus amigos, hasta que alzó la vista y se le sofocó un poco, al ver que entraba al local el mismísimo Randy, que también lo vio.

—Colby.

—¡Randy! —el azabache salió despedido a abrazarlo como saludo.

Los demás, sin embargo, tuvieron otro tipo de reacciones: Rebecca, Mercedes, Pamela y Ashley lo miraron mal; Drew, Chad, Jon, Joe y Fergal se asquearon por su presencia; mientras que a Allen le hirvió la sangre por completo, quería agarrar una botella y abrirle la cabeza a Randy. Pero ninguno dijo nada, no querían problemas. Allen no dejaba de observar cómo Colby se separaba de la serpiente y se hablaban, parecían llevarse tan bien que le sonaba raro. No podía pensar en otra cosa que no fuese apartar a su azabache de esa culebrilla de charca que se cree víbora mataleyendas.

Pensaron que todo se calmaría de un momento a otro, pero no, y todo porque Colby le dijo a Randy de unirse a ellos y tomarse algo. Así que volvió a su sitio y, para mala suerte de Allen, Randy se sentó al lado del Matabestias.

—Bueno, chicos. ¿Qué tal? —una vez que el camarero le trajo un whisky, Randy intentó entablar conversación con los demás, quienes estaban incómodos por su presencia.

—Pues... Bastante bien. —el único que se atrevió fue Fergal, quien se encogió de hombros.

—Aquí, de palique. —Joe se rió, nervioso. Solía llevarse bien con Randy, pero de un tiempo a ahora le tenía algo de miedo.

—¿Puedo saber sobre qué? —preguntó Randy, con una tranquilidad aterradora, apoyando su codo en la mesa y su cabeza sobre el puño cerrado, demostrando atención e interés.

—Sobre Wrestlemania. —le contestó Ashley, temblando ligeramente.

Chad logró captar la mirada de odio que Allen le echaba a Randy sin que este se diese cuenta. Se sacó el móvil del pantalón y, disimulando, le envió un mensaje al ojiazul, que, también disimulando, lo leyó.