A veces la vida te supera y te rompes, te vienes abajo.
Es lo que le pasó al amigo Colby López. Lo perdió todo: su amor, su felicidad, su éxito...
Pero de todo se sale.
¿Y podría ser que Colby se enamore de la persona menos esperada? ¿Podría ser que...
El día de la quedada llegó por fin. Todos estaban muy emocionados, tenían muchísimas ganas de verse y de ir a la playa. Colby estaba, más que ansioso, nervioso. Su cuerpo aún estaba en proyecto de recuperación, e iba a exponérselo a los fans, a sus amigos, a sus hermanos, a su crush Allen... ¡No quería ni pensar en qué iba a decir Allen si le viese en baja forma! ¡Sería su tumba! Solo de pensarlo, se aterraba y le empezaban a temblar las manos. Suspiró, intentando tranquilizarse, para cerrar su mochila y ponérsela a la espalda, listo para encaminarse hacia la playa acordada. Rebecca, Joe, Jonnathan, Drew, Allen, Ashley, Colby, Chad y Mercedes salieron de sus casas, cada uno a su ritmo, cada uno a su manera, pero salieron y se fueron hacia la playa.
La primera en llegar fue la pelirroja pateanachas de muchachas, que se encontró con la playa casi vacía, con muchísimo espacio para ella sola, y para unos fans que preferían dormir al Sol en vez de correr como gallos hacia ella y atosigarla pidiéndole un autógrafo, una foto y su número de teléfono. Becky se quitó la ropa, quedando en bikini y se lanzó a nadar en el mar durante un buen rato.
—¡BECKYYYYY!
Cuando se volteó para ver quién la llamaba, Drew, Chad y Allen le tomaron una foto a traición desde el paseo de la playa.
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La pelirroja corrió con ellos quienes se le acercaron.
—¡Becky, pibón! —Chad le enseñó la pantalla de su móvil con la foto.
—¿Acaso lo dudabas? —le respondió ella, toda diva, haciendo reír a The OC.
Los guió hacia las rocas, un lugar en el cual dejó su mochila. Los recién llegados dejaron las suyas y empezaron a quitarse la ropa para quedar en bañador.
De lejos, vieron cómo se les acercaba el resto de la pandilla. Allen, en cuanto vio a Colby, sonrió, pues le gustaba verlo sano y salvo. Y ¡atiza!, algo en su pecho se encendió, ni idea de lo qué, pero algo se encendió. A Colby le pasó lo mismo en cuanto le vio.
Mercedes iba caminando y hablando mientras se apuntaba con la cámara del móvil.
—Bueno, chicos, queridos fans de la galaxia, ya hemos llegado a la playa, ya estamos bien, ya estamos...
—¡¡¡MERCY!!! —Drew asustó a la pelimorada, haciendo que, accidentalmente, le diese con el dedo a hacer foto. Y bueno, no tengo la foto que salió, pero podéis imaginaros la carita de Mercedes.
—¡DREWWWWWWWWWW!
Entonces, la morada empezó a perseguir al Big Brother por toda la playa, enfadada y agitando el teléfono en la mano, mientras todos se reían a carcajadas. Incluso algunos fans se pusieron a grabarlos con los móviles, entre risas.
Sin darse cuenta, Allen pasó su brazo por los hombros de Colby, que no notó la acción del ojiazul. La que lo notó fue Becky, quien estaba intentando dejar de reírse de la Jefa y del Big Brother, y al ver a estos dos tortolitos no pudo evitar sonreír de forma cuqui.
