11

912 58 6
                                    

SAMUEL

No puedo dejar de observarla mientras duerme, se ve como un ángel, además lleva mi camiseta, eso me parece sexi.

-Eres hermosa – suspire pensando que no iba oírme

Pero de pronto abrió los ojos, sonríe, acaricie mi mejilla.

-¿De verdad piensas así?

-¿Me has oído?

-Tú también eres guapo, más guapo y más interesante de lo que pensé.

Tu cara se pone muy roja, espero que no se haya dado cuenta pero al ver su sonrisa entiendo que es muy notable.

-¿Sigues borracha? – pregunte

-Ya estoy mejor.

-Entonces ya puedo irme... - empiece levantarme

-No te vayas – me ruega al tomar mi mano

-Pero tienes que descansar y ordenar todo el desorden que dejaste en el salón.

-¿Podrías ayudarme?

Me encantaría quedar con ella pero ya no me puedo resistir, no encuentro la manera para resistir a su belleza y sus encantos, estoy seguro que ella tampoco puede resistirse a mí.

-Carla, tú y yo sabemos que eso no va ser tan buena idea – dije

-¿De qué tienes miedo? – suspira en mi oído

-No tengo mucha experiencia y a mí me parece que tu sí.

-¿Por qué piensas eso?

Buena pregunta.

-No lo sé... ¿acaso no tengo razón?

-Ay, Samuel... las cosas no son como tu estas pensando.

-¿Estarías dispuesta a volver con Polo después de todo esto? – cuestione con mucho miedo

Tengo miedo a oír la respuesta, no quiero creer que de verdad somos una farsa y nada más que eso.

-No hablamos sobre el – dijo

Me aleje un poco de ella, si de verdad piensa volver con el entonces debía dejar de regalarme miradas bonitas porque yo he olvidado un poco de lo que Marina me hico estando con Carla.

-¿Estas celoso, Samuel? – cuestiona

-Por supuesto que no – respondí

Una puta mentira.

-Ya, pues entonces podría decirte todo sobre mi relación con el, cada detalle supongo.

-No quiero oír nada.

-¿Por qué?

-¿Qué pasa si te digo si estoy celoso?

Solamente quería ver su reacción, su respuesta...

Carla pone mano sobre mi cuello, sonríe...

Esa puta sonrisa me hace quedar hipnotizado en un solo segundo, trago saliva y no puedo dejar de mirarla.

Tiene una bonita sonrisa, de verdad.

-Se que te mueres por hacerlo – suspire

-¿El qué?

-Samuel...

-No se dé que me hablas.

Me pone nervioso, no voy a poder más...

-Quieres tocarme – besa mi mejilla

-Carla...

-Hazlo si quieres.

No sé qué hacer, lo que me está pidiendo es algo que haría en circunstancias normales, si hubiera sido mi novia de verdad pero de pronto llevo sintiendo un deseo grande hacia ella, despierta mi otro lado, el lado que no conocía hasta ahora.

CARLA

-Tócame – vuelvo decirle

¿Por qué creo que él está pensando que estoy desesperada?

No estoy desesperada, simplemente necesito sentirlo ya.

-¿Por qué quieres que lo haga?

Esta vez es él quien suspira en mi oído...

-Quiero que seas el primero que lo hace... - dije en voz baja

El me mira sorprendido, da un paso más hacia mí, mirándome en los ojos.

-¿Dónde?

Sonreí, acaricie su barbilla.

-Abajo – respondí

Samuel asienta con cabeza pero me mira muy serio, baja su mano hacia mi entrepierna, me acaricia sutilmente de manera lenta, es como si ni él sabe que hacer o como.

-¿Soy el primero? – pregunta

-Serás el primero en hacerlo de esa manera.

-¿Qué manera?

Joder.

Tantas preguntas...

-De manera tan pasional, ya estoy mojada y eso es por tu culpa.

El sonríe mientras sigue acariciando mi entrepierna, le gusta jugar este juego lento.

-Quiero que me besas – suspire

Por gran sorpresa no hace pregunta, se inclina sobre mí, sonriéndose al ver que sigo llevando su camisa, pone una mano al lado de mi brazo, mirándome dominante.

-¿Qué? – dije

-Dilo.

-Bésame.

-¿Solamente quieres que te bese?

-Quiero sabotearte y tú también lo quieres...

En vez de seguir jugando con palabras me besa, atrapa mi labio de esa manera, a la misma vez me sorprendí y quede sin aliento, mi corazón estaba a punto de explotar. ¿Y por qué? Pues porque un chico como Samuel me besaba de esa manera real como si fuera la primera vez, como si no existiera esta falsa relación.

Esto fue real, lo sentí y no hay nadie que pueda hacerme creer en otra cosa.

Almas perdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora