21 (FINAL)

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DOS  AÑOS DESPUES...

Haberse encontrado cuando menos lo esperan y dejarse enamorar ha resultado ser la mejor cosa que les había pasado, ahora se encontraban en dormitorio de los campus de la universidad, acostados abrazados.

Samuel come un poco de chocolate y hace el ruido que le molesta a Carla, pero al levantar cabeza y mirarlo sonríe tiernamente.

-Me das muchas ganas de pegarte ahora mismo cuando oigo que haces ruido mientras comes, pero te quiero.

-No más que yo...

Carla se levanta, mirándolo.

-Ay, no, no de nuevo... al menos quince veces al año tenemos estas peleas de quien quiere más a quien.

-Y siempre terminamos metidos en la cama, haciendo el amor.

Carla le mira seductoramente, se lanza sobre él, besándole en los labios.

-Es mala idea, Carla...

Ella no le escucha, quita la camisa y Samuel pierda la mirada al ver ese cuerpo que le vuelve loco.

-Joder, voy al infierno – susurro

-Vamos los dos, Samuel.

Samuel se deja llevar por sus caricias, le deja quitarle camiseta y la toma por la cintura, era un momento muy pasional donde ninguno de los dos podría resistirse.

-Van a entrar...

-Tranquilo, que Lu se ha ido con Valerio.

Los tres tenían suerte de haber logrado entrar en una de mejores universidades de Estados Unidos – Ivy League. Cuando los dos descubrieron que Lu también ha sido aceptada, se sentían felices de tener otra cara familiar de cerca y además de poder compartir la misma habitación con su mejor amiga le hico a Carla sentirse como si nunca había dejado Madrid.

-De todos modos alguien podría entrar...

Sin embargo, lo que Samuel comento ya se quedo en el pasado ya que en cuestión de una hora los dos se encontraban bajo las sabanas, acariciándose.

-¿Qué decías, que alguien podría entrar? – bromea la rubia

-Vale, que anda burlándote de mí...

Samuel la abraza por la cintura, dándole un beso en el cuello.

-Me gusta despertarme a tu lado todos los días – susurra

-Y a mí me gusta saber que voy a poder despertar de esa manera toda la vida.

Samuel se pone serio, Carla sabía eso y lo sentía, es por eso que quería saber que le sucede.

-¿No te gusto? – cuestiona preocupada

-Claro que me gusto, siempre es magnífico y lleno de ternura, pero quería hacerte una pregunta.

Samuel se levanta, ahora sentado en la cama.

-¿Te crees que podrías aceptar mi propuesta de matrimonio algún día?

-¿Perdón?

-Yo te miro y creo que quiero pasar toda la vida a tu lado...

-Yo también, pero casarme en estas edad...

Samuel le detiene, sonríe.

-No quiero casarme ahora, pero quiero hacer una promesa.

-¿Qué tipo de promesa?

-De querernos siempre, te juro que yo imagine mi vida de una manera aburrida, con Marina y en una universidad pública de España.

-Y ahora estás conmigo, has recibido beca en una de mejores universidades del mundo, parece que te ha tocado la lotería.

-He ganado más que eso...

Carla se dedica en acariciar su mejilla, sentía como el corazón de Samuel late fuertemente.

-Te tengo una sorpresa mas luego – menciona

-¿Qué hiciste, Samuel?

La vez anterior que dijo que tenía sorpresa terminaron en un concierto rock y zapatos mojados por todos los fanáticos que tomaron enserio al grupo.

-Un paseo para recordar.

-¿Qué?

-Quiero pasear contigo, colgarte por la mano, saber que siempre vamos a estar juntos, quiero que recuerdas todas las sorpresas que te prepare.

Carla acepto la idea, le gusto pero cuando se encontraban en el parque vio otra sorpresa – el picnic.

Ese día fue el mejor día de sus vidas, lleno de sorpresas, amor, intimidad, promesas y muchas cosas más. No existía lugar para drama en su relación, eran completamente relajados y felices, sabiendo que son dos almas perdidas que encontraron el camino juntos.

Pocas horas después se sentían un poco cansados, se encontraban acostados sobre la manta que Samuel cogió, las piernas de Carla sobre piernas de Samuel, su mano sobre pecho del castaño y ambos miraban el cielo.

-¿Crees que vamos a ver las estrellas por la noche?

-Puede ser – responde la rubia

Samuel la tiene colgada por la mano, no hay gente a su alrededor, es puro silencio, algo que les gusta a ambos.

-Este lugar me recuerda mucho a tu casa... - menciona Carla - ... silencio, estamos solos, hay tanto ruido de cerca pero acá es un puto silencio.

-Es bonito recordarlo todo, éramos tan perdidos y nos encontramos, nos enamoramos y ahora tú eres mi hogar, Carla.

-Te amo, Samuel.

Samuel gira cabeza hacia Carla quien le mira con mucha anticipación y ternura.

-Y yo te amo, Carla.

Se besan en labios, seguían con promesa de un amor eterno que sabían que podrían cumplir aunque eran un poco jóvenes para saber que les trae el futuro, lo único que saben es que pase lo que pase van a terminar juntos para siempre.

———
Gracias ❤️

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