12

945 60 4
                                    

SAMUEL

La estoy besando y disfruto haciéndolo pero de pronto ni yo mismo se lo que hago, por un lado esta farsa, por otro lado mis sentimientos que van formándose y muy lejos de todo esta Marina.

¿Qué elegir?

Seguimos así hasta que Carla por fin decidió levantarse y ducharse, yo tome mi camisa, olía en ella.

Joder.

Carla seguía en baño por mucho tiempo, me quede sin batería así que tendría que irme, no quiero que mi madre llega a preocuparse, Carla lo entenderá.

Cuando llegue a casa me encontré con Marina.

¿Qué hace aquí?

-¿Quién te dejo entrar? – pregunte molesto

-Nano – responde

-No recuerdo que me hayas dicho que ibas a venir hoy – comente

-Quiero sorprenderte.

-Vaya sorpresa que me has dado – dije

Camine hacia mi habitación pero de pronto ella se levanta, tomándome por el brazo.

-¿Vas a irte así, sin hablarme?

-No me gusta cuando vienes sin avisarme, eso ya lo sabes.

-¿En qué clase de persona te conviertes cuando estas con Carla?

-Es algo que tú jamás entenderás.

-¿Qué hacías con ella toda la noche? – cuestiona

Ya sabía que por eso ha venido.

-Tuvo un problema.

-¿Cuál?

-¿De verdad quieres saberlo o simplemente te gustaría burlar de otra gente?

-Eres tan ciego, Samuel. Carla pertenece a otro mundo, si crees que la conoces te has equivocado, no tienes ni puta idea de quién es ella, cambia personalidades más rápido que ropa.

-Se emborracho y tenía que ayudarle – explique

-¿Ahora también es alcohólica? – bromea

-¡No hablas así de ella!

-Cálmate.

-Es la última vez que te lo repito, no quiero volver a oír estas putas bromas que no tienen ninguna gracia – dije muy serio

-Debe gustarte mucho para que la defiendes por quien sabe cuántas veces, no es la primera vez que lo haces.

-Marina...

Se acerca a mí, pone mano sobre mi cuello...

-¿Recuerdas como lo pasamos bien cuando estábamos juntos? – pregunta

-Por favor...

-Soy tuya, lo sabes.

-No estoy tan seguro de eso.

-Tienes razón – se aleja

¿Qué significa eso?

-Tengo novio.

-¿Quién?

-No lo conoces.

-Ya, pues... ¿Por qué crees que me importa?

-Sabes muy bien que te importa, más de lo que quieres admitir.

-Vete, por fa.

-¿Tanta tentación sientes cuando me tienes a tu lado que necesitas hacerme ir de aquí?

Almas perdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora