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SAMUEL

No nos dirigimos ni una sola palabra en el camino a su casa, le mire de reojo pare de veces, eso es todo. Sé que no espero verme en estas situaciones poco cómodas para mí, hay cosas y ciertas personas que me enojan, no puedo controlarme.

-Ya llegamos – dije después de unos minutos

-¿No vas a entrar o qué?

-¿Estas enojada conmigo?

-Samuel...

-Es que, ese tipo me enoja.

-Lo entiendo todo – responde

Se ve tan hermosa, no me puedo resistir, la quiero besar...

-No te quiero perder – dije de un golpe

-Es un poco temprano para hablar sobre esas cosas.

-¿Cómo?

-Apenas hemos aceptado el hecho de que nos gustamos, aun no sé lo que estamos haciendo.

Me acerque a ella, pongo mano sobre su mejilla.

-¿No sabes lo que significa cuando hago esto? – dije

-Me pones nerviosa, eso lo tengo claro.

-Soy más nervioso que tu.

-No lo creo.

-Créeme.

Le bese en los labios, tenía un poco frio, por eso utilice el momento para acercarme más a ella y acosarla con mis besos suaves.

-Entramos adentro, entonces... - dijo

-Tengo que usar el baño también.

Ella empieza reírse.

-Vaya movida, tío.

-No es ningún truco.

-Vale... - dice, tomándome por la mano

Los dos entramos en su casa, nos dirigíamos hacia su habitación, yo me fui al baño, me encontré en frente del espejo, suspirando fuertemente.

-Joder, Samuel...

Empiece un tipo de monologo con mi mismo, es que ni yo mismo sabia que hacía, tenía mucho miedo de mis propios sentimientos y de lo que podía pasar esta noche.

-Tú lo puedes hacer, no tengas miedo.

Carla siempre pareció ser mas experimentada en todo esto pero ahora mismo parece ser todo lo contrario, igual que yo.

Después de pocos minutos salí del baño, cuando me encontré en su habitación la vi solamente en su ropa interior.

Joder.

-Te has quedado muy callado, guapo – dijo

No pude decir nada, su cuerpo es mágico, es hermosa, sensual, erótica, todo eso que le vuelve loco a cualquiera.

Me acerque a ella, no sabía qué hacer con mis manos, no sabía qué hacer en general, la verdad.

-No tengas miedo – suspiro

¿Cómo puede decir una cosa así?

No sé ni que debía hacer, soy muy nervioso...

CARLA

Me encontré casi totalmente desnuda en frente de Samuel, estaba en mi ropa interior, el me miraba como una diosa, un ángel, creo que admiraba mi cuerpo.

Rodeo mis manos sobre su cuello, besando su cuello.

-¿Te gusta esto? – cuestione

-Si – responde

Almas perdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora