13

991 57 14
                                    

SAMUEL

Estoy muy ansioso por esta fiesta por la noche, no puedo esperar hasta poder volver a ver a Carla. Cuando empezamos con todo esto jamás imagine que iba conocer el otro lado de ella, ese lado tierno y cariñoso, un lado que jamás conocí de Marina. Solamente me di cuenta que es bastante posesiva y celosa cuando no tiene lo suyo, si hubiéramos seguido con la relación estoy seguro que volvería engañarme.

-¿A dónde vas tan guapo? – pregunta mi madre

Se encuentra sola en la casa, ese imbécil de su novio no está, por suerte.

-Voy... a una fiesta.

-Pásalo bien, cariño.

-¿Dónde está él?

-¿Quién?

-Jorge – respondí

-Llegara pronto, se fue de compras, comida, unas cervezas...

Claro, unas cervezas para sí mismo en casa donde vive un ex alcohólico, no entiendo como puede ser tan irresponsable.

-No sé cuándo volverá.

-Ten cuidado, mañana tienes colegio.

Me despedí de ella, no tengo ganas para discutir sobre ese imbécil, salí y me dirige a la discoteca.

Cuando entre me encontré con mirada de Marina, sabía que iba estar aquí, voy a hacer lo único que se me pasa por la cabeza y es ignorarla, cuando di vuelta vi a Christian sentado por el bar junto a Carla.

¿Sigue detrás de ella?

Me hice desentendido, acercándome a los dos.

-Hola.

Carla dio vuelta en cuanto me vio, sonríe, los dos sonreímos, como si Christian no existiría, como si estábamos solos.

-Estábamos hablando, Samu.

-Y ya hemos terminado de hablar – responde Carla mientras sigue sonriéndome

Christian asienta con cabeza enfadado y se aleja de nosotros.

-Te ves diferente – me dice

-¿Cómo diferente?

-Más guapo.

-Yo tampoco puedo dejar de mirarte, te ves más hermosa que nunca – dije

Me acerque a ella, pongo mano sobre su cuello.

-Incluso te ves hermosa y sin maquillaje – suspire

-Ya, no te pases.

-¿Qué quería Christian?

Di vuelta y lo vi aun de pie, con una copa de whiskey, mirándonos.

-Creo que está un poco borracho – responde

-¿Un poco?

-Tranquilo, no es nada que no pueda resolverse.

-¿Quieres que yo hable con él?

-No, no quiero problemas.

-Si te está molestando puedo hablar con él y hacerle entender de una buena vez.

-Quédate conmigo.

Asentí con cabeza, creo que este asunto con Christian puede esperar como siempre.

-Te extrañe anoche – dijo con voz baja

-¿Qué dijiste?

-¿Recuerdas cuando dormiste conmigo esa noche cuando estaba borracha?

Almas perdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora