Popular. (Louis Tomlinson y tú)

Capítulo 29 "Michelle"

CAPÍTULO 29.

–¿Teene oo sto e a aet?

–¿Qué? –le pregunto a Michelle, ella solo ríe como loca desenfrenada. Miro a  Marie quien está igual de desorientada que yo. Apenas puede mantenerse en pie por lo que le agarramos la espalda mientras mira a todo el pasillo con cara de retrasada.

–¿ee igaane?

–Cállate Michelle –le pide Marie, con una faceta algo más severa de lo que ella suele ser– ¿No ves que todos nos ven? Somos populares, Michelle. ¿Quieres arruinar la imagen del grupo de amigos más lindos y exitosos de toda la escuela?

–¿Qué te tomaste, Michelle? –le pregunto preocupada mientras ella mantiene su sonrisa estúpida con los ojos rojos, de verdad me preocupa. –¡Marie, ve ya a la enfermería! –le chillo pero ella niega con la cabeza.

–Así más personas del colegio se enterarán…

–¿Cómo puede importarte eso? Es nuestra amiga, no sabemos que tipo de mierda le han dado ni como la consumió.

–Es cierto, pero…

No la dejo terminar puesto que se la lanzo a sus delgados brazos y me levanto del piso, aún sabiendo que gran cantidad de personas mira nuestra escenita, y mucho más aún a Michelle con cierto asco susurrándose entre ellos.

–¿Qué tanto murmuran? –pregunto agresiva pasando entre ellos, empujando con los codos a varias personas– Metidos de mierda.

–Uy… si se enojó la rubia hueca –oigo una voz a mis espaldas. Aprieto los dientes y me volteo caminando desafiante hasta la dueña de la estúpida voz– Y la Michelle es una puta, se merece estar así. Marie es una hueca igual.

–¿Dijiste algo a mis espaldas y las de mis amigas? –le pregunto parándome frente a ella, ella se muerde el labio inferior mirándome con terror. Puedo mirarla hacia abajo gracias a mis tacos, me acerco a su rostro sin quitar la mirada de sus ojos castaños.

–Es que… siempre te haces la agradable –ella murmura cerrando los ojos. –Y me caes pésimo, perdón.

–¡Envidiosa! –le digo sonriente, luego la empujo por los hombros fuertemente provocando su caída– Vuelve a meterte con una de nosotras y te juro que vas a sufrir. Ridícula de mierda, hablando a las espaldas de chicas que ni conoce.

Ella solo cierra los ojos y se abraza a sus rodillas.

Realmente no me gusta ser así con las personas, pero ella pasó los límites que soporto. Odio que hablen a mis espaldas.

Troto hasta la enfermería, bajando hasta el primer piso. Agitada toco la puerta de la enfermera.

–¿____? ¿Por qué estás así, qué ocurre? –me pregunta la amable señorita, intento recobrar el aire para responderle.

–Es Michelle  –consigo decirle, apoyada en la pared con una mano – Creo que la drogaron o algo así…

–¿¡Qué!? –exclama ella, llevándose una mano a sus labios carnosos con espanto  – ¡Vamos, llévame con ella! –saca su botiquín y corro nuevamente con ella hasta el cuarto piso, donde hay más gente acumulada.

–¡Córranse!  –le grito a los demás, dejándolos aturdidos. Realmente no suelo ser así, pero me saca de mis casillas ver a una amiga tan mal. La enfermera pasa rápidamente y se arrodilla frente a Michelle, Marie está roja de vergüenza mirando el suelo.

–Ya era hora de que llegaras, ____ –ella me susurra mirando hacia otro lado.

–Perdón  –le susurro y ella suspira.