🍒5- ¿Esto es real, o sólo es un sueño?🍒

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Cheryl

Desperté por los intensos rayos de sol que entraban por la gran ventana a mi derecha, al abrir los ojos sonreí inconscientemente.

~No fue un sueño~

Pensé sonriendo. Con mucho ánimo salí de la cama y aún en pijama salí de mi habitación, bajé las escaleras y fui a la cocina donde un despeinado Alex estaba preparando el desayuno.

—Buenos días, dormilona.— bromeó Alex al verme entrar a la cocina.

—Buenos días, madrugador.— respondí de igual forma.

Alex soltó una risita.

—Siéntate, el desayuno está casi listo.— ordenó.

Le hice caso y me senté en uno de los bancos altos frente a la barra.
Mientras Alex cocinaba, lo miraba atentamente sonriendo si mostrar los dientes apoyando mi mentón en la palma de mi mano, apoyando mi codo sobre la barra, dios, se veía tan lindo.
Después de unos minutos, Alex me entregó mi desayuno, eran hotcakes con un toque de miel de mapple y mantequilla encima acompañado de un vaso de leche.

—Gracias, Al.— exclamé mirándolo.

—Por nada.— sonrió y se sentó a mi lado.

Me llevé un trozo de hotcake a la boca y... Wow, esto definitivamente se merecía un diez.

—Wow, no has perdido tu toque de chef.— exclamé asombrada y Alex sonrió —¿Recuerdas que cuando yo era pequeña me preparabas el desayuno y siempre te decía que eras el mejor chef del mundo?—

—Sí, lo recuerdo.— sonrió —Y todavía eres pequeña.— pellizcó suavemente mi mejilla.

Después de terminar nuestro desayuno, fuimos a nuestras habitaciones a cambiarnos. Yo por mi parte, primero me duché y después fui a mi habitación a buscar que ponerme, abrí el armario y estaba lleno de ropa muy linda, alguna era negra, blanca, y de colores pasteles, la mayoría podría decirse que era infantil pero aún así me encantaba. Así que me puse un short corto, color rosa pastel que marcaba mi cintura y resaltaba mis piernas, después me puse una blusa de mangas cortas color blanca con estampado de cerezas, y por último me puse unos vans rojos que Alex me había regalado.
Bajé las escaleras y fuí a la sala, ahí estaba Alex, sentado en el sofá más grande con un vaso de whisky Bulleit en la mano. Vestía una playera negra de mangas cortas algo ajustada que hacía resaltar sus brazos, unos jeans negros y sus botines negros.
Volteó a verme y me estudió de arriba a abajo con una sonrisa ladina en su rostro.

—Te queda muy bien la ropa que te compré.— exclamó y bebió de su trago.

—Gracias.— respondí y me senté en su regazo rodeando sus hombros con mi brazo y entrelazando mis manos una con la otra, como en los viejos tiempos, al hacerlo su expresión cambió a una de sorpresa —¿Y, qué haremos hoy?— seguía mirándome extrañado —¿Qué pasa, Al? ¿Por qué me ves así?—

—Es que, hace mucho no hacías eso.— sonrió y dejó su vaso de whisky, rodeó mi cintura con sus brazos pegandóme un poco más a él. Y ahí fue cuando me puse algo nerviosa, cuando era pequeña él nunca le puso una mano encima a mi cintura. El tenerlo tan cerca me puso así, nerviosa —Decías de hacer algo hoy, ¿algo cómo qué? ¿Algo de padre e hija?— preguntó.

—Sí, podemos hacer lo que tú quieras.—

Llegamos a un acuerdo, íbamos a salir a recorrer Sheffield para que yo pudiera conocerlo mejor, pero fue un plan fallido ya que comenzó a llover. Entonces decidimos quedarnos en casa a ver películas.
Alex preparó palomitas y fuimos a la sala, se sentó en el sofá más grande y yo me recosté a lo largo del sofá, apoyé mi cabeza en su regazo y puse el bowl de palomitas encima de mi estómago.

Mʏ Pᴇʀғᴇᴄᴛ Iɴɴᴏᴄᴇɴᴄᴇ // Aʟᴇx Tᴜʀɴᴇʀ  X  Tᴜ́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora