Cheryl
Sábado 8:38 am>>
Por fin era fin de semana, y como ya era de costumbre, desperté al lado de Alex.
Su respiración chocaba contra mi cabello mientras su brazo derecho abrazaba mi cintura, impidiéndome dar la vuelta.
Pero lo necesitaba, necesitaba verlo frente a frente.
Como pude, me di media vuelta, encontrándome a Alex y su cabello despeinado, este seguía durmiendo plácidamente, se veía tan tierno.
Me quedé observándolo unos minutos hasta que observé como sus lindos ojos iban abriéndose poco a poco.—Buenos días, Al.— exclamé con una media sonrisa. Alex seguía con los ojos entrecerrados.
—No, aún no, es muy temprano, quiero seguir durmiendo.— respondió adormilado —Anda, date vuelta y vuelve a dormir.— exclamó cerrando nuevamente los ojos.
Obedecí a Alex, yo también seguía con sueño y quería seguir durmiendo un poco más.
Me di media vuelta y sentí como Alex abrazaba mi cintura con más fuerza pegándome a él para caer de nuevo en los brazos de Morfeo.[...]
Alex
Hoy es el gran día, hoy es el concierto, hoy, después de siete largos años, la verdad saldrá a la luz
—Okay, entonces nos vemos en el bar, ¿de acuerdo?— exclamó Matt del otro lado de la línea.
—Sí, está bien, Matt, nos vemos allá, adiós.— colgué y dejé mi celular en la mesita de noche junto a mi cama para después ir a tomar una ducha.
Veinte minutos después, salí y me vestí, me puse unos jeans negros, una camisa blanca formal, me coloqué mis botines negros y por último mi chaqueta negra de cuero.
El concierto comenzaba en una hora más o menos, la prueba de sonido ya se había realizado, así que todo estaba listo, sólo que, yo estaba nervioso, muy nervioso, temía que Cheryl pensara de mí lo peor.
Que soy un enfermo mental.Con nerviosismo tomé un peine y comencé a hacerme mi típico peinado de Elvis.
Por último me puse mi colonia preferida y unas gafas de sol negras.
Salí de mi habitación y fui a la de Cheryl para verificar que ya estuviera lista.
Di dos toques a su puerta y en menos de tres segundos ya la tenía frente a mí.—Ya estás list... ¿Esa es mi camiseta?— cambié rápidamente mi pregunta al ver que Cheryl llevaba puesta mi Lacoste celeste.
—Sí.— contestó tímidamente. Me crucé de brazos esperando una explicación —Lo siento, la tomé de tu armario mientras te duchabas.— bajé mis gafas y levanté una de mis cejas —Debí pedírtela antes, lo siento, es que, tu ropa es genial y lo sabes. Pero si te molesta que la use te la devuelvo.—
—No, no, claro que no me molesta, te queda muy bien, me gusta como te queda.— noté como sus mejillas empezaban a tomar un tono rojizo. Recorrí su anatomía con la mirada, se veía totalmente hermosa, además de llevar puesta mi camiseta, vestía una falda de pliegues color negra que le llegaba aproximadamente seis o siete dedos arriba de la rodilla, unos calcetines hasta la rodilla color negro y por último unos botines color negro —Te ves muy hermosa.— bajó la mirada ocultando su tímida sonrisa.
—Gracias, Al.— respondió con nerviosismo levantando la mirada —Tú también te ves muy bien.—
—Gracias, pequeña, ¿estás lista?—
—Sí, sólo me pongo una chaqueta y listo.—
—De acuerdo.— respondí observándola mientras buscaba en su armario.
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Mʏ Pᴇʀғᴇᴄᴛ Iɴɴᴏᴄᴇɴᴄᴇ // Aʟᴇx Tᴜʀɴᴇʀ X Tᴜ́
Romans~Iɴɴᴏᴄᴇɴᴄᴇ ᴀɴᴅ ᴀʀʀᴏɢᴀɴᴄᴇ ᴇɴᴛᴡɪɴᴇᴅ, ɪɴ ᴛʜᴇ ғɪʟᴛʜɪᴇsᴛ ᴏғ ᴍɪɴᴅs.~