Mʏ Pᴇʀғᴇᴄᴛ Iɴɴᴏᴄᴇɴᴄᴇ // Aʟᴇx Tᴜʀɴᴇʀ X Tᴜ́

🍒6- Sospechas🍒

Cheryl

Desperté por los fuertes rayos de sol que rebotaban contra mi cara, un brazo abrazaba mi cintura y sentía una respiración en mi cabello, como pude me di la vuelta y me encontré con Alex profundamente dormido, se veía tan lindo, poco a poco fue abriendo los ojos, sonrió sin mostrar los dientes al verme.

—Buenos días, Al.— le sonreí de igual forma.

—Buenos días, princesa.  ¿Dormiste bien?—

—Sí, dormí muy bien.—

—¿No más pesadillas?—

—No, pero en serio fue horrible la pesadilla que tuve ayer.— abracé a Alex escondiendo mi rostro en su pecho —Espero no volver a tenerla.—

—Claro que no, no la tendrás más.— acarició mi cabello —¿Vamos a desayunar?— lo miré a los ojos y asentí.

Salimos de la habitación de Alex y bajamos las escaleras hasta llegar a la cocina.
Preparamos juntos el desayuno.

—¿Recuerdas los abrazos en la cocina?— preguntó abrazándome por la espalda, se refería a cuando era pequeña, Alex y yo hacíamos el desayuno y siempre me abrazaba mientras hacíamos el desayuno.

—Sí.— reí y puse mis manos sobre sus brazos —¿Y tú recuerdas que eras muy celoso? Estaba con un amigo, te enojabas y no me dejabas hablar más con él.—

—Yo sólo te protegía, y lo seguiré haciendo.—

—Veo que sigues siendo celoso, Turner.—

—Aclaro. Muy celoso.— me soltó —Y no me gusta que me llames Turner, me gusta más que me llames Al.—

—Como gustes, Turner.— exclamé desafiante buscando hacerlo enojar.

—¿Cómo me llamaste?— sus ojos comenzaron a intimidarme. Se acercó peligrosamente hacia mi.

—Turner.—

—Dime Turner una vez más y verás lo que te pasará.— exclamó amenazante —¿Entendiste?

—Sí, Turner.— exclamé y salí corriendo de la cocina, Alex empezó a perseguirme.

Corrí hasta el patio trasero el cual estaba repleto de césped, Alex me alcanzó y me abrazó por la espalda haciendo que cayéramos al césped y yo quedara bajo él.
Alex me dio la vuelta para quedar frente a frente y empezó a hacerme cosquillas.

—¡No, Al! ¡Para! ¡Al!— exclamé mientras me retorcía en el césped y a la vez me reía.

—Te dejaré en paz si dejas de llamarme Turner.— seguía haciéndome cosquillas —A ver ¿cómo me llamarás?—

—Tur... Al.— me corregí rápidamente.

—Muy bien princesa, te dejaré en paz.— exclamó y dejó de hacerme cosquillas.

Se levantó del césped y me tendió su mano, la tomé y me levantó.

Volvimos a la cocina y terminamos de hacer el desayuno.

[...]

Después de haber terminado de desayunar, Alex me dijo que si quería acompañarlo a su empresa, ya que tenía que hacer algo importante ahí.
Así que lo acompañé.
Cuando llegamos todos saludaron a Alex y me presentó con aquellas personas que trabajaban ahí.

—Ella es mi hija, Cheryl.— exclamó Alex con una sonrisa.

—¿Hija?— preguntó un hombre mirando a Alex.

—Sí, mi hija.— respondió Alex —Mi hija que estuvo tres años en Los Ángeles con su tía Elizabeth.—

~Que mentiroso eres, Turner.~