Capítulo 18

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Sasuke

No tenía idea de como salir de ese lugar, ni siquiera estaba seguro si sobreviviríamos un día más, incluso dudaba si podría proteger a Cassy de Hiruki y su orden de raros encapuchados. La preocupación me impide conciliar el sueño, dirigí mi mirada hacia Cassy quien descansaba después de haber tratado de mantenerse despierta junto a mí todo el día ¿O noche? En este punto ni siquiera sé cuánto tiempo pasó desde que nos golpearon y nos trajeron aquí.

- ¿Por qué debo destruir todo a mi paso? - Antes ni siquiera me había parado a pensar ni un segundo en el daño que estaba haciendo a quienes me querían, después de la muerte de mi hermano me encontré perdido en un mundo que no conocía, sin un propósito... Aún así solo quería estar solo, decía no necesitar a nadie... Y no lo necesitaba. - Todo cambió cuando llegué aquí. ¿Qué me está pasando? - 

- Te conviertes en una persona de este mundo, con sentimientos mucho más fuertes... - La voz de Amaya resonó en todo el lugar seguida por el sonido de sus pisadas acercándose, intenté incorporarme logrando quedar sentado con la espalda apoyada al muro mientras Cassy continuaba dormida en mi regazo. - Aquí no podrás reprimir tus emociones Sasuke, no es tan sencillo como en nuestro mundo. - 

- Yo no reprimo nada, yo nunca sentí algo así antes. - Ataqué.

- Claro que sí, pero si no te diste cuenta en este mundo no eres tan fuerte ¿Verdad? - Una sonrisa se asomó en su rostro.

- Tomamos una decisión. - Hiruki entró de golpe en el lugar. - No te necesitamos a ti, solo a ella. - Se acercó a mí amenazante.

- No permitiré que le hagan daño. - Cassy despertó asustada incorporándose de inmediato junto a mí.

- No lo harán. - La mirada de Cassy pasó de ser tierna e inocente a una penetrante llena de furia. - Ahora estamos juntos. - Atacó.

- Ni lo intentes querida, como verán aquí no hay ni viento ni nada que produzca electricidad. - Mierda, tiene razón, las veces que pudimos atacar además de estar juntos tuvimos que utilizar los recursos del espacio en el que estábamos.

- Vendrás con nosotros. - Hiruki se acercó a Cassy tomándola del brazo. - Y tú... - Se dirigió a mí. - Tendrás suerte si te comen las ratas o mueres de hambre, lo que pase primero. - 

- ¡Cassy! - Grité, no podía dejar que se la llevaran, intenté zafar mis manos del amarre que me detenía.

- ¡Sasuke! ¡El sharingan! - Su voz resonó en mi mente mientras Hiruki trataba de impedir que Cassy se zafara de su agarre.

- No puedo hacerlo, no tengo energía. - Respondí mentalmente.

- Sasuke escúchame... Tú puedes hacerlo, jamás dudaste de ti mismo, no puedes hacerlo ahora. - Hiruki empujó el cuerpo de Cassy contra el muro dejándola inconsciente en un segundo, ya con su cuerpo inmóvil Hiruki comenzó a avanzar.

- No te la llevarás maldito. - Exclamé, él se volteó hacia mí. Como esperaba, no le gusta perder... una debilidad que podría usar a mi favor.

- No debiste decir eso. - Depositó el cuerpo de Cassy en el piso de la cueva y avanzó hacia mí levantándome por la sudadera que llevaba puesta. - Iba a dejarte vivir Uchiha, pero no. - Sonrió sadicamente. -  ¿Viste Amaya? Al final si seré yo quien mate al gran Uchiha. - Sus ojos volvieron a posarse en los míos, reuní toda la fuerza interna que tenía mientras en mi mente solo habitaba el pensamiento de Cassy y que no podía permitir que la lastimen, menos por mi culpa. 

- ¿Quieres darte prisa? La niña despertará antes de que lo mates. - Exclamó Amaya. Hiruki tomó un kunai de su bolsa y lo posicionó en mi garganta, dificultándome la respiración. - Adios Uchiha. - Sonrió. 

- ¡Sasukeeeeeeee! - Un gritó desesperado de Cassy resonó por mi cabeza despertando mi sharingan, y antes de que Hiruki clave el kunai en mi garganta estaba atrapado en un genjutsu, o simplemente se desvaneció... quizá en este mundo el sharingan solo puede quitar la consciencia a alguien por unas horas. Mis ojos pasaron rápidamente a Amaya teniendo el mismo resultado, una vez ambos yacían en el suelo tomé el kunai como pude y corte los amarres que detenían mis brazos.

- Cassy... - Me apresuré a tomarla en brazos, el golpe había ocasionado que sangre brotara de su frente y cayera manchando su mejilla, sus ojos continuaban cerrados y su cuerpo inmóvil, pero estaba seguro que aún podía escucharme. - Te dije que encontraría la forma de que no salieras lastimada. - Una sonrisa se asomó en mis labios, finalmente había salvado a alguien que no era yo, finalmente había encontrado una razón para luchar que me hacia más fuerte y mejor cada día, por ella. - Ahora solo queda encontrar la forma de llevarte conmigo y que ambos podamos vivir juntos en mi mundo. - Acaricié su mejilla seguida de su barbilla para luego pasar a su frente pasando suavemente mis dedos por la herida que le habían dejado, suavemente quité la sangre que había quedado en su frente y poco a poco, casi por arte de magia, la herida había desaparecido. 

- Te amo mi emo vengador. - Cassy abrió los ojos y una sonrisa se formó en su rostro al verme.

- Te amo miedosita. - Solté.

- ¿Cómo hiciste eso? - Tocó su frente en busca de rastro de sangre. 

- No lo sé, nunca fui ninja médico así que no lo entiendo... quizá tiene que ver con la conexión que tenemos. - Deduje. - Pero eso lo averiguaremos ahora mismo. - Cassy me interrogó con la mirada.

(...)

- ¡¿Qué hiciste con Hiruki?! - Amaya se encontraba atada frente a nosotros, había despertado pocos segundos atrás y desde entonces ha intentado averiguar que pasó con su compañero. No teníamos mucho tiempo, los encapuchados vendrán a buscarlos cuando se den cuenta de que no regresan.

- Ya te lo dije, si quieres que él sobreviva, tendrás que colaborar con nosotros. - Cassy se posicionó frente a Amaya mostrándose más fuerte de lo que alguna vez había visto.

- ¿Por qué sigues creyendo en él? ¿Por qué te salvó? Él solo te esta utilizando para salir de aquí... - ¡oh no! - Eso fue lo que dijo la noche que le indiqué como podía volver a su mundo. - Los ojos de Cassy se llenaron de lagrimas y me interrogaron tratando de mantenerse fuerte.  - ¿No es cierto Sasuke? - Amaya me dirigió una sonrisa.

- ¡No! Bueno sí, pero ya no es así. - Exclamé.

- ¿Qué quieres decir? ¿Me usaste? - Las lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

- Te tenía como un seguro, por si no lograba llegar al portal a tiempo. -

- ¿Ibas a matarme? - Entré en cuenta de lo terrible que soy... era... soy.... - ¡Responde! - Me exigió suplicando que tenga una buena explicación para esto mas no la tenía.

- Ya no... - Fue lo único que pude decir.

- ¿Ya no? Pues gracias por dejarme vivir.- Exclamó sarcástica.

- No me digas que creíste que en verdad te amaba... Él solo puede amarse a si mismo. - Amaya sonreía. - De todas formas, no pueden enamorarse.... - La interrogué con la mirada. - Son de dimensiones distintas, si decidieras estar con ella, no podrías volver a tu mundo, alterarías toda tu historia y destino. Es lógico. - 

- ¡No me importa! - Exclamé. - Yo la amo. -

- ¡Cállate!  - Cassy gritó seguida por un torbellino de viento. - No tienes por qué seguir mintiendo, querías matarme... -

- No... -

- Solo me usaste. - Gritó, el viento se hacía cada vez más y más fuerte, haciéndome difícil mantenerme fijo en un lugar. 

- Tú sabías que él es el destino de otra, y no el tuyo. - Amaya continuó. Los ojos de Cassy se tornaron negros, levantó una mano hacia Amaya haciendo que el viento la empuje de una manera tan fuerte que saliera volando por la entrada de la cueva, cayendo de la montaña. 

Quedé inmóvil al verla así, devolvió su mirada hacia mí levantando los brazos en mi dirección sin la fuerza que impuso al empujar a Amaya de la cueva, el viento me levanto y me presionó contra el muro de la cueva imposibilitandome moverme. 

- No debiste jugar conmigo Uchiha. - Su voz se tornó gruesa y áspera, mientras yo luchaba por continuar respirando.

Un Shinobi fuera de la aldeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora