Un Shinobi fuera de la aldea

Capítulo 23

- No te preocupes, seguramente solo lo dijo para evitar que yo vaya contigo y así matarme. - Afirmé después de que Sasuke me haya contado su encuentro con mi padre. Me negaba a creer que podría ser posible que mis propias habilidades me consumieran, el solo escucharlo era demasiado ridículo.

- Seguro fue eso. - Afirmó él bajando la mirada preocupado.

- Sasuke... - Tomé su rostro entre mis manos elevando su mirada hacia mí, acaricié suavemente su cabello mientras una sonrisa de esbozaba en mi rostro. - Debemos irnos. - Él asintió regalándome una pequeña sonrisa sin embargo la preocupación no abandonaba sus ojos.

Ambos nos pusimos de pie y recogimos las pocas provisiones que nos quedaron para luego salir en busca del portal, caminamos en silencio tomados de la mano, podía sentir como el agarre de Sasuke se hacía cada vez más fuerte, como si con cada paso el sintiese mayor necesidad de protegerme.

Continué mi camino sin prestarle mucha atención, tenía mis propias preocupaciones invadiendo mi mente, sería un cambio completo en mi vida. ¿En serio estaba alejando a Sasuke de quienes lo aman? Un sabor amargo paso por mi garganta al pensar en todo lo que habían pasado sus amigos al buscarlo, estaba alterando toda una línea temporal, toda una historia, él no se casaría con Sakura, no tendría una hija... Ni siquiera estoy segura de que podamos tener un hijo en ese mundo, su clan no se restauraría, todo por lo que alguna vez él luchó se acabaría por completo.

- Ni te atrevas a pedirme que regrese a Konoha. - Soltó de pronto. - Puedo escuchar parte de tus pensamiento aún Cassy. - Me recordó, solté un suspiro.

- No quiero que pierdas todo por lo que alguna vez luchaste tanto... - Admití buscando sus ojos, su mirada se tornó tierna al posarse en mí.

- Cassy, no hay nada en el mundo más importante para mí que tú. - Pasó su mano delicadamente por mi mejilla acariciándola con amor.

- Sasuke yo no pertenezco a ningún lugar, pero tú si... Tienes toda una historia que contar y vivir. - El mismo amor que hacía latir mi corazón por el pelinegro, me impedía dejar de pensar en el daño enorme que podría causarle todo esto, cuanto más nos acercábamos a nuestro destino más fuerte era el dolor que atormentaba mi mente al saber que ambos seríamos relegados.

- Hay un sitio para nosotros, en algún lugar... - Comenzó sin quitar sus ojos de los míos. - Dame la mano y estamos a mitad de camino... - Tomó mi mano con delicadeza para retomar nuestra caminata. - Dame la mano y yo te llevo.. - Su profunda voz me llenaba de calma, quitando una a una cada una de las preocupaciones que me atormentaban. - De algún modo, algún día... -

- En algún lugar. - Sonreí al recordar a mi abuela leyendo esas mismas palabras mientras yo escuchaba atenta en su regazo, al ser una niña no podía entender lo que significaban esas frases, pero ahora al escucharlas de Sasuke, entendía cada una de ellas. - ¿Dónde lo escuchaste? - Pregunté curiosa, no creo que su mundo conozcan este tipo de obras.

- No lo sé... - Admitió confundido. - Vino a mi de pronto y era exactamente lo que siento justo ahora. - Llegamos al lugar del portal, justo minutos antes de que este sea abierto, ambos nos posicionamos frente a este esperando poder entrar. 

Tomé la mano de Sasuke con fuerza mientras me armaba de valor para dejar este mundo y cambiar no solo mi vida, sino también la del emo vengador. Sasuke continuaba presionando mi mano, mientras todos sus músculos se tensaban, parecía tener el mismo debate en su mente que yo. ¿Estaría dudando de llevarme con él?

No tenemos tiempo para pensar más en que debemos hacer, ya llegamos hasta aquí, Sasuke debía volver a su mundo, y el portal solo estará abierto por 60 minutos exactos. Mi respiración comenzó a agitarse y mis latidos se aceleraban con cada segundo que transcurría.

El piso debajo de nosotros comenzó a moverse sacudiendo nuestros cuerpos con el, el cielo se tornó oscuro por medio segundo seguido de una luz segadora que fue perdiendo el brillo poco a poco hasta dejarnos ver un destello de luz en forma de una línea vertical frente a nosotros. Lo logramos, llegamos hasta el portal, podríamos entrar y empezar de nuevo, avancé unos pasos mas Sasuke se mantuvo inmóvil deteniéndome con su agarre en mi mano.

- Cassy... - Me llamó, volví hacia él con preocupación. - No puedo arriesgar tu vida así. -

- ¿De qué hablas Sasuke? No tenemos tiempo - Intenté jalarlo pero continuaba inmóvil en su sitio.

- ¿Y si lo que dijo tu padre es real? No dejaré que mueras así. - 

- Aún si fuera cierto, prefiero morir en unos días contigo que vivir toda una vida sin ti. - Supliqué.

- Yo también, te lo aseguro. - Tomó mi rostro entre sus manos, dejando sus ojos fijos en los míos. - No tenemos que arriesgarte... - Sonrió, lo interrogué con la mirada. - Podemos quedarnos aquí. - ¡¿Qué?!

- Sasuke no puedes ¡Debes volver a tu mundo! Tú no quieres ser un chico común. - Recordé sus palabras. 

- Eso ya no me importa Cassy, en cuanto te tenga conmigo muchos años, toda mi vida... Yo seré feliz. - ¿Renunciaría hasta a sus habilidades por mí?

- Perderás todo con el tiempo, tus habilidades, todo lo que te gusta. - 

- Pero te tendré a ti. - Depositó un corto beso en mis labios. - Y con eso lo tengo todo. - Sonrió. Dudé varios segundo si debería dejarlo hacer esto por mi, por nosotros. - Escucha Cassy, si tú vienes conmigo pondremos en riesgo tu vida completa, pero si yo me quedo no pasará nada, ambos estaremos bien. - Tenía razón. 

- ¿Estarás bien? - Cuestioné una última vez.

- Sí, contigo siempre lo estuve.- Sonrió.- Hay un lugar para nosotros... en algún sitio, no importa cual. - Sasuke pasó sus brazos rodeando mi cintura, mientras acercaba mi cuerpo al suyo para luego besarme con todo el amor que ambos sentíamos por el otro. Me dejé llevar por todos los sentimientos que se apoderaban de mí. - Cassy, muévete. - Sasuke gritó mientras empujaba nuestros cuerpos a un lado esquivando casi por completo un kunai que quedó clavado en su hombro.

- ¡Sasukeeee! - Grité corriendo hacia él.