Capítulo 13

184 16 1
                                    

Sasuke

Abrí los ojos al sentir el dolor de mi pierna, encontrándome con el pequeño cuerpo de Cassy recostado sobre mí, la cortada que le habían hecho en el brazo continuaba derramando algunas gotas de sangre, seguramente anoche intentó curarsela por si misma mas estaba mucho más pendiente de mí.

Moví a Cassy con delicadeza acomodándola en la cama para que pueda descansar mejor, hice todo el esfuerzo para levantarme apoyando todo mi peso en mi pierna sana, avancé en busca de agua, es lo mínimo que puedo hacer por ella antes de irme.

- ¿Sasuke? - La suave voz de Cassy llamó mi atención, me acerqué a ella tomando asiento a su lado.

- Dame tu brazo. - Ordené, ella hizo un gesto de dolor mientras extendía su brazo hacia mí, rompí un trozo de mi camisa que ya estaba casi completamente destrozada, y limpié su herida para luego vendarla.

- Gracias. - Sonrió.

- Cassy debes volver a tu casa. - Bajé la mirada esperando evitar ver su reacción.

- ¿Qué? - Preguntó confundida.

- Casi te matan ayer, casi nos matan, y escuchaste, ellos están detrás mío... no me dejarán tranquilo. - La regañé. - No quiero que te hagan daño. - Sus ojos se encontraron con los míos, una punzada atravesó mi corazón al pensar en separarme de ella, aparté la mirada evitando que ella pudiese notar lo que estoy sintiendo.

-No te dejaré solo Sasuke. - Tomó mi mejilla con una de sus manos acariciándola. - Además también se trata de mí. - Bajó la mirada.

- Tal vez fue una coincidencia. - Me negué a creer que Cassy pueda tener algún tipo de habilidad, cuando la conocí era una chica normal y torpe.

- ¿Y qué pasa si no? Sasuke nunca supe nada sobre mi vida, sobre de donde vengo o nada sobre mí... esto me da una esperanza de saber... -  Me suplicó.

- ¿Crees que no perteneces aquí? - Cassy es demasiado real como para venir de mi dimensión, aunque igual ella pasó ya años aquí.

- No lo sé. - Apartó la mirada. - Siendo una niña me dejaron abandonada en la calle y mi abuela me encontró, con el tiempo Lucía me llevó a vivir con ella cuando se independizó... y no recuerdo nada antes de eso. - Su mano sostenía la mía.

- Cassy, no quiero que te emociones, es prácticamente imposible que vengas de Konoha. - Admití.

- Lo sé, pero si quiero ir contigo... No puedo quedarme aquí. - Sus ojos retenían las lágrimas cuando se clavaron en los míos penetrando mi alma.

- Es peligroso. - 

- Creo que lo tengo controlado. - Rió, no pude evitar verla con ternura antes de golpear su frente con los dedos, ella sonrió.

-Ni siquiera yo tengo controlado lo que sea que haya sido lo que pasó en el callejón. - Admití.

-Es obvio que no tiene que ver con el chakra, porque en mi caso, jamás lo he tenido. - Dedujo.

-Lo mismo estaba pensando, antes creí que era porque habían quedado pequeños restos de chakra en mí... pero ahora no estoy seguro. - 

- A menos que me lo hayas traspasado. - ¿Qué? La miré con extrañeza pues no entendía como pude habérselo pasado, ella levantó las cejas haciendo que entre en cuenta de lo que se refería.

- ¡Por Dios, no! ¿Qué rayos te sucede? - Era lo mas descabellado que había escuchado. - El chakra no se pasa así estúpida. - Reí.

- ¿Se te ocurre algo mejor? Genio. - Se cruzó de brazos ofendida por mi reacción.

- Sea lo que sea solo sucede cuando estamos en una situación de vida o muerte. - Concluí, ella asintió de acuerdo conmigo. - Debemos irnos, no tardarán en llegar acá, nos están buscando. - 

-El último pueblo antes de llegar al bosque esta a unos kilómetros, quizá encontremos una tienda o algo donde conseguir comida, agua y una carpa para dormir. - 

-¿Nos queda dinero? ¿No dejaste la mochila en el derrumbe? - Pregunté confundido.

-Guardé el dinero por si acaso. - Bajo su mano tanteando bajo la cama hasta dar con su zapatilla. - ¿Ves? - Sacó de ella un montoncito de billetes doblados.

- No sé que odio mas, si tu zapato monedero o el sapito de Naruto - Rodé los ojos para luego buscar una sudadera nueva que reemplazo los retasos de tela que colgaban de mi torso.

(...)

- Quizá me llames loco pero ahora que ya pasó el dolor más grande de mi pierna, se siente reconfortante. - Admití, ella me miró con extrañeza. - No soy masoquista, es solo que cuando tenía heridas en Konoha, no se sentían así... tan ¿reales? - 

-Tal vez era la forma en que las curaban lo que hacía que no doliesen tanto. - Podría ser. Llevábamos caminando un par de horas después de haber dejado el pueblo en el que compramos víveres. Nos adentramos en el bosque siguiendo las coordenadas que me habían dado.

- Los encontré, que alivio. - Cassy y yo retrocedimos asustados con la aparición de la mujer que me había estado dando los datos que nos trajeron hasta aquí.

- ¿Qué haces aquí? - Pregunté posicionandome frente a Cassy casi por instinto. 

- ¿La conoces? - Cassy entrecerró los ojos mientras examinaba a la mujer frente a nosotros. - NO puede ser. - Soltó sorprendida.

- Cassy te presento a tu tía. - Me quité de en medio dejando que ambas puedan verse.

- Hola cariño, ha pasado un tiempo. - La mujer frente a nosotros esbozó una sonrisa mientras Cassy se mantenía inmóvil observando cada parte de ella.

-¿Qué haces aquí? - Reiteré la pregunta, ella dio unos pasos hacia mí.

- Vine a ayudarlos. - Se acercó más a mí dejando a Cassy atrás de ella. - Los vienen siguiendo, detectaron el rastro que dejaron. - Había olvidado que nuestras heridas aún dejaban algunos rastros de sangre mientras avanzábamos. - Deben huir ahora mismo, no pueden seguir la ruta que tienen, hay una vieja cuevas hacia aquella dirección. - Señaló el este. - Ahí no los encontrarán. -  Aseguró.

- Si tu eres mi tía... - Cassy salió del estado neutral en el que estaba, llamando la atención de su tía quien volteó a mirarla. - ¿Por qué te ves tan joven? - Preguntó mientras se cruzaba de brazos.

- Para mi suerte, antes de quedar atrapada en este mundo de nuevo, use todo mi chakra en rejuvenecer. - Sonrió. Cassy continuaba con la mirada asesina en sus ojos. - Bueno ¿Qué esperan? Deben irse. - Ordenó, asentí y tomé a Cassy de la mano para salir de ahí en dirección a las cuevas que nos indicó. Volté a ver si ella seguía ahí sin embargo ya no había rastro de ella.

- ¡Para! - Cassy se detuvo en seco. - No podemos ir ahí. - El miedo se apoderó de sus ojos, la cuestioné con la mirada. - ¿Viste su pierna? -

-¿Su pierna? - Estaba cubierta por una capa desde los hombros hasta los tobillos además que estaba más interesado en lo que ella decía, mi visión estaba fallando nuevamente además de que mi percepción ya no era como antes. Tengo que volver antes de convertirme en alguien normal.

- Seguía sangrando. - Me dio una mirada cómplice. 

- No es posible. - Ella me había ayudado a llegar aquí.

- Reconozco las heridas que hacen los kunais, he pasado viendo tu anime casi toda mi vida Sasuke. - 

- Pero ella nos guió hasta aquí. - Mi percepción definitivamente no era ni la mitad de lo que era antes. - Me dijo como volver... -

- O te dijo como llegar a donde su grupo podrían encontrarte y matarnos a ambos. - Los disparos interrumpieron la conversación. 



Un Shinobi fuera de la aldeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora