CruSh » 𝚈𝚞𝚈𝚎𝚘𝚗

12

Biblioteca, pasillo de Cómics y mangas.

Conseguir dicho tomo no fue difícil, por lo que pronto estuvo la carta en mis manos. ¿Cómo podía sentir tranquilidad cuando la respuesta a mis dudas estaban en ese trozo de papel?

Sin embargo, ese estado de calma duró muy poco, fue como un parpadeo y que, al abrir los ojos esa presunta tranquilidad se transformó en ansiedad; ¡Sentía miedo! el temor de lo que estuviera escrito en dicho trozo de papel molestaba en el centro de mi pecho en forma de arritmia y un nudo en el estómago.

No quise leerla en la biblioteca, por lo que salí lo más rápido que mis pies me permitieron y, a pesar de que ShuHua y Minnie me estaban esperando en la cafetería como acostumbramos; decidí ir al patio, a una de las zonas cercanas a la reja metálica que separaba el patio de la calle y donde muy rara vez alguien pasaba por ahí. 

Me senté en el suelo sin importarme mucho la falda que usaba o mis medias blancas, respiré de manera profunda repetidas veces y de manera pausada para calmar mi estado de ansiedad y cuando creí haberlo conseguido, abrí el sobre sacando una hoja amarillo mostaza, había sido escrita con un punta fina negro de gel, porque la letra brillaba un poco bajo la luz natural. 

— Fancy...

Hey, Woogie...

Nunca esperé que lo hicieras, al menos no tan pronto...

Me sorprendí.

¿Por qué dos palabras tan simples devolvieron los rápidos latidos de mi corazón?

¿Quién esperaría que tú serias mi admiradora no tan secreta?

Y es que, siempre supe que me mirabas. 

— Hey, ¿Y esto qué? ¿De tu noviecito? —solo alcancé a levantar la mirada cuando la carta me fue arrebatada de las manos por el chico castaño de actitud sumamente desagradable.— YuQi-Ah no aprende. —negó con la ironía en su voz y una sonrisa descarada en sus labios.

— ¡No seas imbécil, Lucas! ¡Devuelveme la carta! —me incorporé enseguida.— Si quiere molestar, busca a alguien más. Siempre fui amable contigo, pero no puedes ser tan infantil como para seguir metiendote en mi vida... —hablé con tal seriedad y calma que dudé si era yo quien lo hacía, pero ya estaba cansándome.

El más alto chilló ofendido, podía notar como buscaba intimidarme con su altura y temperamento, pero no lo lograría.

— Por tu culpa terminé humillado y betado del lugar. ¿Acaso era tan difícil aceptar salir conmigo? ¿Tan bueno es tu noviecito? —su palabras eran contradictorias a lo que quería transmitir. 

Intentar sonar dolido y tener ese tono tan irónico y burlón era como llorar de risa. ¿siempre fue así de imbécil?

— Primero, deja tu teatro. Ni siquiera actúas tan bien. Segundo, devuelveme la carta. —estiré mi mano hacia él.—  Y tercero, sí, idiota. No es mi novio pero te aseguro que no le llegas ni a los talones.

La expresión del más alto cambió, esta vez era una seriedad real que me causó escalofríos.

— Te veías muy concentrada, de seguro dice algo muy importante para ti en este desperdicio de papel. —escupió con molestia. Alzó el papel entre sus manos y lo inspeccionó con rigor. Luego hizo una mueca aparentemente asqueado.— Parece letra de mujer. ¿Será que..? —luego me miró con la misma expresión.

— ¿A qué quieres llegar con eso? —me mantuve estática y hablé con firmeza, no podía doblegarme tan fácilmente.

— ¿Nuestra YuQi-Ah es lesbiana? —sonaba incrédulo y solo empezaba a ponerme nerviosa.— Pensé que eras una chica buena en serio, YuQi-Ah. Ahora veo que es mucho peor.