5

1.4K 198 76
                                    

La salida; tan esperada para ir a casa, obtener un buen trozo del pastel y hacer deberes. Tal vez retozar un poco antes de lo demás, pero al fin y al cabo, se trataba de la comodidad del hogar.

Comodidad que no podría disfrutar hasta dos horas después.

— ¿En serio tienes que ir a detención? Qué mala pasada... —expresó la menor, mirándome con desdén.

Le sonreí lo mejor que pude, aún el recuerdo de la mañana me tenía enfadada.

— Lo es, o sea, ¡Es ridículo! —intervino Minnie, cruzándose de brazos mientras veíamos a los estudiantes dirigirse a la salida que todos ansiabamos.

Negué resoplando, ya me había rendido pero era inevitable sentir esa molestia, como unas ganas de golpearlo apenas asomara su rostro.

— Ya... No sé preocupen. Estaré bien. —sonreí buscando aliviarlas, pero solo logré sentirme más nerviosa.— A quien engaño, voy a morir. Si eso sucede, díganle a Soyeon que la quiero. —dramaticé con una mano en el pecho y la otra extendiéndola, casi como en escena.

Ambas se rieron, eso me aseguraba que al menos no estarían tan preocupadas.

— Bueno, ya me tengo que ir. ¡Le prometí a Soojin-Unnie que la vería entrenar! —Shuhua se veía radiante mientras lo decía, ¿O solo sería mi imaginación?

— Y yo quedé con Lisa para ir de compras. —habló la mayor, sacando su celular, supongo que para comprobar sus mensajes.

Las miré a ambas, despidiéndome con un puchero prominente en mis labios, y con aquella expresión hice mi camino a la sala que jamás creí que pisaria: el salón de Detención.

Toqué la puerta y una profesora de expresión desdichada —o ganas de morirse ahí mismo— abrió la puerta, dándome un pequeño vistazo antes de dejarme entrar.

— ¿Nombre? —usó un tono anodino, y no la podía culpar, ¡También quiero irme rápido!

— Song YuQi... —murmuré despacio.

Miró hacia la pared, a la zona detrás de la puerta y luego a mi. Supongo que había una lista de los estudiantes que debían asistir a detención esa tarde.

Caminé un poco y me detuve frente al escritorio, observando los asientos en su mayoría vacíos, apenas habían cuatro estudiantes incluyéndome. Observé a los otros tres, un chico del cual desconocía por completo; y otras dos chicas, no me pareció importante hasta que las miré mejor. God.

Contuve la respiración, ¿Qué hacían Soyeon y SeulGi ahí? Sabía que SeulGi tenía fama de estar, al menos, dos veces a la semana en detención pero nunca pensé que Soyeon también acabará aquí... Y un día como este.

Mejor me siento y les doy la espalda, si no me nota jamás sabrá que estuve en detención. Sí, que excelente plan.

Me senté en la segunda fila hacia la pared, donde estaban las ventanas hacia afuera. El cielo empezaba a nublarse un poco y los árboles se agitaban más por las corrientes de aire, el frío debe de ser un horror. Volví mi vista al frente, en la pizarra acrílica estaba escrito "no celulares" así que no me arriesgaría a jugar en el aparato. Tal vez si dormía el tiempo pasaría más rapido, en consecuencia estaría pronto en mi cálida cama pensando en la mala suerte que he cargado durante todo el día.

Aunque... Ahora que estoy aquí, no me arrepiento de no entregar el ensayo, aunque me costará algunos puntos. ¡Pero estoy en la misma sala que Soyeon! Pero no planeo hablarle... Ni siquiera quiero que note mi presencia, pero tal vez sea una buena oportunidad para hablar con ella, aunque también está el hecho de que Kang SeulGi de mantendrá al lado de Soyeon durante todo el rato. Qué complicado, mi cabeza está hecha un lío con esto de estar en detención junto a mi Crush...

CruSh » 𝚈𝚞𝚈𝚎𝚘𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora