CruSh » 𝚈𝚞𝚈𝚎𝚘𝚗

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La biblioteca del instituto normalmente cierra tres horas después de que las clases terminan, por lo que tenía tiempo de sobra.

Después de preguntar a la estudiante de turno sobre el libro, fui hasta el pasillo de Ficción y lo busqué con calma, mis dedos rozando las tapas de los demás libros hasta detenerme en mi objetivo: El caballero de la armadura oxidada.

Tomé el libro entre mis manos, algo ligero y de páginas medias. Empecé a ojearlo, nunca lo había leído pero se notaba interesante. Entonces, moviendo las hojas con mayor cuidado, vi como algo sobresalía dentro las páginas; disfrazado de marcapáginas en el capítulo 5. Leyendo entre líneas podía entender que se relacionaba con el auto descubrimiento.

Agarré el marcapáginas, estaba doblado a la mitad. Dejé el libro en su lugar y desdoblé la hoja, una carta de respuesta.

“A los seres humanos se les dio dos pies para que no tuvieran que permanecer en un mismo lugar, pero si se quedaran quietos más a menudo para poder aceptar y apreciar, en lugar de ir de aquí para allá intentando apoderarse de todo lo que pueden, entenderían verdaderamente lo que es la ambición del corazón”

¿Lo habías leído antes? Si no es así, puedes echarle un vistazo cuando puedas. La frase es una de mis favoritas y quise compartirla contigo.

Nuevamente, gracias por tan hermosas palabras. Veo que haz puesto el corazón en ello así que, quise intentar hacer lo mismo. No prometo la mejor de las cartas, pero si respuestas merecedoras de tu tiempo...

Aún no sé quién eres, pero has halagado mi belleza e inteligencia, también mis capacidades, ¡Hasta mi música! ¿Cuánto me llevas admirando? ¿Tal vez una gran fan? De ser así, me esforzaré más.

Hiciste que me sonrojara, puntos por dulzura y sinceridad ¿Eh? También hiciste que sonriera, y mucho.

Y dime, ahora que hemos intercambiado algo de nuestros pensamientos, ¿He de esperar otra carta?

Pd: ¿Sabré tu nombre?

- J.SY

Bien... Bien... Controlate YuQi, estás en una biblioteca.

Salí lo más rápido que pude, no solo de la biblioteca sino también del instituto, y estando afuera ya de camino a mi dulce hogar, me permití gritar.

Que digo gritar, arruinarme la garganta de pura felicidad. ¡Le gustó mi carta! ¿Puntos por dulzura y sinceridad? ¡Creo que moriré!

Necesito desahogarme.

[...]

— ¿¡Te respondió eso?! —el chillido de Shuhua fue igual o peor que el mío, cualquiera creería que ella es quien obtuvo respuesta.

— ¡Sí! Me decidí por escribir una respuesta... —continué, ya más calmada.— Primero haré mis deberes, luego hará la carta. —finalicé, sentía que el orden mantendría mi calma.

— ¡Hazlo, Unnie! Seguro está ansiosa por leerte. —alentaba al otro lado de la línea.— ¡Me tengo que ir! Olvidé que Yuna vendría para ayudarme con los días que perdí. —y con eso, colgó.

Tiré el móvil hacia la cama, casi soltando un chillido al verlo rebotar en la cama pero por suerte, no se cayó fuera de ella. Mamá no me compraría otro móvil en menos de dos meses.

Después de darme una ducha y dejarle un mensaje a Minnie, me dispuse a hacer los deberes —los cuales no eran tantos pero no estaba dispuesta a que se acumularán.—, aún pensaba en la carta.

Sus palabras... En su mayoría de agradecimiento, pero aún así reveló unas cuantas cosas y eso es un gran... Enorme inicio.

Una hora pasó y seguía estancada en las primeras preguntas de Historia, la primera materia que decidí hacer. Bufé frustrada, ¡Necesito escribir la respuesta o no podré concentrarme!