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— ¿No olvidan nada? —Shuhua actuaba algo mandona en este tipo de situaciones, sobre todo cuando era la primera en estar lista.

La pelinegra mantenía su cabello en una rollete,  

— Creo que ya... —murmuré mientras tomaba mi celular y lo guardaba en un bolsillo interno de la chaqueta.

— Sí, ya vámonos. No quiero tener que escuchar un sermón sobre llegar después que todo el mundo de parte de YongSun-Unnie. —la rubia ceniza compartía un estilo similar al mío, pero lucía más como un vaquero prófugo y yo como el alguacil. 

— Emm... Chicas. —las tres volteamos hacia Minnie.— Sin sombrero, no hay vaquero.

Llevamos nuestras manos a nuestras cabezas como acto de reflejo, y por supuesto, la rubia y yo necesitábamos nuestros sombreros. Enseguida fuimos por ellos y nuevamente revisamos si faltaba algo.

— Listo, ahora sí. —aseguré hacia la menor.

Comenzamos a caminar a la puerta y antes de salir se escuchó un claro "Buena travesía, Song YuQi" de las chicas que disfrutarían de golosinas y videojuegos en casa de la tailandesa de cabello corto.

RyuJin sugirió pedir un Uber, y de esa manera nos pusimos rumbo a nuestro destino.

[...]

El auto nos dejó a una cuadra de la casa, pues el camino estaba bloqueado por la gran variedad de autos aparcados alrededor, la música era estruendosa, tanto como para no confundirte de casa. Miré la hora, contaba con demasiadas personas para solo ser las 8:02 pm.

"WoW" era todo lo que podía pensar una vez pusimos el primer pie dentro de la casa, era mas que obvia la asistencia de, al menos, doscientas personas. Los disfraces estrafalarios, llamativos y hasta impresionantes; algunos parecían una compra de ultima hora —aunque yo debo de verme mucho mejor.—, pero otros parecían cosplayers profesionales en una convención. La rubia ceniza no tardó mucho en separarse de nosotras, al parecer la líder de las porristas se tomaba en serio la asistencia de su equipo; agarré a Shuhua por el brazo, no quería terminar abandonada a mi suerte entre tantos estudiantes y  posibles jóvenes universitarios.

— ¡Ni se te ocurra dejarme! —alcé la voz para ser escuchada por la pelinegra disfrazada de reina.

Asintió repetidas veces mientras zigzageba entre la multitud.— Busquemos a JinJin, debe estar cerca del DJ y si ella está ahí...

Soyeon también, más a consideración del pedido especial de Moon para dejarla a cargo de la música junto a HyoYeon.  

— Lo sé, estoy nerviosa. —confesé siguiéndola de cerca. la música se hizo mas fuerte, el bajo generaba medianas vibraciones en el suelo y todos parecían bailar al ritmo que apenas distinguía en la canción.

Avanzamos un poco más, distingüendo a personas un poco apartadas de la pista de baile. La menor se soltó de mi y se apresuró, prácticamente abalanzándose hacia una pelinegra de cabello bastante largo y con vendas cubriendo brazos, piernas y lo esencial de su cuerpo. 

— ¡JinJin! Y tú insistías en que no te quedaría bien. —estaba abrazada a la contraria, mientras que la nombrada que apenas pude reconocer lidiaba con mantener el equilibrio y no dejar caer su vaso.

— Sabes que no es mi zona. —manifestó SooJin.

— Vaya... ¿SooJin-Unnie? Casi no te reconozco, por las extensiones. —me aproximé a la pareja con cierta timidez. 

— ¿Verdad que se ve increíble? Le tuve que insistir en que comprara este. —habló con ese tono quejumbroso que algunas veces usaba.— Pero mírala, se ve muy... —fue entonces que noté la mirada de escrutinio que tenia sobre la mayor, también noté como mordía su labio inferior.

CruSh » 𝚈𝚞𝚈𝚎𝚘𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora